“Renacer” apoyará a comunidades de la Huasteca contra el fracking

Estela Ambriz Delgado

La Red Nacional de Comunidades Envenenadas en Resistencia (Renacer) manifestó su respaldo a los acuerdos tomados por parte de autoridades tének y náhuatl sobre la postura de plena oposición a cualquier posibilidad de fracking, por lo que formarán parte de actividades de organización y movilización en los 18 municipios de la Huasteca tanto Potosina, como la Veracruzana, e Hidalguense.

Como parte de los puntos abordados en su Tercer Encuentro, Renacer afirmó su respaldo a las resoluciones del foro regional realizado el 30 de agosto en el ejido San Pedro del municipio de San Antonio, donde las comunidades indígenas náhuatl y tének manifestaron su rechazo a cualquier proceso de fractura hidráulica en la Huasteca Potosina, para defender el agua, su territorio, el medio ambiente y la vida.

En relación a lo que pudiera abrir la posibilidad de dicha práctica en el Plan Estratégico de Pemex 2025-2030, la Red puntualizó que no considera que el fracking resuelva la soberanía energética del país, dado el momento geopolítico actual de alta vulnerabilidad nacional, además de que representa una grave amenaza al medio ambiente.

En este sentido, se expresa que es una técnica invasiva, extensivamente contaminante y peligrosa, pues la extracción subterránea de petróleo y gas se hace mediante la micro rotura de las rocas lutíticas que se encuentran a profundidades de entre mil y 5 mil metros aproximadamente.

Sin embargo, por la naturaleza de dichas rocas —que no son rocas trampa sino rocas madre—, las sustancias fósiles que se extraerán por metro cúbico son mucho más bajas si se las compara con las reservas convencionales.

Esto obliga a que en las zonas de explotación se tengan que perforar decenas de miles de pozos en donde anteriormente se perforaban decenas o cientos; y que la vida útil de cada pozo se reduzca de decenas de años a tres a seis años, lo que tendrá impactos socio ambientales irreparables que no compensarán los beneficios energéticos que se pretenden lograr.

Daño al acuífero y otros impactos socio-ambientales

Renacer advirtió que el proceso de fracturación hidráulica usa millones de litros de agua a alta temperatura, presión, arena y sustancias químicas que contaminan cuerpos superficiales, así como en sus flujos horizontales más profundos, hasta dejarla inutilizable por largos e indefinidos periodos de tiempo.

Los productos químicos utilizados son altamente peligrosos y no han sido declarados como tal, bajo el argumento de la propiedad industrial, a pesar de que pueden dañar gravemente la salud de las personas y el medioambiente, así como causar devastación y muerte de especies.

La sobreexplotación del acuífero y la contaminación del recurso hídrico provocarían inevitablemente una disminución de la disposición de agua para los ecosistemas y las personas de las regiones afectadas.

La red estima también que las actividades económicas, que son la forma de subsistencia de quienes habitan la región, como agricultura, ganadería y turismo, serían inviables a causa de la contaminación y destrucción del medio ambiente.

Además de que la vida y la salud de las personas trabajadoras, quienes realizarían la fractura hidráulica, estarían en peligro por la toxicidad de los procesos y los riesgos a tener accidentes.

En este sentido, se subraya que el impacto socio-ambiental que causa el fracking es incalculable, lo que se ha comprobado en distintos lugares del mundo y es la razón por la que se ha prohibido en países como Estados Unidos, Canadá, Uruguay, Nueva Zelanda, Francia, Bulgaria, Austria, Italia, Alemania, Irlanda, España, entre otros.

Dado que pondría en peligro los ecosistemas, el patrimonio cultural y los derechos colectivos de las comunidades indígenas y campesinas, así como los derechos humanos al agua, alimentación, salud y medio ambiente de las personas que habitan la región, Renacer exige que el Estado haga todo lo necesario para aprobar los cambios legales e institucionales necesarios para prohibir definitivamente y para siempre dicha técnica en el territorio mexicano.

Asimismo, reiteran su apoyo a la resolución de las comunidades de realizar actividades de organización y movilización en los 18 municipios de las Huastecas Potosina, Veracruzana e Hidalguense, para detener cualquier intento de fracturación hidráulica; exigir una postura clara del los poderes ejecutivo y legislativo a nivel estatal y federal, y la aprobación de la iniciativa para su prohibir la práctica, presentada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.