Por Antonio González Vázquez
El 5 de mayo de 2016, es decir, hace diez meses, el Congreso del Estado aprobó la armonización de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del estado a la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública federal.
Esa tarde, se aprobó, según los legisladores, que para “hacer historia” y no quedarse en la “simulación”, que los 27 diputados publicarían sus declaraciones de intereses, fiscal y patrimonial a más tardar para el mes de junio. Eso no ha ocurrido.
De hecho, fue el diputado Enrique Flores quien mencionó esa baladronada de “hacer historia”.
En las obligaciones del artículo 84 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, fracción XVII referente a la “información en versión pública de las declaraciones de situación patrimonial, fiscal y de intereses”, no se publican.
Se mantiene en el portal electrónico del poder legislativo una serie de archivos que datan de enero de 2016, es decir, de hace 14 meses, que serían las declaraciones patrimoniales de 18 diputados, pero tampoco eso es cierto.
La diputada Xitlálic Sánchez Servín autoriza que se publique su declaración pero eso no se ha cumplido, mientras que otros como Sergio Desfassiux dice mediante oficio que no autoriza la publicación.
Como sea, lo que habían ofrecido los diputados y que incluso elevaron a categoría de ley en el sentido de que en junio publicarían las 3 de 3, no se ha cumplido y ha quedado en una burla más a la sociedad. No se podría esperar otra cosa, de hecho, bien mirado, los diputados son una burla de ellos mismos.