Por: Antonio González Vázquez.
Si usted tiene el inexplicable deseo de ver y escuchar de cerca al gobernador o si de pronto le asaltó la tentación de codearse con la clase política en el Poder, verlos de cerca y quizá, hasta tocarlos y saludarlos, la ocasión propicia es hacia el mediodía de este viernes en el Informe del Gobernador. Las estrellas de la escena política local estarán al alcance de sus manos, o sea, oportunidad irrepetible para estar cerca, codo con codo, con aquel funcionario al que secretamente le ha mentado la madre por su soberbia, arrogancia o incompetencia. Si usted desea ver de cerca al gobernador, a los diputados, alcaldes, magistrados y toda suerte de burócratas que maman a diario de los recursos públicos con la misma gula de un bebé hambriento, acuda sin más al Centro de Convenciones de San Luis Potosí con domicilio para recibir notificaciones y todo tipo de quejas, en Bulevar Antonio Rocha Cordero número 125. Y si en realidad usted quiere ir y aventarse una letanía de al menos una hora acerca de presuntos logros del señor gobernador, tome en consideración que aunque usted sea un ciudadano potosino, al día en sus obligaciones fiscales y con todos sus derechos a salvo, no será sencillo entrar a escuchar y ver el Informe junto a tan selecta concurrencia. Para que usted, osado y valiente lector pueda ingresar al Mausoleo de Convenciones, deberá tener en sus manos una invitación igualita a la de la imagen, si no la tiene, mejor ni vaya. Si tanto es su interés por escuchar a su gobernador porque usted voto por él y es priísta de hueso colorado, déjeme decirle que no podrá conseguir una invitación por la vía del subterfugio, pues como bien dice la invitación que es al mismo tiempo el único e irrepetible pase de acceso, es una invitación “intransferible” e “indispensable”. Es decir, que el gobernador no solo se reserva el derecho de admisión a su ceremonia informativa sino que también está en su derecho de impedir el paso a colados y metiches indeseables. En patriótico y muy priísta color verde bandera, la invitación tiene en una de sus caras la imagen de palacio de gobierno como símbolo del Poder público del estado: es ahí a donde va el gobernador aunque eso no necesariamente es indicativo que desde ahí gobierna, toda vez que las malas lenguas juzgan que son otros los actores políticos que realmente gobiernan al estado e incluso, al gabinete. En la otra cara de la invitación está el número 1 abrazado por el símbolo de la “prosperidad” prometida por el gobernador. Por cierto, se solicita atentamente a quien tenga esa invitación que la conserve, puesto que tal vez sea la única prueba tangible de la existencia de doña Prosperidad. Desde las oficinas de Relaciones Públicas de Gobierno del Estado se habrían distribuido unas seis mil invitaciones, las más simplonas son las que se repartieron entre la concurrencia, los invitados especiales, digamos, los muy, muy especiales pueden andar sin acreditación y a sus anchas. Si usted, entrañable lector ansía y se muere de ganas de escuchar en el mismísimo lugar de los hechos al gobernador pero no tiene invitación, el culto y amable personal de vigilancia y de logística estarán en todo su derecho de mandarlo derechito a su casa. Pero no importa, véalo de este modo: como el señor gobernador quiere que todos estén enterados de todos sus logros, ha dispuesto que su mensaje sea transmitido en vivo por todos los medios de comunicación a través de sus plataforma electrónicas, así como por cuanta estación de radio y señal de televisión estén al alcance; de modo que aunque no tenga invitación podrá enterarse de manera sobrada y suficiente de los muchos, muchos, muchos, muchos logros del señor gobernador. Por supuesto, desde el lugar en que se encuentre, ya sea en su casa, automóvil o en el trabajo, usted es libre de ponerse de pie y ovacionar al señor gobernador, estamos seguros que su mensaje lo conmoverá y en un momento dado, lo podrá llevar hasta las lágrimas pues ni duda cabe que ese güero es una gran orador.
