La piel sensible del alcalde capitalino.
Una de las estrategias de comunicación del alcalde de la capital, Ricardo Gallardo, es la de contar con un medio de comunicación a sus absolutas órdenes. Le gustan los periódicos, las revistas y los noticieros, pero solamente cuando hablan bien de él.
Ya tiene apalabrado un convenio para contar con un portal de información y está a la espera de hacerse de otro similar que dé pasos a lo impreso. La idea es hacer propaganda, no periodismo. El eje rector de ese propósito es su futuro político y su pretensión de lograr la liberación de su hijo en prisión desde enero pasado.
Astrolabio Noticias publica hoy una interesante nota informativa acerca de un discurso del edil ante sus simpatizantes, donde entrelíneas, les pide que no se crean lo que dice la prensa de él, que solo crean lo que él les dice a través de las redes sociales.
Cuando un político cree que su voz es la única y que no hay otra verdad sino la de él, entonces se pone en serio riesgo la vida democrática y de manera especial, a la libertad de expresión.
Amaga a los medios de comunicación con retirar las partidas de publicidad puesto que afirma que su administración no va a despilfarrar los recursos públicos en imagen, lo cual se contradice con su millonario gasto en el ayuntamiento de Soledad.
Por lo que dice en su tono críptico, es que habrá publicidad para los medios que vendan su línea editorial y se plieguen al ayuntamiento, para los que no hagan crítica. El tono de su advertencia, está matizado, pero en el fondo ahí está, ya enseña las garras y los dientes.
Como todos los políticos, dice respetar las críticas pero de inmediato actúa en contrario y pide a la gente que lo siga en redes sociales, que es él quien informará cómo va la administración municipal.
Es cierto, gastar en publicad en la prensa es muy caro e inútil. Mario García gasto 15 millones anuales en convenios con la prensa. Si ese gasto se eliminara sería bueno, pero si ese gasto se mantiene a favor de los dóciles que se dediquen a aplaudir al alcalde, entonces será peor.
Confundir la crítica y la publicación de información con “ataques” es un despropósito mayor y habla de la nula tolerancia que impera en palacio municipal frente al ejercicio periodístico.
