Orquídea, una casa de asistencia para la vejez LGBT+ (Video)

María Ruiz

En San Luis Potosí las personas adultas mayores pertenecientes a la comunidad LGBT+ han permanecido olvidadas por muchos años, pero esto no quiere decir que no existan. Hasta el momento no hay alguna estadística real que contabilice y que visibilice a las personas gay, lesbianas, transexuales y bisexuales, que transitan su vejez en condiciones vulnerables.

Para Franco Olvera Herrera, activista perteneciente a la comunidad LGBT+ y presidente de Orquídea A.C., esta falta de visibilización ha sido una de las principales motivaciones para crear esta organización, la cual se dedica a brindar apoyo a toda aquella persona perteneciente a la comunidad, que enfrente situaciones de riesgo emocional, violencia y precarización económica.

Pero, ¿qué tan necesario es reconocer la existencia de las diversidades sexuales en la vejez?

En un contexto social y cultural, donde las situaciones de violencia y discriminación por motivos de su orientación sexual se han ido acrecentando aún en pleno siglo XXI, es primordial –como menciona Francisco– entender la realidad estigmatizada de estos adultos mayores.

“Si las personas adultas mayores heterosexuales son olvidadas, rechazadas y echas a un lado, las personas LGBT+ de la tercera edad son invisibles completamente. Muchas de ellas tienen que ‘regresar al clóset’ para que los asistan nietos y sobrinos, en el mejor de los casos”.

Es por ello que, este activista, también se dio a la tarea de emprender la creación de un espacio físico, que sirva como refugio temporal para las personas mayores LGBT, que se enfrentan también al aislamiento social, al abandono, a la soledad y a una ausencia de reconocimiento de sí mismos y sus orientaciones.

Y es que, Francisco Olvera Herrera señaló que gran parte de las personas adultas mayores pertenecientes a la comunidad LGBT enfrentan un abuso constante a sus derechos humanos y, es por ello que, Orquídea A.C. brinda este espacio como casa de asistencia para que esta población no enfrente esa la falta de sensibilización, apatía e incluso hasta criminalización por sus preferencias sexuales.

Las personas adultas mayores LGBT cuentan, como lo menciona este activista, con un apoyo reducido o inexistente para atender desde servicios de salud, hasta lo más primordial como lo es una comida diaria.

El rechazo y la marginación siguen siendo problemáticas que imperan dentro de esta estructura social heteronormada; la sociedad e incluso las familias de estas personas adultas, continúan haciéndoles a un lado.

“Socialmente seguimos rezagados y hechos aún lado, pues incluso ahora las oportunidades para las personas LGBT son casi invisibles“.

Por otro lado, la falta de apoyo y aceptación ha obligado por años a un porcentaje de esta población, a ser explotadas y explotados sexualmente para subsistir incluso en su edad avanzada; ante la falta de oportunidades, como un efecto constante de la desigualdad que viven, se ven obligados a enfrentarse a este tipo de violencias.

“Muchas y muchos han perdido su empleo y tal vez tengan para pagar el espacio donde viven, pero no les queda para comer. Aunado a ello enfrentan jornadas en donde tienen que lidiar con personas violentas a cambio de su ‘labor sexual”, indicó.

Una comida con sabor a inclusión

Esta casa de asistencia funcionará como su nombre lo dice, para asistir a todo aquel y aquella persona de la comunidad que busque de manera temporal un refugio en donde poder tener alimento, baño, atención psicológica y hasta como un punto de encuentro donde pueda recobrar la dignidad que por mucho tiempo le ha sido negada.

La comida será uno de los elementos de apoyo primordiales de esta casa de asistencia, ya que cuenta con un comedor comunitario para toda aquella persona de la comunidad que busque y que necesite alimento.

La comida que aquí se realiza está elaborada por la madre de Francisco, la señora María Helena Herrera Gutiérrez, quien es una de las principales testigos del esfuerzo e ímpetu que este activista destina a esta asociación civil.

Su madre señala que poder ayudar dentro de esta casa de asistencia será un reto inigualable, repleto de mucha responsabilidad.

“Estoy segura que Francisco y yo tendremos mucho trabajo, pero estaremos satisfechos de ayudar a quien más lo necesita. Que sepan que aquí tienen un espacio donde además de recibir alimento, pueden convivir y ser libres”.

No obstante, para el presidente el presidente de Orquídea A.C., no existe distinción y este espacio también proveerá de alimento a madres, ancianos y a personas en condición de calle que necesiten comer.

“Si viene alguien más a pedir alimento, por supuesto que se lo vamos a dar. No se lo vamos a negar. La única condición es que sea para llevar, ya que este espacio libre de violencia, libre de discriminación y es exclusivo para las personas LGBT y que ellas se sientan como en casa”.

Asistir a quien más lo necesita

La vulnerabilidad de estos grupos, la injusticia social y la violencia ejercida por el desprecio a su orientación sexual, serían las únicas maneras en la que una persona podría quedarse bajo el techo de esta casa de asistencia y, sobre todo, si su vida peligra.

La casa de asistencia Orquídea funcionará como un espacio de refugio, un espacio donde se les protegerá y proveerá de las herramientas necesarias para salir adelante y enfrentar la complejidad de su contexto.

“Será un espacio de resguardo a su identidad, es decir, también fungirá como un punto de encuentro para convivir con otras personas de la comunidad. Esto, para que las personas adultas mayores LGBT+ se sientan como en casa, en confianza de poder ser ellas y ellos mismos”.

