María Ruiz
El alcalde capitalino, Enrique Galindo Ceballos, advirtió que la extracción y venta ilegal de agua en la zona metropolitana constituye un delito que será investigado y denunciado.
Esto luego de que se detectaron presuntas irregularidades en un pozo ubicado sobre la carretera a Matehuala, en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez el pasado 1 de noviembre.
“Esto es robo de agua. Es un delito, lo vamos a perseguir y vamos a presentar las denuncias”, señaló el edil, tras confirmar que el caso ya se encuentra bajo investigación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y otras instancias federales.
Galindo explicó que la revisión al pozo irregular inició después de que la persona que afirmó ser propietaria no acreditó la concesión federal necesaria para operar la extracción de agua. Por lo que Interapas recibió instrucciones de fortalecer la vigilancia en todas las fuentes de abastecimiento.
“Esto puede suceder en otras fuentes de agua y no es posible permitirlo. Hasta que la investigación esté completa podremos informar con detalle”, añadió.
El alcalde insistió en que no se debe confundir la existencia de pozos privados legalmente concesionados con verdaderas perforaciones clandestinas.
“No estoy seguro de que haya pozos clandestinos. Hay muchas concesiones privadas reguladas por la Conagua. En la zona metropolitana existen más de mil 200 pozos privados, y solo 140 están a disposición del servicio público”, explicó.
También precisó dónde sí se configura huachicoleo:
“Cuando un pozo privado—de un hotel, hospital o escuela—permite la entrada de pipas para vender agua, eso es huachicol. Ese delito no me corresponde perseguirlo a mí, porque se comete contra un privado”, afirmó.
Además, subrayó que cuando la extracción ilegal ocurre en pozos públicos, sí se configura un delito de competencia gubernamental.
“El huachicol en pozos públicos es distinto y ese sí forma parte de la investigación que estamos realizando”, puntualizó.
Galindo también indicó que hoy día las fallas recientes en el abasto no responden a una crisis nueva, sino a problemas acumulados por décadas.
“Lo que sucede con el agua no comenzó hoy. Tiene 10 o 15 años. Hay pozos con 60 o 70 años que se descomponen, se va la luz o dejan de jalar”, detalló.
Según el reporte diario que recibe de Interapas, “de los 160 pozos, normalmente funcionan entre 155 y 157. Nunca hemos tenido más de tres fuera de circulación. Actualmente está detenido el pozo de El Palmar, lo que afecta a zonas como Los Silos”.





