Antonio González Vázquez
Los criminales reducen sus acciones letales, pero no su brutalidad. A menos muertes, mayor salvajismo. Cuerpos embolsados, un colgado en un puente en la carretera 57 o tres cadáveres abandonados a unos cuantos metros de una parroquia en Villa de Ramos. Escenas dantescas que provocan miedo. Las ejecuciones han ido de más a menos durante los últimos meses, no así la ferocidad de quienes se dedican a matar. Aquí el relato teñido de rojo de la crónica mensual de ejecutados.
En el amanecer del 26 de mayo, un adolescente de 15 años de edad murió víctima de heridas por arma blanca. Un día antes había sido ingresado a un hospital luego de que paramédicos de la Cruz Roja lo recogieron afuera de un antro ubicado en la avenida Muñoz en el municipio de la capital. La Fiscalía General del Estado reportó que se habría tratado de una riña colectiva en el interior del antro, de la que el menor resultó gravemente herido para fallecer horas después.
Una riña callejera entre un par de jóvenes concluyó en la muerte de uno y la detención del otro. Los hechos, por la tarde del 30 de mayo en la calle Homero, fracción El Aguaje, municipio de la capital. Los rijos peleaban a golpes en la vía pública, hasta que uno de ellos arremetió con una navaja y le provocó a su rival graves tajos que al final lo postraron sin vida.
Por la mañana del 3 de junio, personal de la Guardia Nacional confirmaron el hallazgo del cuerpo de un hombre en el camellón central de la carretera San Luis-Querétaro, precisamente frente a las instalaciones de su centro de operaciones en la capital. La Fiscalía General del Estado reportó que se desconocían las causas del deceso: pudo ser víctima de atropellamiento o el cadáver fue abandonado en ese lugar. El fallecido no fue identificado.
En la comunidad Paisanos, municipio de Mexquitic de Carmona un hombre de aproximadamente 30 años de edad fue asesinado a puñaladas. Su cuerpo fue ubicado por habitantes de esa localidad por la mañana del 7 de junio y dieron aviso a la policía. El occiso no fue identificado ni se estableció residencia de origen.
Automovilistas que por la mañana del 9 de junio circulaban por la carretera México-Nuevo Laredo, tramo San Luis-Charcas, fueron testigos de un hallazgo impactante: un cuerpo que colgaba del puente vehicular del entronque con ese municipio de la zona Altiplano. El cuerpo envuelto en tela oscura oscilaba metros abajo del puente a la altura de la comunidad La Bonita. El puente lleva ese nombre también. Según el secretario general de Gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, el cuerpo habría sido colgado por miembros de una célula criminal del estado de Nuevo León y que la intención de colgarlo en territorio potosino sería para provocar pánico.
A unos metros de la iglesia de la Santa Cruz, vecinos de la comunidad El Salitral, municipio de Villa de Ramos, descubrieron tres cuerpos de hombres ejecutados que habrían sido abandonados en ese lugar durante el amanecer del 9 de junio. La policía municipal atendió el llamado de alerta y al confirmarse el hallazgo, fue notificada la Fiscalía General del Estado. Al lugar llegaron elementos de la Policía de Investigación, peritos y personal del Servicio Médico Legal. Los fallecidos no fueron identificados.
Al finalizar la tarde del 10 de junio, en la carretera San Luis-Querétaro a la altura de la comunidad Los Pilares, municipio de Villa de Zaragoza, fueron localizados los cuerpos embolsados de dos hombres asesinados. Estaban arrumbados a unos metros de la autovía donde yacían maniatados de pies y piernas y envueltos en bolsas negras. Los cadáveres no fueron identificados.
Sujetos armados acribillaron a un hombre que caminaba por la calle Benito Juárez en la comunidad Palma de la Cruz, municipio de Soledad de Graciano Sánchez. El crimen, a media tarde del 12 de junio. En el lugar de los hechos, la policía ubicó una decena de casquillos percutidos de armas de fuego de diversos calibres. La víctima no fue identificada.
En la comunidad Dulce Grande, municipio de Villa de Ramos, fue localizado el cuerpo embolsado de un hombre desconocido que fue abatido con armas de fuego. En el amanecer del 14 de junio, unas personas caminaban por una calle sin nomenclatura de esa comunidad y a unos metros de una cantina repararon en el cuerpo tendido y de inmediato dieron aviso a las autoridades. Sin mayores pistas sobre el crimen, la Policía de Investigación inició las indagatorias para esclarecer el hecho y dar con los responsables.
A unos metros de la carretera Ciudad Valles-El Naranjo, a la altura del camino de acceso al ejido El Veladero, fue localizado el cuerpo de un hombre de aproximadamente 25 años de edad que presentaba heridas por armas de fuego, así como signos de actos de tortura. El hallazgo, hacia las ocho de la mañana del 18 de junio.
Un sujeto de 26 años de edad asesinó a su padre de 68 años de edad al propinarle un golpe contundente en la cabeza. El crimen en la colonia Guanos en el municipio de la capital. Elementos de la Guardia Civil del Estado arrestaron al presunto responsable, luego de que testigos lo señalarlo en el mismo lugar de los hechos. El probable parricidio se cometió en los primeros minutos del 22 de junio.
Azael de 17 años de edad tenía dos días desaparecido hasta que fue localizado sin vida a unos metros de la carretera San Luis-Querétaro en su tramo del municipio de Santa María del Río. El cuerpo del adolescente presentaba múltiples lesiones por golpes y uno de gran contundencia en la cabeza, propinado probablemente con una roca. El hallazgo, por la tarde del 23 de junio.
En la Privada Emilio Carranza en la cabecera municipal de Soledad de Graciano Sánchez, por la noche del 25 de junio, un hombre mató a otro tras una riña. De acuerdo con testimonios obtenido por la policía, uno de los sujetos golpeaba a su esposa, en eso llegó el hermano de la víctima de violencia familiar y se inició una pelea a golpes hasta que uno sacó una pistola y baleó a su cuñado, cuyo cuerpo sin vida quedó arrumbado a media calle.
Durante los primeros minutos de la madrugada del 26 de junio, fue descubierto el cuerpo de un hombre no identificado que oscilaba colgado del puente del Libramiento norte a la altura de la comunidad Cándido Navarro, en el tramo del municipio de Soledad de Graciano Sánchez. El cadáver exhibía una cartulina de una organización delictiva clavada en el pecho.
