Siguen sin apoyo del gobierno federal y de SLP víctimas de abuso policiaco en Monterrey

Eduardo Delgado

El gobierno federal ni el estatal han brindado apoyo a los deudos de los potosinos, víctimas de abuso policiaco en Monterrey, Nuevo León, el pasado 26 de septiembre, informó Marcelino Santiago Margarito, de cuyos hermanos uno falleció por herida de bala y otro sigue hospitalizado.

Por la baja de la afluencia de turistas en el Sótano de las Golondrinas, localizado en el municipio de Aquismón, Gregorio, Venancio y Jaime, emigraron a Monterrey a mediados del mes pasado, donde encontraron trabajo como albañiles.

De serle posible hablar con el mandatario nacional y el gobernador Juan Manuel Carreras López, Marcelino le reiteraría, dijo, su petición de apoyo “para que se haga justicia”, tanto para el castigo a los responsables como para que se indemnice a las familias de Gregorio y Claudio, así como de Venancio, pues quedaron desamparadas.

El incidente con los policías dejó como saldo dos muertos y tres heridos; los cinco potosinos. A casi dos semanas, de que Marcelino Santiago difundió un video a través de redes sociales, en el cual le solicitó apoyo al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sigue sin repuesta.

Contactado vía telefónica, este jueves Marcelino informó que su hermano Venancio, quien permanece internado en un nosocomio en la ciudad de Monterrey, “hay la lleva” y de “hecho ya está mejor”. Hoy o mañana, añadió, sería operado de una de sus manos.

Dijo ignorar cómo va la investigación respecto de los policías e indicó que viajará a Monterrey “para ver cómo va eso”, en reunión que sostendrán enviados de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de San Luis Potosí con representantes de la comisión de aquella entidad.

La madrugada del 26 de septiembre efectivos de la Fuerza Civil de Nuevo León detuvieron a los potosinos para realizarles una revisión de “rutina”, lo que derivó en el uso excesivo de la fuerza pública. Gregorio y Claudio Martínez, murieron baleados.

Gregorio, Venancio y Jaime, así como el propio Marcelino, trabajaban como guías de visitantes en el Sótano de las Golondrinas, cavidad con más de 500 metros de profundidad localizada en el municipio de Aquismón, en la huasteca potosina.

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