Por Victoriano Martínez
Llueva, truene o relampaguee, la voluntad ciudadana por recuperar la Sierra de San Miguelito está más firme que nunca. La Tercera Jornada de Reforestación de este año así lo acredita, al tener un resultado más alentador que las dos anteriores, a pesar de que llovió prácticamente toda la noche del sábado y parte de ayer domingo.
Esta vez se plantaron alrededor de dos mil árboles en el Ejido Miguel Hidalgo, del municipio de Mexquitic de Carmona.
Nadie se echó para atrás, y el aguacero que parecía que lo impediría dotó el ejercicio de una mayor carga emocional, que se reflejó en el agradecimiento por parte de los ejidatarios.
“El agradecimiento grande a todos por participar, por venir a nuestro ejido, y poner su granito de arena en esta lucha tan grande de reforestar y regresarle algo a nuestras tierras que tanto nos ha dado”, expresó Pedro Contreras, comisariado ejidal de Miguel Hidalgo.
Otra vez acompañaron a los ejidatarios, habitantes de San Luis Potosí, trabajadores de la Sociedad Cooperativa Pascual, personal de la Guardia Rural, funcionarios de la Procuraduría Agraria, del Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) Sierra de San Miguelito, de Semarnat y de los Guardianes de la Sierra de San Miguelito y el Frente Amplio Popular.
Ocho reforestaciones desde que los Guardianes de la Sierra propusieron a los habitantes de la ciudad iniciar esas acciones por la regeneración del APFF, que se han dado con un sentido de colaboración con los propios habitantes de las zonas intervenidas, lo que garantiza el seguimiento que dota de efectividad la reforestación.
El entusiasmo de los ejidatarios, en el caso del ejido Miguel Hidalgo se mostró en la participación de un mayor número de personas del lugar, pero también en las expresiones de sorpresa y agradecimiento por la presencia de personas de la ciudad y, sobre todo, representantes de las autoridades federales que nunca se habían hecho presentes en el Ejido.
Cada nueva jornada de reforestación reproduce las ventajas que se vieron en la anterior, pero además se perfilan nuevas actitudes al movimiento, netamente ciudadano, que convoca y provoca la reacción de la población no sólo para la actividad de plantación de los árboles, sino para las actividades de colecta de las plantas originarias del lugar.
En el caso de Miguel Hidalgo, los ejidatarios aportaron plantas que ellos mismos producen en un vivero con el que cuentan como parte del programa Sembrando Vida. Como parte de ese programa realizan frecuentemente reforestaciones, en esta ocasión la presencia de apoyo de funcionarios y personas de la capital provocó gran efervescencia en el Ejido.
Podría parecer poco significativo, pero en esta ocasión, a diferencia de las seis jornadas anteriores, los ejidatarios llevaron comida y la ofrecieron gratuitamente a los brigadistas como una muestra de su agradecimiento.
Una dinámica de trabajo que, desde un principio, comenzó a configurar un esquema que privilegia a la sociedad civil como el motor para la regeneración ambiental de la Sierra de San Miguelito, cuyos resultados van perfeccionando una actividad que, por la regularidad que ha alcanzado, tiene mayores posibilidades de lograr mejores resultados.
Como al cierre de cada jornada, se anunció la siguiente para el 21 de septiembre, aunque aún no se define el lugar. Sobre lo que se puede tener certeza es de que llueva, truene o relampaguee, los brigadistas no fallarán.