María Ruiz
Las quejas constantes de vecinos del Centro Histórico sobre la operación de anexos o centros de rehabilitación por adicciones finalmente rindieron frutos: las autoridades municipales comenzaron su reubicación.
El anuncio lo hizo Juan Antonio Villa Gutiérrez, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, quien explicó que algunos de estos centros, aunque operaban con permisos, recibían personas en tránsito con problemas de consumo. Muchos de ellos solo pasaban la noche y se retiraban al amanecer, lo que generaba situaciones de riesgo e incidentes en la zona.
Uno de los primeros centros intervenidos se encontraba —según se presume— en la calle Simón Bolívar.
“Se decía que aún había gente ahí, pero si quieren vamos ahora mismo; el lugar está vacío”, afirmó Villa Gutiérrez, quien aseguró que se trataba de un punto de riesgo detectado por las autoridades.
El funcionario detalló que el alcalde Enrique Galindo Ceballos ofreció apoyo para que los responsables del centro se trasladaran a un espacio más digno y con mayor control. La medida forma parte de una estrategia más amplia: se han identificado siete anexos más en el Centro Histórico con condiciones similares que serán revisados en los próximos días.
En colaboración con instancias como la Secretaría de Salud y la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), el municipio planea intervenir estos espacios y reforzar la vigilancia.
La iniciativa se discutió en la más reciente sesión del Consejo de Seguridad del Centro Histórico, donde los ciudadanos manifestaron su respaldo al trabajo de las autoridades.
“Los vecinos no se guardan nada. Cuando hay un problema, lo dicen y lo enfrentamos juntos”, concluyó Villa Gutiérrez.