Sinvergüenzas los Hombres G

Antonio González Vázquez

Hay presuntos servidores públicos que enlodan, tuercen, manipulan, engañan y mienten; se regocijan en la grilla barata, bravuconean en busca de pleito. En su mezquindad exhiben la vulgar ambición política que los mueve en el ejercicio del poder.

Hablamos del gobernador José Ricardo Gallardo Cardona y del alcalde capitalino, Enrique Francisco Galindo Ceballos, que una vez más dieron cátedra de una politiquería desbordante sin un ápice de vergüenza.

En su exabrupto, lo enlodan todo.

El crimen de una persona prominente en la ciudad detonó la pugna discursiva entre los Hombres G.

La mañana del pasado 10 de mayo, una mujer de 54 años de edad fue asesinada durante un atraco a la empresa CAVA Mármoles y Granitos, ubicada en la calle Real del Monte esquina Bulevar Antonio Rocha Cordero, colonia San Juan de Guadalupe. Un par de sujetos armados irrumpieron en el lugar y asesinaron a Sandra Revilla Olavarrieta, dueña del establecimiento.

La primera versión del incidente fue que se trató de un atraco y que el botín era la nómina, pero luego la Fiscalía General del Estado desechó esa especie periodística y anunció que se abrieron otras líneas de investigación.

Hasta ayer, el crimen no había sido esclarecido, los presuntos autores materiales del homicidio doloso no habían sido detenidos.

En ese contexto, amigos y familiares de la empresaria asesinada realizaron ayer una marcha por calles del centro histórico en exigencia de justicia.

En el San Luis “Amable” de Galindo, matan. En el San Luis “sin miedo” de Gallardo, matan. Esta realidad ensombrece el mundo maravilloso que solamente ellos ven.

La presunta ejecución de la mujer ocurrió en un contexto de disminución de la incidencia de homicidios dolosos en la entidad y en la capital, por lo que parece inexplicable el enfrentamiento entre el mandatario y el presidente municipal.

Durante el primer cuatrimestre del año, en la entidad sumaron 99 víctimas de homicidio doloso, de éstas, 25 en la capital.

En el mismo período de 2024, fueron 144 víctimas en el estado y 60 en la capital.

Pese a que las estadísticas oficiales juegan en favor de la idea de que hay buenos resultados, el caso Revilla activó las puyas entre Galindo y Gallardo, de modo que echaron por tierra ese enfoque.

El gobernador cargó contra el alcalde al criticar que la policía municipal no hace lo que le corresponde, que no atienden a la ciudadanía, que no hay presencia en las calles y que no se coordinan con la Guardia Civil Estatal, ni con las corporaciones del gobierno federal y las fuerzas armadas.

En un comunicado la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Estatal, reveló que el alcalde no asiste a las mesas de paz y seguridad.

El edil respondió que el gobierno de Gallardo no tiene estrategia de seguridad, lo emplazó a darla a conocer y justificó que no acudía a las mesas porque eso representa una pérdida de tiempo.

En el transcurso de la semana pasada, tras el asesinato de la empresaria, en la capital se cometieron cinco homicidios dolosos y ninguno de ellos mereció la atención de Galindo o Gallardo.

Para ellos, no vale lo mismo la vida de las y los potosinos. Matan a una ciudadana prominente para un sector social y de inmediato dan rienda suelta a sus pretextos, pero asesinan a ciudadanos sin estatus social y económico y ahí no se reclaman nada.

Lo único que han logrado es mostrarse tal como son ante la sociedad y con ello, contribuyen a generar la elevada percepción de inseguridad que impera en la entidad y en la capital.

Tras su pleito politiquero, la pérdida de confianza en las instituciones públicas debió dispararse hacia arriba, pues con justa razón la población se ha de preguntar: ¿qué hacen para dotar de un ambiente de paz y tranquilidad a las y los potosinos?

El costo es muy alto, al menos en la actual coyuntura, ya que la disminución real de la incidencia de homicidios dolosos pasa a significar nada.

Enlodaron las mesas diarias de paz y seguridad, instrumento implementado desde el gobierno federal en 2018.

Dichas mesas surgieron como una iniciativa de diálogo, coordinación de estrategias, intercambio de información y acciones en favor de la paz.

La presidenta Claudia Sheimbaum Pardo arranca su actividad diaria con su participación en la mesa que se realiza en palacio nacional, donde se presenta el panorama de seguridad durante las últimas 24 horas con el fin de establecer las acciones a seguir. Lo mismo hizo en su sexenio Andrés Manuel López Obrador.

Según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, las mesas es una plataforma que “se reúne diariamente en todos los estados de la República y en las 266 coordinaciones regionales del país, a fin de analizar la situación que prevalece en materia de seguridad pública y tomar las decisiones correspondientes para la recuperación de la paz.

En cada una estas mesas están representadas las autoridades de gobierno y seguridad de la Federación, los estados y los municipios. Su sustento es la coordinación y suma de esfuerzos y recursos, así como el criterio de que la seguridad pública es una zona de neutralidad política”.

Y enfatiza que “este concepto de neutralidad política se traduce en una actitud en la que estados y municipios hagan a un lado los orígenes partidistas de sus gobiernos y se enfoquen en el rescate de la paz y la serenidad como un objetivo de Estado, a fin de responder a la demanda de las comunidades”.

Esa práctica se tendría que replicar en cada entidad, pero en San Luis Potosí nunca ha sido un ejercicio constante del mandatario ni del alcalde. Acuden cuando quieren.

Los Hombres G lo pudren todo, incluidas las mesas de paz y seguridad.

Mis apuntes

Recordar al doctor Nava. Ayer se cumplió el trigésimo tercer aniversario de la muerte de Salvador Nava Martínez, uno de los precursores de la transformación democrática que hoy vive México. Su lucha fue en San Luis Potosí; su impacto, legado e influencia se extendieron por todo el país. Las nuevas generaciones potosinas deberían saber de él. Con José Ricardo Gallardo Cardona, nuestro estado sufre una regresión a los peores tiempos del PRI. Hay que recobrar los principios de la lucha civilista que encabezó el doctor para recuperar el San Luis que deseábamos tener.

Su vulgar codicia. Con miras en las elecciones de 2027, entre el martes y miércoles de la semana anterior, los Gallardo anduvieron muy activos en municipios de la huasteca. Ricardo Gallardo Juárez en San Vicente Tancuayalab; José Ricardo Gallardo Cardona en Tancanhuitz y Tampamolón y Ruth Miriam González Silva en Ciudad Valles. No pierden tiempo, en su vulgar ambición.

Amabilidad al estilo Galindo. Mientras cientos de personas marchaban en silencio por el centro histórico de la ciudad para exigir seguridad, el alcalde Enrique Francisco Galindo Ceballos estaba de fiesta en el marco de la cuarta carrera atlética por la familia, en la que participó junto con más de mil corredores. Con su ya consabida arrogancia, portó el número 1 entre las y los corredores. Al finalizar, entregó premios en una rifa. El show en el ejercicio de gobierno y la sociedad clamando por vivir en una ciudad segura.

Alarma en la 4T. A 14 días de la elección de personas juzgadoras, el obradorismo potosino ha entrado en pánico: en la lista de candidatas y candidatos a integrar el Supremo Tribunal de Justicia no se han identificado perfiles progresistas, por el contrario, imperan aquellos identificados con la Gallardía y con el PRIAN.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.

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