Centinela: Mentir, robar y traicionar

Antonio González Vázquez

Para el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona, la suma de fuerzas del obradorismo y gallardismo da como resultado una “alianza perfecta”.

Esa definición la expresó el mandatario en su discurso durante la ceremonia de evaluación de los programas sociales que el pasado viernes, encabezó el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Expresión ciertamente fantasiosa en el sentido de que el gallardismo es la antítesis de los tres mandamientos de López Obrador: “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”.

Desde sus orígenes, el movimiento encabezado por el gobernador, ha dejado un largo rastro de huellas visibles e imborrables de que en realidad representa lo contrario al obradorismo.

Obran expedientes al respecto en la Unidad de Inteligencia Financiera y en la Fiscalía General de la República.

La alianza es tan perfecta, que las denuncias yacen petrificadas en los archivos de esas instituciones.

La presunción delictiva de esa corriente ahí está y seguramente ahí seguirá por siempre en un país en el que la transformación no ha alcanzado a las y los probables corruptos.

Tiene razón el gobernador, se trata de una alianza perfecta.

El grupo traicionó al Partido de la Revolución Democráticaque había llevado a Gallardo Cardona a ser presidente municipal de Soledad de Graciano Sánchez y a la Cámara de Diputados para irse a la bancada del Partido Verde.

Traicionó al partido del Sol Azteca y a sus legisladores federales que lo habían designado como su coordinador.

Es posible situar en febrero de 2019 cuando empezó a construirse la alianza perfecta.

En mayo de ese mismo año, el gallardismo tomó control del Partido Verde en San Luis Potosí y la alianza perfecta empezó a tomar forma para las elecciones del 2021.

El Verde ya era parte de la alianza Juntos Haremos Historia que llevó a López Obrador a la presidencia.

Apenas Gallardo ganó la gubernatura y ratificó la alianza con la 4T.

Ahí se encuentra ahora, es uno de los 23 estados que gobierna el partido del presidente. Es parte del bloque político más poderoso del país.

El movimiento del gobernador no comparte en los hechos los mandamientos obradoristas, pero es útil legislativa y electoramente para Morena.

No aportan gran cosa, pero eso es suficiente. Son como los invitados indeseables a los que hay que tolerar.

Aportan descrédito y desconfianza porque históricamente han sido rémora del PRI, del PAN y ahora de la 4T.

En ese mismo evento en Xilitla, el presidente López Obrador fue muy claridoso respecto de los políticos y partidos que sí mienten, engañan y traicionan.

No aludió al gobernador y jefe del gallardismo, pero cualquier escucha atento no pudo tener más remedio que ir a dar a las comparaciones.

El presidente envió un mensaje político: “Yo ya voy a terminar mi ciclo, pero me voy tranquilo por dos o tres razones: Primero, porque soy partidario del sufragio efectivo no reelección, soy maderista. Segundo, porque hay relevo, me puedo ir tranquilo porque cualquiera de los que pueden sustituirme tiene capacidad, los conozco y van a garantizar la continuidad con cambio”.

Y agregó: “No hay que tenerle mucho apego ni al poder ni al dinero; la felicidad verdadera es estar bien con uno mismo, es estar bien con nuestra conciencia y estar bien con el prójimo, esa es la verdad, esa es la felicidad”.

Subrayó algo fundamental, que “todos los apoyos se entregan de manera directa y sin intermediarios, nada que yo soy de tal organización, ya no primo hermano, ya se acabó y no se entrega nada a las organizaciones porque si se entrega a las organizaciones, muchas veces el apoyo no llega o llega con moche, con piquete de ojo”.

López Obrador, muy dado a la anécdota, compartió que: “Decían allá en mi tierra, no queremos candidatos de pollos ni de patos y borregos, chivos, puercos, cochinos, marranos eso es lo que son, pero ya se acabó ese tráfico con la pobreza de la gente porque el pueblo ya se empoderó. Pueden repartir y la gente las va a decir sí como no, ahí voy a estar, no te preocupes está seguro el voto y a la hora de votar, toma, toma tu Champotón”.

Y remató con vistas a las elecciones del año próximo: “Que cada quien vote por lo que le dicta su conciencia como hombres y mujeres libres que somos”.

El pensamiento del presidente y su forma de gobernar y de hacer política, son abismalmente diferentes a lo que mueve al gallardismo como gobierno y como fuerza política.

Pueden ser casualidades de esas que luego se dan, pero ese mismo viernes, Astrolabio Diario Digital publicó una nota informativa, acompañada de imágenes, en la que se reportó la entrega de despensas del programa alimentario de gobierno del estado, por parte de un dirigente del Partido Verde en Real de Catorce.

Más que una alianza que se presuma de “perfecta”, es una de conveniencia política de la que Gallardo saca la mayor tajada.

Para la cuarta transformación no es relevante si Morena crece o no en San Luis Potosí, con la gallardía tienen garantizados los votos y un probable triunfo en las federales del 2024, especialmente en la presidencial.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.

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