Salud prenatal y consumo de drogas, factores de malformaciones en recién nacidos

María Ruiz

En el segundo trimestre de 2025, San Luis Potosí registró 28 casos de defectos al nacimiento, con una tasa de 110.8 por cada 100 mil recién nacidos vivos, según Informe Trimestral Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Defectos al Nacimiento.

El informe, reporta igual algunos de los factores más relevantes que influyen en la aparición de malformaciones congénitas prevenibles.

La edad de la madre aún es uno de los principales determinantes. Las mujeres menores de 20 años o mayores de 35 concentraron el 34.4 por ciento de los casos de labio y paladar hendido y el 30.8 por ciento de los de mielomeningocele. Este grupo etario enfrenta mayores riesgos biológicos, además de barreras sociales que dificultan el acceso temprano a servicios de salud.

Otro factor, fueron los antecedentes genéticos; aunque menos frecuentes, los antecedentes familiares también juegan un papel. En el 3.6 por ciento de los casos de labio y paladar hendido se identificó la misma malformación en familiares directos, lo que subraya la importancia de incorporar la historia clínica familiar en la evaluación prenatal.

También el consumo tardío o inexistente de ácido fólico durante el embarazo es uno de los factores más críticos. En San Luis Potosí se identificaron madres que no tomaron este suplemento esencial o lo hicieron después del primer trimestre, lo que se asocia directamente con defectos como anencefalia, mielomeningocele y labio y paladar hendido. A nivel nacional, el 29 por ciento de las madres se encuentran en esta categoría de riesgo.

No obstante, la oportunidad y frecuencia de las consultas prenatales también inciden. La mediana nacional fue de siete consultas, y el 71.1 por ciento de las madres recibió al menos una en el primer trimestre.

Si San Luis Potosí se encuentra por debajo de este promedio, podría contribuir a la persistencia de defectos prevenibles. Además, solo el 44.8 por ciento de los casos fueron detectados por ultrasonido antes del nacimiento, principalmente en el segundo y tercer trimestre.

Asimismo, se identificó que el 10.2 por ciento de las madres con hijas e hijos afectados por labio y paladar hendido reportaron consumo de sustancias adictivas, así también se detectó que padecían enfermedades crónicas como diabetes u obesidad, y el 7.8 por ciento estuvo expuesta a agentes tóxicos o medicamentos durante el embarazo. Estos factores, aunque más difíciles de rastrear localmente, forman parte del entorno que puede agravar los riesgos biológicos.

En el estado, el labio y paladar hendido encabeza la lista, seguido por microcefalia, macrocefalia, microtia, mielomeningocele, displasia del desarrollo de la cadera y anencefalia.

San Luis Potosí se ubica por debajo de Yucatán (391.2), Morelos (317.1), Aguascalientes (281.3) y Jalisco (239.4), pero por encima de Michoacán, Tlaxcala, Sinaloa, Coahuila y Tabasco, que registran tasas inferiores a 110.

Comparado con Oaxaca, Chiapas, Nayarit y Durango —todos con menos de 83 casos por cada 100 mil nacimientos—, San Luis Potosí mantiene una vigilancia activa, aunque con áreas claras de mejora.