Centinela: La Súper Estructura electoral del gobernador

Antonio González Vázquez

El mito genial afirma que los gobiernos de calidad confirman la preferencia electoral en favor del partido que gobierna.

La clase política tiene entre sus frases favoritas que los buenos gobiernos dan votos y triunfos electorales.

En realidad, es la estructura de partido y de gobierno, las que operan para conseguir el voto. Ese fue el factor clave que, en su momento, le permitió al Partido Revolucionario Institucional mantenerse como gobierno por décadas.

El gobierno controlaba todo.

El PRI y su maquinaria electoral con el respaldo de la estructura de gobierno, estaban diseñados para mantener clientelas electorales por la vía de la distribución del presupuesto.

Gobernar bien es muy importante, pero lo es también la estructura montada que, al ser parte de una estrategia única, pasa a convertirse en instrumento de control político y social.

La Gallardía sabe de sobra eso, así que desde el primer año del sexenio se han puesto manos a la obra para crear una estructura burocrática con fines electorales.

Así lo ordenó el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona.

Se trata de un movimiento político y de una decisión administrativa de alto riesgo, pues su planificación ha seguido la misma ruta de la geografía electoral, lo cual no puede pasar desapercibido.

El objetivo central trazado por el mandatario para su sexenio es el de “primero los pobres” y para hacer realidad esa idea, ha creado un extenso paquete de programas sociales que, en su primera etapa, deberán llegar a un millón de potosinas y potosinos.

La miscelánea de ayudas sociales, llegan a sus destinatarios a través de dos vías: el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia y la Secretaría de Desarrollo Social y Regional.

Fue creada la figura del Delegado Regional, uno por cada dependencia. Su sede es cada una de las quince cabeceras distritales electorales locales.

El gobernador anunció que habrá un Delegado de programas sociales de SEDESORE y DIF en cada uno de los 58 municipios del estado.

No hay duda, eso tiene aroma electoral.

Más aún, en los municipios de mayor densidad poblacional, habrá de cuatro a cinco delegados.

En diciembre de 2021, cuando el Partido Verde Ecologista de México realizó la presentación oficial de once alcaldes y alcaldesas que se sumaban a ese partido, su dirigente, Aracely Martínez Acosta, dijo que tal decisión voluntaria, obedecía a que, al unirse al partido en el gobierno, podrían desplegar sus acciones municipales con mayor coordinación con Gobierno del Estado.

El Verde ya tiene 29 municipios y ahora hay que sumarle a los Delegados Distritales y luego, a los Municipales. Los del chaleco verde tendrán la sartén por el mango.

Por su parte, el partido en plena campaña de afiliación en todo el estado, se fijó la meta de llegar al millón de militantes, cifra congruente con los alcances de los programas sociales

La administración estatal ha justificado que esa estructura creada era necesaria en tanto que ahora hay programas sociales antes inexistentes.

¿Entonces para qué están los municipios con los que se tienen convenios de coordinación?

La respuesta es simple: La Gallardía no desea intermediarios entrometidos, su intención es que cada beneficiario y beneficiaria, no tengan duda de que lo que reciben es gracias al gobernador y por extensión, al partido Verde.

Gallardo Cardona erigido en el gran benefactor.

Pese a que la estrategia electoral de los programas y recursos públicos es evidente, la oposición duerme en sus laureles.

Allá ellos.

El Verde será el beneficiario de la nueva estructura del DIF y SEDESORE.

Para cuando se inicie el proceso electoral de 2024, ese binomio ya se habrá consolidado y podría estar funcionando cual reloj suizo.

El gobernador continuará con sus giras por los municipios para realizar ceremonias de entrega de apoyos y lo hará a lado de cada Delegado, convertido en mano derecha del ejecutivo a la hora del reparto.

Las condiciones tan lamentables de pobreza y marginación que subsisten en el estado, impulsan a la gente a recibir los apoyos; es tal su necesidad que incluso desearían más programas de los ya existentes.

No es que la intención sea dar agilidad a la entrega de esos apoyos, sino que se trata de generar un vínculo político con el beneficiario del que se espera compromiso, disciplina y lealtad partidista en tiempos electorales.

Así han operado por más de quince años en Soledad de Graciano Sánchez, donde los programas sociales son la puerta de entrada al partido de la Gallardía.

Desde palacio de gobierno se afirma que la nueva estructura es para eficientar la entrega de los programas y puede que tengan razón, pero “si grazna como un pato, anda como un pato y se comporta como un pato, entonces ¡seguramente es un pato!”

Ya se sabrá en las próximas elecciones: si el Verde arrasa, es que la Súper Estructura habrá funcionado a las mil maravillas.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias NOTIMEX, La Jornada y Milenio.

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