Un año de rezagos: Concejo de Villa de Pozos detecta fallas en agua, basura, drenaje y coordinación interna

Fernanda Durán

A un año de la creación formal del municipio de Villa de Pozos, concejales regidores que integran el Ayuntamiento provisional reconocen que los desafíos superan los avances. Las deficiencias en servicios públicos básicos como drenaje, agua potable, recolección de basura y alumbrado siguen siendo temas sin resolver, mientras la estructura institucional apenas comienza a consolidarse.

A esto se suma un entorno político fragmentado, con tensiones entre el Ejecutivo municipal y los propios integrantes del cabildo.

El municipio fue creado por decreto el 23 de julio de 2024, luego de un proceso marcado por suspensiones judiciales, resistencias vecinales, incertidumbre jurídica y un debate legislativo que culminó con la designación directa del Concejo por parte del Congreso del Estado.

Desde entonces, los concejales han operado con atribuciones de Ayuntamiento, pero sin el respaldo de una elección popular ni una estructura administrativa completa.

Para el regidor Dante Carreón, presidente de la Comisión de Alumbrado y Obras Públicas, el problema más extenso es el deterioro del drenaje sanitario.

“Un 80 por ciento de las colonias que he visitado tienen drenajes colapsados”, confirmó con base en recorridos semanales y solicitudes ciudadanas. La situación no solo representa una molestia cotidiana, sino un riesgo para la salud pública y el medio ambiente.

Aunque existe un convenio con el organismo operador Interapas, Carreón consideró que el municipio debe asumir una mayor responsabilidad.

“Lo primero que se tiene que hacer es crear una Dirección del Agua que empiece a realizar diagnósticos y defina cómo enfrentar la situación”.

Hasta ahora, esa dirección no existe formalmente.

Para Carreón existe una contradicción inaceptable, pues aunque Villa de Pozos lleva su nombre por la cantidad de fuentes subterráneas que posee, hay colonias enteras que no tienen acceso regular al agua potable y el abasto por pipas es común en diversas zonas.

La regidora Mónica López, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos y Participación Ciudadana, reconoció que el convenio con Interapas no ha sido suficiente, ya que el organismo “arrastra deficiencias que le impiden operar adecuadamente”.

Si bien admitió que ella misma padece la escasez en su colonia, llamó a la ciudadanía a pagar el servicio para evitar que aumente el número de usuarios en morosidad, lo cual agravaría aún más la crisis operativa.

Basura fuera de control y sin destino final

Otro de los problemas centrales ha sido la recolección de residuos sólidos. Carreón recordó que tras asumir funciones en octubre de 2024, el municipio no contaba con ningún mecanismo de recolección.

“El 1 de octubre cayó la bomba: no había recolección de basura”, expresó.

Pese a que se compraron camiones y se reorganizaron rutas, el servicio sigue sin cubrir al 100 por ciento de las colonias. La concejal Mónica López mencionó que aún hacen falta unidades para cubrir las rutas en los días correspondientes como estaban acostumbrados a recibir el servicio.

“Creo que hace falta mejorar el servicio. Se está haciendo lo posible desde la Dirección de Ecología, pero todavía falta trabajo”.

Más preocupante aún es la disposición final de los residuos, el concejal regidor criticó que los desechos continúan depositándose en el tiradero de Soledad de Graciano Sánchez, sin certeza sobre su disposición final.

“La información que tenemos, incluso asentada en actas de la Comisión de Ecología, es que se está tirando en el tiradero de Soledad. Lo curioso es que el propio alcalde de Soledad declaró en medios que ya estaban negociando llevar sus residuos al relleno de Peñasco, que es el único que cumple con la norma 083. Entonces no queda claro si también estamos contaminando ese tiradero o si se está llevando a otro lugar”.

El concejal advirtió que esta falta de transparencia y regulación implica riesgos ambientales graves.

“No podemos contribuir a contaminar a otro municipio. A lo mejor lo vemos como un tema de Villa de Pozos, pero realmente afecta a toda la zona metropolitana y al acuífero de San Luis Potosí”, advirtió al mencionar que las consecuencias podrían extenderse a Mexquitic, Cerro de San Pedro, Santa María del Río, Villa de Reyes y Soledad.

