Antonio González Vázquez
El gobernador Juan Manuel Carreras López suele hacer pronósticos fallidos especialmente cuando de elecciones se trata. Eso no parece importarle gran cosa y le place lanzar vaticinios sin más asidero que su mero deseo. El pasado sábado 15 de diciembre, el mandatario acudió a la sede estatal del Partido Revolucionario Institucional para tomar la protesta a los nuevos integrantes del Consejo Político Estatal del tricolor. Ahí, como si el primero de julio no hubiera pasado una aplanadora sobre su partido, Carreras López adelantó con optimismo desenfrenado que el PRI va a ganar las elecciones en el 2021.
“Vamos a trabajar durísimo, a sembrar para cosechar en 2021” y dijo también que “en el PRI nadie ve para atrás, con la renovación del Consejo Político Estatal de nuestro partido se ha sentado la base para dar la batalla en el 2021”.
“Estamos de pie, uniéndonos, reconociéndonos y viendo para adelante, no vamos a ceder y vamos con todo para refrendar la gubernatura del estado, ganar las presidencias municipales y los congresos de la Unión y del Estado”.
Vaya desmemoria.
El día 4 de marzo pasado, con ocasión de la celebración del 89 aniversario del PRI, Carreras López se presentó en el auditorio Plutarco Elías Calles en la también maltrecha avenida Luis Donaldo Colosio, donde además se tomó la protesta a todos los candidatos a puestos de elección popular que contenderían en los comicios del primero de julio.
Ese día, el gobernador y primer priísta del estado dijo con aires de profeta que “el PRI en San Luis Potosí ganará todos los espacios locales y federales; van a ganar no solamente nuestros compañeros al Senado de la república, no solamente nuestros compañeros a la Cámara de Diputados Federales, no solamente vamos a ganar el Congreso local y las presidencias municipales, sino que también vamos a hacer que gane Pepe Meade”.
Eso es lo que dijo entonces y ya sabemos todos qué fue lo que pasó. Ni ganó Pepe Meade, ni ganaron los candidatos a senadores ni a diputados locales; tampoco ganaron la mayoría en el Congreso y tampoco las presidencias municipales.
De hecho, de acuerdo con los resultados del primero de julio, en San Luis el PRI es también oposición.
Pese al notable desplome del PRI, el gobernador insistió el pasado sábado en el mismo cuento del carro completo, resabio del pasado que solo encuentra vida en la mente del mandatario potosino.
