Altos costos de la tierra frenan desarrollo industrial y urbano en Soledad: Gallardo

Desiree Madrid

La falta de reservas territoriales y el alto costo del suelo en Soledad de Graciano Sánchez representan un obstáculo creciente para nuevos proyectos de desarrollo económico y urbano en la zona metropolitana de San Luis Potosí.

Así lo reconoció el gobernador potosino Ricardo Gallardo Cardona, quien señaló que incluso iniciativas públicas como la creación de un parque industrial o la instalación del Parque Tangamanga III se han visto frenadas por los precios del suelo.

“Ya el problema de Soledad no es la infraestructura, sino que la tierra está más cara que en la Zona Industrial”, afirmó Gallardo, al detallar que el municipio cuenta con condiciones favorables como conectividad, energía, escuelas y cercanía con el aeropuerto.

Sin embargo, la falta de terrenos accesibles ha encarecido los proyectos a niveles que calificó como “inviables” bajo las condiciones actuales del mercado.

El mandatario estatal detalló que muchas de las tierras disponibles han sido urbanizadas, lo que ha disparado su valor.

“Comprar un terreno en Soledad es como hacerlo en cualquier ciudad importante del país”, sostuvo.

En este contexto, se han iniciado conversaciones con ejidatarios, principalmente de la zona de “Los H”, para intentar adquirir entre 300 y 400 hectáreas que permitan abrir espacio para un nuevo parque industrial, aunque no se han anunciado acuerdos concretos.

Esta misma situación afecta la planeación del Parque Tangamanga III, un proyecto anunciado desde hace meses por el propio Gobierno del Estado.

“Estamos batallando para comprar 100, 50, 200 hectáreas para Tangamanga, porque el costo de la tierra ya es como si fuéramos a hacer un centro comercial”, señaló el gobernador.

Añadió que actualmente hay terrenos en Soledad que alcanzan los cinco mil o incluso siete mil pesos por metro cuadrado, cuando el promedio oscila entre mil y dos mil pesos.

El incremento en la plusvalía no solo dificulta el desarrollo industrial, sino también encarece la vivienda y frena la expansión de espacios públicos, lo que evidencia la falta de una estrategia de control territorial o reserva de suelo que anticipe el crecimiento urbano.

Pese a que el gobierno federal promueve la creación de nuevos polos de desarrollo en distintas regiones del país, en el caso de Soledad las condiciones del mercado inmobiliario parecen imponerse a los planes públicos.

La situación muestra un contraste entre el discurso oficial sobre crecimiento y la realidad del acceso a tierra, que hoy representa uno de los principales cuellos de botella para el desarrollo metropolitano.

El panorama deja en duda la viabilidad de los proyectos anunciados, mientras los precios continúan al alza y no se han ofrecido alternativas concretas para garantizar suelo a precios razonables que permitan avanzar con obras que, según se ha dicho, beneficiarían directamente a la población.