Normatividad en construcción y direcciones acéfalas

Ambos concejales coincidieron en que gran parte del trabajo institucional se ha enfocado en la creación de reglamentos y estructuras normativas desde cero.

López subrayó que la instalación del marco legal ha sido lenta, pero necesaria.

“Preferimos hacerlo bien a hacerlo rápido”, esto en cuanto a la reciente aprobación de la convocatoria para designar a la persona titular de la Dirección de Derechos Humanos.

No obstante, la falta de avances también ha sido motivo de frustración. Carreón confirmó que al revisar el organigrama en la Plataforma Estatal de Transparencia, varias direcciones siguen sin titular.

“No tenemos ni Dirección del Agua ni un relleno sanitario, ni suficientes patrullas ni una plantilla completa de servidores públicos. Así no podemos cumplir con lo que exige el artículo 115 constitucional”.

Aunque los regidores aseguran que el municipio “va caminando”, reconocen que la ciudadanía tiene razones para estar inconforme.

“Creo que pues falta mucho en el Ayuntamiento para que podamos también pedir una opinión unánime favorable para el Ayuntamiento; te mentiría si te digo que todos están muy contentos”, indicó López.

Carreón admitió que muchas gestiones no reciben respuesta o se resuelven parcialmente.

“Yo no puedo ejecutar recursos, pero trato de ser portavoz. A veces es frustrante”, dijo, tras documentar problemáticas persistentes en colonias como Santa Rita, Galeana, Arboledas y Ciudad 2000.

Tensiones internas y falta de coordinación

La gobernabilidad interna también ha enfrentado obstáculos. Aunque formalmente el Concejo Municipal de Villa de Pozos fue instalado como un cuerpo colegiado para gobernar de manera conjunta, en la práctica Dante Alán señaló que el Ejecutivo —encabezado por la concejala presidenta María Teresa Rivera Acevedo— ha operado con poca apertura al diálogo y sin una coordinación efectiva con el resto de los regidores y regidoras.

“Pareciera que el Ejecutivo es el que se manda solo, la única excepción que yo puedo hacer es de Secretaría General (…) la verdad es con él que se transita la mayoría de los temas”, afirmó.

Según su experiencia, los acuerdos se toman de forma unilateral y muchos temas relevantes para la vida del municipio ni siquiera son consultados con el Cabildo.

“Tengo entendido que ni siquiera el interior de su propio gabinete hay unidad, ya ni hablamos del Ejecutivo con el Legislativo. Caso contrario, por ejemplo yo sí te puedo presumir que los regidores y los síndicos de Villa de Pozos hay una comunicación total”.

Esta falta de coordinación institucional no solo afecta la dinámica política interna, sino que tiene repercusiones concretas en la ejecución de acciones, pues Carreón denunció que hay decisiones importantes que se han tomado sin consenso y sin informar a los demás concejales.

La regidora Mónica López, por su parte, se refirió al tema desde una perspectiva institucional, pero reconoció que hay diferencias.

“Cada quien tiene su representatividad dentro del Consejo. Lo que yo he visto es respeto entre los regidores, pero no siempre hay comunicación clara desde otras áreas”, comentó.

Carreón destacó que la excepción ha sido la Secretaría General, a cargo de René Oyarvide, quien sí mantiene contacto fluido con todos los ediles.

“Con él transitamos la mayoría de los temas, pero más allá de esa área, hay un desdén hacia el trabajo colegiado”.

Ambos concejales afirmaron que su compromiso es con toda la ciudadanía, sin distinción política. López insistió que desde su experiencia, el respeto ha prevalecido entre los integrantes del concejo, a pesar de las diferencias ideológicas.

Mientras que el concejal Dante sostuvo que “yo no niego la cruz de mi parroquia (Acción Nacional), pero yo no atiendo a los ciudadanos que sean de un solo partido, no, yo a todos, sin importar color, ideología creencia. Lo he dicho, creo que es un compromiso moral el que tengo de escuchar y atender a todos los ciudadanos, porque ellos no me eligieron a mí, a través del Congreso yo fui nombrado, pero creo que tengo el compromiso moral de atender a todos los ciudadanos”.

A un año del decreto que dio vida al municipio 59 de San Luis Potosí, Villa de Pozos enfrenta no sólo el reto de consolidar su estructura administrativa, sino también de responder de manera efectiva a las demandas de sus más de 150 mil habitantes.