Bomberos constitucionalmente reconocidos… ¿por fin?

Por Victoriano Martínez

La noticia necesariamente es buena para los bomberos en el Estado… pero no al nivel que se requiere.

Este jueves, en la sesión del Congreso del Estado, se turnó a comisiones una iniciativa para otorgarles reconocimiento legal desde la misma Constitución estatal y en tres leyes más: la Orgánica del Municipio Libre, la Ley para la prevención y manejo integral e institucional de los incendios forestales y la Ley del Sistema de Protección Civil.

Un paquete de reformas y adiciones que no sólo les otorga vida jurídica, sino que a través de esa medida les garantiza contar con un presupuesto establecido anualmente por parte del Estado y los municipios, sin abandonar la posibilidad de contar con patronatos de apoyo desde la sociedad civil.

Hasta ahí la buena noticia porque desafortunadamente la iniciativa no atiende a una ocurrencia del mandatario estatal, que resulta ser el santo y seña para que los diputados le den un trato preferencial y pueda convertirse en ley en corto tiempo.

A esa desventaja se le suma el hecho de que contempla una reforma constitucional que implica que, al periodo que se tarden las comisiones de Puntos Constitucionales, Hacienda del Estado, Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social para su análisis y dictaminación, se añada el tiempo que tarde la aprobación por parte de la mayoría de los ayuntamientos.

Sí, es buena la pretensión señalada en la iniciativa para “el reconocimiento legal de los Cuerpos de Bomberos, así como garantizar su operación y servicio a través del trabajo en conjunto entre el Sistema Estatal de Protección Civil y los Municipios”.

También es cierto que “ha sido evidente el abandono del Estado con respecto a su debida incorporación en el régimen legal y dotación de recursos, lo que deja a la mayoría de los servicios de bomberos en manos de las iniciativas de la sociedad civil y con una obvia falta de marco legal para su actuación”.

Igual es de lamentar las dificultades que enfrentan los bomberos para operar, y que “los más notorios son la falta de apoyo por parte del Estado y Municipios sobre el otorgamiento de los recursos económicos tanto para el pago de salarios como para la compra y mantenimiento de equipo, además de la correcta capacitación para su personal”.

No obstante, entre lo que tarden las comisiones en dictaminar, se logre la votación en el pleno para aprobar las reformas y adiciones, se alcance la mayoría aprobatoria de los 58 Cabildos, los bomberos no podrán cantar victoria sobre la solución a sus penurias.

Tanto se ven obligados a trabajar en la escasez y la falta de las cosas más precisas para desempeñar bien su loable labor, que se ven obligados a trabajar por su cuenta para encontrar fuentes de financiamiento y así proporcionar herramientas, seguridad social y equipos de protección personal a sus elementos.

“Nosotros trataremos de tocar todas las puertas [para obtener recursos], tanto con la iniciativa privada, como con las autoridades municipales como de Soledad de Graciano, San Luis Potosí y Gobierno del Estado”, expresó Adolfo Benavente Duque, comandante del Cuerpo de Bomberos.

El mismo panorama enfrentan las ocho agrupaciones de bomberos existentes en el Estado, de las cuales cinco son municipales (Ébano, Axtla, Ciudad Fernández, Matehuala y Rioverde), dos regionales en la Huasteca y Huasteca Sur, y la metropolitana que opera desde San Luis Potosí capital.

La iniciativa garantizaría recursos más allá de las opciones oficiales que hoy tienen los bomberos: el fondo de apoyo de asistencia social que administra el DIF estatal, este año de 40 millones de pesos, que para acceder a alguna partida deben enfrascarse en una tramitología, y lo que les aporten los ayuntamientos de manera discrecional e inequitativa.

Contar con presupuesto estatal y municipal preestablecido anualmente aligeraría la carga que hoy les representa generar recursos propios para poder prestar tan vital servicio. Que ese presupuesto por ley no pueda ser menor al del año anterior garantizará continuidad en su capacidad para la atención de emergencia.

Pero es apenas la iniciativa y, en tanto se acomoden paternidades para presumir su realización, los bomberos tendrán que seguir su esfuerzo doble de salvar vidas acompañados por sus propias acciones para lograr su supervivencia… hasta para recolectar nueve millones para renovar el 85 por ciento de sus vehículos de ataque rápido para prestar servicios.

La buena noticia es que la iniciativa reconoce las necesidades de los bomberos… pero el contexto en el que se da poca importancia da a la urgencia de atenderlas.

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