Estela Ambriz Delgado
Vecinos de diversos fraccionamientos, aledaños a la planta de Producción y Envasado de Hidróxido de Calcio “El Zacatón”, de Cal Química Mexicana S.A. de C.V., así como organizaciones civiles, denuncian que a pesar de que fue clausurada de manera definitiva en 2023 por el Ayuntamiento de San Luis Potosí, dicha planta actualmente opera de manera normal, debido a la omisión del Concejo Municipal de Villa de Pozos.
Luego de la lucha legal que iniciaron desde julio de 2016 y que obtuvo su primer triunfo en 2023 con la clausura de la planta debido a que operaba sin licencias de funcionamiento, actualmente los vecinos de Bosques de la Florida, Residencial La Florida, Granjas de la Florida, y Real del Potosí, deben enfrentar nuevamente las afectaciones a su salud y al medio ambiente, que causan las actividades realizadas en esta.
Los ciudadanos y Grupo Ecológico la Florida informaron que la planta instalada en una zona de uso habitacional sobre la carretera Rioverde, ha vuelto a operar de manera impune, a pesar de las sentencias emitidas por el Tribunal Estatal de Justicia Administrativa (TEJA), que nulificaron la autorización de impacto ambiental, y las licencias de Uso de Suelo y de Construcción con que operaba.
El 23 de agosto de 2023, la Dirección de Comercio Municipal realizó un procedimiento administrativo de inspección y vigilancia, donde quedó demostrado que la empresa Cal Química Mexicana realizaba operaciones sin Licencia de Funcionamiento, lo que derivó en la clausura de la planta El Zacatón.
“No obstante, que todas las sentencias al respecto demuestran que la planta El Zacatón se instaló contraviniendo el Estado de Derecho, han sido entregadas junto con tres denuncias populares a la administración del Concejo Municipal de Villa de Pozos, y la clausura definitiva, aprovechando el desorden de la municipalización, la falta de experiencia de los funcionarios y la indiferencia del Concejo y su presidenta, la empresa continúa operando impunemente”.
Lo anterior a pesar de las múltiples denuncias que han presentado desde el 3 de marzo del presente año, que fueron acompañadas con evidencia contundente e indubitable de la operación de la planta, que no ha sido inspeccionada ni una sola vez, ni se ha efectuado el procedimiento administrativo que corresponde.
Los vecinos señalan que la empresa se encuentra nuevamente en operaciones, sin contar con la licencia de funcionamiento necesaria para cualquier establecimiento que realice actividades de tipo comercial, industrial o de servicios, con el pleno conocimiento de la autoridad municipal.
“Hoy, después de tantos años de una lucha injusta y desigual, en la que finalmente habíamos logrado mediante juicios el acceso a la justicia y nuestro legítimo derecho a un medio ambiente sano y a la salud, el presente gobierno municipal de Villa de Pozos nuevamente nos priva de esos derechos, que constituyen los pilares de una vida digna”.
En este sentido enviaron un mensaje a la concejal presidenta María Teresa de Jesús Rivera Acevedo, en el que le piden analizar a profundidad su caso, el cual ya ha sido resuelto en tribunales, por lo que Cal Química Mexicana no tiene justificación alguna para operar.
“En el estudio del caso dará cuenta de la afrenta que representa su omisión de iniciar un procedimiento administrativo y clausurar la operación de la planta de cal El Zacatón”.
Solicitan que, a través de su conducto, la Dirección de Comercio del Concejo Municipal atienda las denuncias que se han presentado y tome cartas en el asunto, y que realice el procedimiento administrativo correspondiente en contra de la empresa, para clausurar definitivamente la planta.
El origen de su instalación
El 28 de febrero de 2013, el Cabildo de San Luis Potosí encabezado por el hoy secretario de Cultura del Estado, Mario García Valdez, aprobó el cambio de uso de suelo de habitacional a industrial del área donde dos años después se construyó El Zacatón. Además de que la Dirección de Catastro y Desarrollo Urbano emitió las licencias de Uso de Suelo y de Construcción el 8 de abril de 2015.
Con el acuerdo aprobado, el Cabildo pretendió modificar el Plan del Centro de Población Estratégico de 2003, y en 2014 la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) autorizó el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) desarrollado por la empresa, el cual debía ser avalado anualmente por la dependencia estatal. Esto, durante el gobierno de Fernando Toranzo Fernández.
Sin embargo, un año después la Segam negó la autorización, debido a que no fue presentada la Licencia de Uso de Suelo, un documento imprescindible para la operación de toda actividad industrial. La decisión fue impugnada por la empresa en un juicio ante el TEJA, el cual resultó favorable para esta, y la Secretaría fue obligada a emitir una nueva resolución que les permitió continuar con su estudio.
Finalmente, el 13 de junio de 2018 la Segam renovó la Autorización de Impacto Ambiental otorgada en 2014, lo que dio permiso a Calidra para operar su planta por un tiempo máximo de 90 años.
Daños ambientales y a la salud
Esta planta de Grupo Calidra realiza la producción y envasado de 900 toneladas diarias de hidróxido de calcio, que en su proceso libera partículas altamente tóxicas; por ello representa un grave riesgo para el medio ambiente y la salud de las personas que habitan a poco menos de dos kilómetros de distancia, ocasionando graves enfermedades respiratorias, cutáneas y oftalmológicas.
De acuerdo con la explicación de Javier Castro Larragoitia, profesor investigador en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), el proceso de hidratación de calcio —también conocido como apagado de cal viva— genera una reacción que libera mucho calor, y por lo tanto se produce gran cantidad de burbujeo, el cual levanta partículas que son liberadas en el aire e ingresan al sistema respiratorio.
Asimismo, estudios indican que el hidróxido de calcio es un tejido corrosivo que causa quemaduras químicas agresivas graves, el contacto directo irrita la piel, su inhalación crónica puede causar bronquitis, neumonía, dermatitis cutánea crónica, formación de vesículas y ulceración; así como tos, líquido en los pulmones y dificultad para respirar.
Por otra parte, los principales problemas medio ambientales relacionados con la producción de cal, son la contaminación atmosférica y el consumo energético, además de que los procesos de hidratado y triturado son grandes fuentes contaminantes.
El Instituto de Prospectiva Tecnológica de la Oficina Europea de Prevención y Control Integrados de la Contaminación señala que las fabricas de cal provocan emisiones contaminantes a la atmósfera, al agua y al suelo, además ruidos y gases tóxicos.
Entre los contaminantes emitidos a la atmósfera, destacan óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono. Como explica Castro Larragoitia, estas partículas liberadas, caen sobre las plantas, las queman y mueren.





