Por: Eduardo Delgado
Mientras el regidor panista Eduardo Acebo Zarzosa aprobó de “panzazo” la administración de Mario García Valdez, la priista Alma Ruth Castillo Zúñiga la reprobó concediéndole un cinco de calificación y José Luis Pérez Ávila, también de la fracción tricolor, rehúso juzgar la administración 2012-2015 que hoy culmina.
En entrevistas por separado, el último día del periodo constitucional, Castillo Zúñiga emitió su opinión de manera breve y concisa, en menos de un minuto. “Ni todo fue malo ni todo fue bueno”, juzgó de entrada.
“Hay cosas, dentro de la verdad, lamentablemente muy negativa”, dijo, como en cuestión de obras públicas, porque “realmente no dejamos obra y muchos proyectos inconclusos, por la cuestión financiera”, justificó.
Expuso que en el caso Telmex la administración mostró absoluto desinterés, a pesar de que pudo haberse resuelto a favor de las arcas municipales. Por eso, resumió, le concedió un cinco de calificación, en otras palabras lo reprobó.
A su vez, el regidor panista, Eduardo Acebo le otorgó un seis de calificación, es decir la aprobó de “panzazo”, porque “las expectativas eran muy grandes hace tres años y después de una administración muy mala”, añadió en alusión a la encabezada por la ex alcaldesa priista Victoria Labastida Aguirre.
“Toda la ciudadanía tenía grandes expectativas en (esta) iba a ser una muy buena administración y finalmente, al final del día, vemos que son dos ciudades diferentes”, deploró el representante popular por el Partido Acción Nacional.
“Una ciudad es la que nos dicen las autoridades, que todo está bien, que todo está limpio, que tenemos todo iluminado, que todas las calles están bien, que las finanzas están sanas y en la ciudad vemos lo contrario”, condenó.
“Vemos una ciudad muy deteriorada, sus luminarias, jardines en deplorables condiciones y, sobre todo, adeudos con los proveedores. En los últimos meses a veces no se pagó la nómina, el seguro de los trabajadores, a veces no había medicamentos para los trabajadores y no se les pago a los bomberos. Eso no son finanzas sanas”, aseveró.
En ese tenor, opinó, “se quedó a deber”, sobre todo porque según el proyecto político de García Valdez era “brincar” de la alcaldía a la gubernatura. “Porque de haber hecho un buen papel en el Ayuntamiento hubiera sido un buen trampolín para llegar a la grande; eso no lo digo yo lo dice la ciudadanía”, consideró.
A su vez, el también regidor priista, José Luis Pérez Ávila, se negó a juzgar la actuación de la administración municipal, pues arguyó que él fue parte de la administración como miembro del cabildo y por ende su punto de vista carecería de objetividad.
Admitió que faltaron muchas cosas por hacer pero a su parecer “se hicieron cosas”, pero falto trabajo en pavimentación y bacheo de calles, en cuyas cosas “la ciudadanía se molestó mucho”.
Como justificación, expuso, “hay que entender las circunstancias, como recibimos el Ayuntamiento, lo tuvimos que rescatar de la quiebra técnica”, destacó.
