Ciudad del Vaticano (05 de mayo de 2016).- Desde que el Vaticano y China rompieron sus relaciones diplomáticas en 1951, porque el país oriental no reconoce a los obispos nombrados por Roma en Pekín, se da un nuevo acercamiento, declaró el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y número 2 del Vaticano.
Las relaciones entre la Iglesia católica y China están actualmente en “una fase positiva”, a pesar de que los tiempos para un acercamiento duradero sean imprevisibles, declaró monseñor Parolín.
“Actualmente, estamos en una fase positiva, hay señales de las dos partes sobre la voluntad de continuar el diálogo y encontrar juntos soluciones al problema de la presencia de la Iglesia católica en ese inmenso país”.
“Personalmente, me atrevería a decir que las perspectivas son prometedoras y esperamos que estas semillas germinen y den buenos frutos por el bien de China y del mundo entero”, agregó.
El religioso recalcó el diálogo entre el Vaticano y China “es un largo camino que ha conocido altibajos, que todavía no ha concluido y que se completará cuando Dios quiera”.
Cabe recordar que decenas de millones de católicos chinos están divididos desde hace décadas entre una “asociación patriótica”, cuyo clero es elegido por el partido comunista, y una Iglesia clandestina, cuyos obispos nombrados por Roma no están reconocidos por Pekín.
Fuente: Letra Roja.