Por Antonio González Vázquez
El 16 de agosto de 2016, el alcalde de la capital fue a la colonia Las Flores para arrancar con la campaña de entrega de útiles escolares. A tan gallardo evento asistieron “más de tres mil niños y padres de familia”. Los paquetes en llamativo color amarillo fueron entregados con gallardía a los tres mil escolapios y padres de familia congregados para escuchar al gran benefactor.
Primero en Las Flores y luego, en el María Cecilia, en la Tercera Grande y en la Popular el alcalde se puso a repartir los paquetes lográndose cumplir el propósito deseado: los estudiantes…de más de 50 colonias se mostraron agradecidos.
Eso es gallardizar la educación.
Con recursos federales del Ramo 33 en la capital se conjuga en verbo gallardizar de este modo: yo entrego útiles, tú los recibes y ustedes me lo agradecen ¿Ok?
El año pasado se gallardizó la educación con 50 mil paquetes para igual número de niños de la primaria y 20 mil para la secundaria.
14 millones de pesos de inversión y 14 millones de gracias.
El mensaje del edil el año pasado a los tres mil niños que lo recibieron en Las Flores aquella vez: “hemos venido aquí a entregarles las herramientas para que en el futuro ustedes se conviertan en los mejores doctores, abogados, ingenieros y técnicos…”
Al día siguiente el alcalde fue a otras dos colonias y también a Villa de Pozos y entregó 7 mil 500 paquetes con libretas con la impugnada leyenda de “va con gallardía” y “trabajando con gallardía”.
Eso es gallardizar la educación.
La edición 2017 está por comenzar.
El uso proselitista de esos enunciados de presunto tono electorero, debe estar ya en el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación luego de que hace unos días, los magistrados locales resolvieron que el ayuntamiento no viola la ley con frases como esas.