Texto y fotografías de Estela Ambriz Delgado
En un recorrido por el Barrio de San Miguelito, se constató que los trabajos de rehabilitación de las calles apenas esta semana volvieron a reactivarse, lo que fue confirmado en un sondeo entre algunos de sus habitantes, quienes señalaron el poco avance, falta de planeación, entorpecimiento de la movilidad en la zona, e irregularidades detectadas en las obras.
El martes 9 de enero se observó en la calle 5 de mayo, a la altura de Valentín Gómez Farías, una máquina detenida y un grupo de trabajadores platicando, aproximadamente a las once de la mañana, y cuadras más adelante, un trabajador extraía agua estancada por fugas en tuberías en el tramo de Fuero a Miguel Barragán, para vaciarla en una alcantarilla.
Asimismo, en este tramo se constató lo denunciado por un habitante de la zona, quien dijo que antes de cesar por completo las obras en diciembre de 2023, los trabajadores rompieron algunas tuberías, las cuales repararon después de unos días, pero al continuar expuestas y sin la adecuada señalética que impida el paso de los automóviles y camiones repartidores, estos pasan por encima, afectándolas.
En la calle de Xicoténcatl se encontraban en labores cuatro personas, pero algunos ciudadanos mencionaron que trabajan pocas horas y descansan o se van, por lo que consideran que el avance es muy lento y no se hizo una correcta planeación.
Esto dificulta la entrada y salida del barrio para los vecinos, así como de sus domicilios, como lo menciona el señor Jaime.
“Lo que están haciendo aquí en las calles de San Miguelito me parece muy bueno; yo no estoy en contra del progreso, jamás, nada más que debieron empezar por una calle completa y terminarla a todo lo largo, son como cinco cuadras y nos dejaron nada más esta y la de Miguel Barragán y la que sigue incompleta, para meter los carros y para todo”, expresó.
De igual forma, el vecino, quien es un adulto mayor, manifestó su inconformidad con el perímetro que abarcaron en calles como Xicoténcatl, porque en algunas partes destruyeron banquetas y rampas, dejando sin ningún espacio seguro por dónde puedan transitar con carriolas, sillas de ruedas, andaderas, y otros.
Además, consideró que a los ingenieros encargados les faltan conocimientos, pues en lugar de conservar unas coladeras que se encontraban a los costados de la vialidad en las esquinas, y que eran efectivas en las épocas de lluvias, ahora se están colocando en medio.
“Yo pienso que a los ingenieros les faltan conocimientos también, si te asomas a la esquina, hay unas coladeras en la orilla, cuando la calle se llena por ahí se va el agua, pero echarla en medio, como está esa alcantarilla ahí, cuando se tapa tienen que destruir todo”.
