Estela Ambriz Delgado
En relación al anuncio de un posible proyecto hidráulico en el municipio de Villa Hidalgo, en sustitución de la presa Las Escobas, se advierte que seguir sobreexplotando acuíferos con grave déficit e incrementar la dependencia hacia estas fuentes de obtención es inviable y contraproducente, además de que resulta preocupante que sea justo en una región donde existen antecedentes de conflictos socioambientales.
El presidente del Consejo Hídrico Estatal (CHE), Jonathan Abraham Quintero García, consideró que la reciente declaración del gobernador Ricardo Gallardo Cardona sobre la posible extracción de agua de acuíferos profundos en Villa Hidalgo, merece una reflexión cuidadosa con base en criterios técnicos y socioambientales.
Afirmó que si bien es comprensible que se busquen alternativas ante la complejidad de desarrollar una obra hidráulica de gran escala, es importante no perder de vista que la entidad está frente a una problemática estructural, en un contexto regional y global marcado por el déficit hídrico y la sobreexplotación de acuíferos.
Señaló que a pesar del retraso en el proyecto de la presa Las Escobas y el que no se contara con elementos básicos como la firma del convenio con la federación o la gestión del terreno, fue presentado como una solución definitiva para el abasto de agua en la zona metropolitana; se le incluyó dentro del Plan Nacional Hídrico 2024-2030 y se implicaban compromisos institucionales. Ahora genera duda sobre si realmente hubo voluntad y capacidad a nivel estatal para desarrollar la obra.
Quintero García cuestionó si el proyecto se utilizó como parte de un discurso político sin seguimiento técnico, ya que el cambio de postura del Gobierno del Estado, que ahora propone otra opción que supuestamente resolverá el problema por 50 años, parece más una reacción para justificar la falta de avances, que el resultado de una planificación de largo plazo.
El también investigador del Colegio de San Luis (Colsan), subrayó que se ha expuesto reiteradamente por científicos a nivel global, nacional y local, que la estrategia de sobreexplotar los acuíferos que ya se encuentran en condiciones de un grave déficit e incrementar la dependencia hacia estas fuentes, es inviable y contraproducente.
Abundó en que esta sobreexplotación, al ser uno de los principales factores de riesgo hídrico y de degradación múltiple, son propuestas extractivas y en dirección opuesta a la justicia ambiental, al derecho humano al agua, a la gestión sustentable de los recursos, así como a la protección y conservación ambiental.
“La propuesta de perforar pozos profundos en Villa Hidalgo para traer agua a la ciudad debe ser evaluada con mucha cautela. Si bien se habla de que esta fuente puede durar décadas, es importante aclarar que los acuíferos profundos no siempre son renovables. Muchas veces contienen agua que tardó cientos o miles de años en acumularse, y cuya recarga es mínima. En otras palabras, sacar agua de ahí puede significar agotar un recurso que no se recupera fácilmente”.
El estado requiere una propuesta seria
Quintero García puntualizó además que este tipo de proyectos requieren estudios hidrogeológicos detallados, análisis de impacto ambiental y social, así como acuerdos con las comunidades locales, pues no basta con decir que “se encontró agua” y que “todo depende de un estudio”.
Es necesario que se actúe con responsabilidad al considerar no sólo el volumen disponible, sino también los impactos ecológicos, sociales y energéticos de transportar agua desde otra región.
“Cambiar de una obra hidráulica como una presa a una batería de pozos y un acueducto no es simplemente modificar el proyecto técnico: es replantear toda la estrategia hídrica del estado. Hacerlo sin información pública clara, sin estudios concluyentes disponibles y sin un proceso de consulta con los sectores involucrados, puede llevar a decisiones apresuradas o con consecuencias negativas a mediano plazo”.
De igual manera, manifestó que es preocupante que esta nueva propuesta se plantee sobre una región como Villa Hidalgo, donde ya existen antecedentes de conflictos socioambientales como es el caso del proyecto extractivista de la empresa CEMAT Construction en el ejido Corcovada.
El presidente del consejo advirtió también que enviar agua a la capital desde una zona rural sin antes garantizar el abasto local o evaluar los efectos a largo plazo puede reproducir injusticias hídricas, es decir, situaciones donde unos territorios cargan con las consecuencias para que otros se beneficien.
Precisó que la crisis hídrica no se resolverá con una sola obra ni con decisiones tomadas al margen de una política integral, pues parte de lo que se requiere es un diagnóstico técnico riguroso y transparente de las fuentes de agua disponibles; programas para reducir pérdidas en la red de distribución y fomentar el ahorro; mayor inversión en captación de agua de lluvia, tratamiento y reúso; protección de zonas de recarga natural como la Sierra de San Miguelito y cuerpos de agua superficiales temporales y perennes; y sobre todo, una visión de largo plazo que incluya la participación de la ciudadanía, los expertos de diversas disciplinas y las comunidades afectadas, características que carecen las administraciones actuales.
“Por ello, reiteramos nuestra disposición a colaborar desde espacios académicos y ciudadanos, como el Grupo Universitario del Agua de la UASLP y el Observatorio Socioambiental de El Colegio de San Luis, para construir soluciones integrales, justas y basadas en conocimiento científico y saberes comunitarios”.
Reiteró que es importante que el Gobierno del Estado actúe con responsabilidad y transparencia en sus decisiones sobre el agua más allá de anuncios, pues lo que se necesita son soluciones bien planeadas, con sustento técnico, social y ambiental.
Concluyó que apostar por acuíferos profundos como alternativa a la presa Las Escobas puede parecer atractivo a corto plazo, pero si no se hace con la debida evaluación, corre el riesgo de ser otra salida frágil y poco sostenible, que en el futuro enfrente a la población a problemas aún mayores, tal como ha sido la historia de los recursos hídricos en el estado hasta el presente.