Aquí recibirán desde apoyo psicológico hasta jurídico, que les ayudarán a resolver su situación en lo que se encuentra la manera idónea de reintegrar nuevamente a este miembro de la comunidad a un espacio propio libre de violencia.

“Siempre hay adultos mayores y jóvenes que son expulsados de sus hogares, como resultado de sus preferencias sexuales e identidad de género. Sin embargo, la casa funcionará con base a diversos filtros, el de atención psicológica, psiquiátrica y una valoración de médica”.

De igual forma, Orquídea A.C. intervendrá y coadyuvará para que las familias de las personas pertenecientes a la comunidad LGBT+, entiendan que su orientación sexual no se trata de ninguna condición, enfermedad o situación grave.

“Las familias por supuesto que tienen que enfrentar su parte y Orquídea A.C. dispondrá de ayuda psicológica y jurídica para cualquier adulto mayor o persona LGBT, para que así puedan tener a su alcance un espacio de contención y que además su familia pueda reintegrarlo sin prejuicios que vulneren sus derechos humanos”.

Violencia y crímenes de odio

Tan solo el año pasado (2021), en México, se registraron un total de 21 crímenes de odio a personas integrantes de la comunidad LGBT+, según la información dispuesta por el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio (ONCO) contra personas LGBT+.

De estos, cuatro fueron perpetrados en el estado de San Luis Potosí, específicamente a mujeres transexuales, según las estadísticas.

Estas cifras han aumentado desde el año 2018, pues según la información referida por el ONCO, ese mismo año se registraron 36 homicidios de personas de esta comunidad; mientras que en 2019 hubo 65 asesinatos.

En contraste, para los años 2015, 2016 y 2017 se reportaron 18, 11 y 17 casos de asesinatos, respectivamente.

Estas violencias tienen un origen y parten de los discursos de odio, menciona Francisco, pues son los primeros actos de agresión a los que se enfrenta la comunidad LGBT+.

“Desde Orquídea estamos luchando por tratar de combatir estos discursos que menosprecian a las personas adultas mayores pertenecientes a la comunidad. Mucha gente se escuda en estas expresiones que laceran, lastiman y agreden a nuestros integrantes de la comunidad”.

Con ello, el activista refiere que, no hay que olvidar que México se encuentra en el quinto lugar a nivel internacional en donde más crímenes de odio se cometen en contra de las personas trans, gay y lesbianas, es por ello que esta casa de asistencia contará con el apoyo de la Policía Estatal, ya que las condiciones y contextos de violencia que envuelven a sus beneficiarios, les coloca en peligro de muerte.

Los crímenes de odio, actos homofóbicos o transfóbicos son ejercicios de violencia que nacen de los prejuicios sociales y culturales en contra de la diversidad sexual.

Por ello, en un país y en un estado donde la violencia ejercida contra las personas LGBT+, incluyen desde actos de tortura, acciones degradantes, uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias y hasta la muerte, la creación de espacios como la casa Orquídea siempre serán necesarios.

Esta es la segunda casa de asistencia creada en todo el país mexicano, específicamente dirigida hacia la comunidad LGBT+.

“La seguridad es primordial para las personas de todas las edades pertenecientes a la comunidad. No podemos evitar ver lo que pasa con nuestras y nuestros compañeros. Por ello en Orquídea las puertas están abiertas para quien pase por momentos de violencia”.

La ayuda comunitaria, la fortaleza de Orquídea

Asistir es la primera encomienda que tiene Francisco Olvera Herrera al dirigir la casa Orquídea, sin embargo, es una labor que no puede realizar solo, necesita de muchas otras personas que estén dispuestas a dar a quien más lo necesita.

Este proyecto contempla no solo asistir, sino que a futuro planea refugiar de manera permanente a personas adultas LGBT+.

Pero esto no puede lograrse de inmediato y es por eso que este activista solicita la ayuda de personas que puedan donar y hacer llegar desde alimento, artículos de limpieza, hasta la donación de muebles que permitan que esta estancia cuente con espacios dignos que las personas adultas mayores LGBT+ puedan disfrutar.

“Hasta el momento todo lo que tenemos ha sido donado por grandes compañeros y compañeras de la comunidad. No recibimos ningún tipo de ayuda gubernamental y por ello necesitamos el apoyo de toda la gente que esté deseosa de ayudarnos”.

Hasta el momento esta casa de asistencia se ha abastecido por la ayuda de otras personas, sin embargo, Olvera Herrera busca que este espacio forme parte de los programas de apoyo de instituciones estatales y municipales.

“La vejez LGBT+ existe y necesita del apoyo de todos. Esto es solo el inicio, pero se necesitará mucha más ayuda. Habrá mucha gente que alimentar y asistir, por eso solicitamos a la sociedad en general y a las autoridades que nos vean, nos ayuden en esta gran labor”.

Este trabajo le ha dejado grandes satisfacciones a Francisco, a pesar de los retos que implica crear desde cero un lugar destinado para ayudar a quien más lo necesita.

“Lo mejor de todo es saber que puedo ayudar a alguien. Yo sé lo que es pasar por circunstancias difíciles, lo que es no tener que comer. Por eso espero que Orquídea sea para ellas y ellos un sitio donde además de ser ellos mismos, se sientan como en casa”.

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