Fernanda Durán
Durante la sesión ordinaria de mayo del Consejo Directivo Universitario (CDU), la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) tomó protesta a la nueva dirigencia de la Federación Universitaria Potosina (FUP) para el periodo 2025-2027.
Daniela Jonguitud Torres, estudiante de la Facultad de Contaduría y Administración, fue nombrada presidenta, y Steffany Itzel Rodríguez Ortiz, de la Facultad de Ciencias, vicepresidenta.
En su primer mensaje público, Jonguitud reconoció que el contexto universitario implica múltiples retos y necesidades específicas en cada facultad y campus; su prioridad será mantener comunicación constante con representantes estudiantiles, especialmente de las sedes foráneas.
“Al momento de que yo no estoy ahí presencialmente, necesito que los consejeros o los representantes de cada campus y facultad me digan cuáles son sus necesidades y yo ver la manera de gestionarlos por medio de la Federación”, dijo en entrevista.
Comentó que durante el proceso de campaña una de las principales peticiones en los campus fuera de la capital fue el acceso a becas.
“Fue algo que noté mucho, que preguntaban sobre eso. Obviamente hay muchas más necesidades, por eso es tan importante la comunicación”.
Respecto a las recientes manifestaciones por condiciones deficientes en la Facultad del Hábitat, la nueva presidenta consideró que estos actos “son una forma de hacer notar que algo está pasando, que algo está mal, que algo está afectando a los estudiantes”.
Añadió que su postura es respaldar estas expresiones “de manera organizada, pacífica” y explorar vías de diálogo con las autoridades universitarias para plantear soluciones.
Durante su intervención en el acto de toma de protesta, Daniela Jonguitud reconoció la complejidad del contexto universitario y la diversidad de problemáticas que enfrentan los estudiantes al afirmar que “cada necesidad es real que exista en nuestra comunidad”.
No obstante, expresó confianza en que el diálogo abierto y honesto puede ser una vía para encontrar soluciones colectivas
“Sabemos que no va a ser fácil, pero también creemos que el diálogo, cuando es honesto, nos puede abrir caminos”.
Además, aseguró que su intención no es confrontar, sino buscar acuerdos con las autoridades.
“Estamos dispuestas y dispuestos a construir con respeto y con apertura, porque cuando se trabaja con un mismo objetivo, se logran decisiones que mejoran la vida universitaria”.
También dijo que la FUP debe mantenerse vigilante y con capacidad de respuesta ante decisiones institucionales.
“La voz estudiantil no solo merece ser oída, merece ser tomada en cuenta en cada decisión que afecte nuestro presente y nuestro futuro”, expresó.
Durante la sesión del CDU, el rector Alejandro Zermeño Guerra entregó reconocimientos a Miroslava Giselle González y Mariana López Ponce, presidenta y vicepresidenta salientes de la FUP.
En su mensaje de despedida, González Sánchez hizo una reflexión crítica sobre los desafíos enfrentados como mujer en un espacio de liderazgo universitario.
“En el camino me encontré con muchas de las realidades que tantas veces se esconden bajo la superficie. El falso feminismo y, sobre todo, actos de misoginia que intentaron desacreditar, minimizar o silenciar”, expresó. “Aprendí que ser mujer en un espacio de liderazgo no es una desventaja, es una responsabilidad enorme y que romper con moldes impuestos incomoda, sí, pero también transforma”.
González también hizo referencia al trato institucional frente a los reclamos estudiantiles, al señalar que a veces “a la universidad le costaría menos aperturar el diálogo que blindar este edificio”, en alusión a las barreras físicas instaladas durante protestas anteriores.
También defendió los esfuerzos de su gestión por acercar la FUP a la comunidad universitaria.
“Durante estos dos años trabajamos por una FUP más cercana, más crítica, más humana. No todo fue perfecto, no todo se logró y no todos los cambios fueron visibles, pero sembramos semillas que estoy segura germinarán en las próximas generaciones”.
En la parte final de su intervención, González dirigió un mensaje directo a las nuevas consejeras y representantes estudiantiles, a quienes llamó a protegerse entre sí y mantenerse unidas como comunidad ante estructuras institucionales que “fallan y nos fallan mucho”.
Las exhortó a no temerle a las autoridades, a exigir respeto y a no negociar nunca la dignidad propia ni la de sus compañeras y compañeros.
“El silencio propio nunca debe ser una opción”.
