Por Victoriano Martínez
Tan irrelevante resulta la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP) que el Congreso del Estado, a través de su Comisión de Transparencia, una vez más incumple sin ningún recato la convocatoria por ellos mismos emitida para la selección del comisionado numerario del órgano que debería ser garante del derecho de acceso a la información pública.
Hace un año, todavía con los diputados de la anterior Legislatura a cargo del proceso de selección, el incumplimiento a una de las cláusulas de la convocatoria provocó que uno de los participantes interpusiera un amparo que, a la postre, provocó que la elección de comisionado numerario quedara suspendida, sin que a la fecha se pueda realizar.
Una situación que favoreció a José Alfredo Solís Ramírez, comisionado supernumerario nombrado desde 2020 y aspirante en 2021 para convertirse en numerario, lo que logró por la vía de suplir a Paulina Sánchez, comisionada saliente, desde hace un año.
La selección que realiza el Congreso del Estado este año es para sustituir a Mariajosé González Zarzosa, quien el 30 de junio termina su periodo como comisionada. Los aspirantes a ese cargo tuvieron la semana pasada para presentar su postulación.
La cláusula sexta de la convocatoria señala que “el Congreso del Estado a través de la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información Pública, dará a conocer en su portal web www.congresosanluis.gob.mx, una lista con los nombres de todas las personas solicitantes o propuestas”.
Han pasado cuatro días naturales (dos días hábiles) desde que cerró el registro y este miércoles, que transcurre el tercer día hábil, en la página del Congreso del Estado aún no se publica la lista. En los procesos anteriores al día siguiente del cierre del registro se publicaban los nombres de los participantes, incluso con currículos, exposición de motivos y plan de trabajo.
Extra oficialmente se obtuvo la lista de los participantes. El colmo: la información sobre el proceso de selección de quien deberá garantizar la transparencia se da en la opacidad y para conocer la información tienen que darse filtraciones. Los aspirantes son:
Mauricio Vladimir Barberena Sánchez, Claudia Elizabeth Gómez López, José Gerardo Navarro Alviso, Silvia del Carmen Martínez Méndez, Carlos Hernández Rivera, Jazmín Alejandra Torres Guevara, Luis Alejandro Velázquez Govea, María del Socorro Torres Pérez, Teófanes Montalvo Rivera, Yomara Guadalupe Rodríguez Olvera, Nancy Esmeralda y Ana Cristina García Nales.
Doce participantes entre los que sólo aparecen dos que también se registraron como aspirantes hace un año: Barberena Sánchez y Hernández Cervantes. Aunque hace un año no participó, Gómez López hoy sigue los pasos de Solis Ramírez. Es comisionada supernumeraria y aspira a convertirse en numeraria.
Para fortuna del Congreso del Estado, ninguno de los dos que repiten su postulación es quien promovió el amparo que suspendió el proceso hace un año. Quien lo hizo no pudo registrarse en esta ocasión porque se encuentra en cama por padecer una enfermedad.
Pero los diputados no pueden cantar victoria: cualquiera de los diez aspirantes al puesto que no participaron hace un año podría optar por recurrir al amparo si se siente agraviado por las faltas en las que ya comienza a incurrir la Comisión de Transparencia para dar cumplimiento a la convocatoria.
Todavía están a tiempo de subsanar deficiencias pero, sobre todo, de actuar con mucho rigor en cumplir cada uno de los pasos del procedimiento con tal apego a lo que establece la Ley y la convocatoria, para que no abran la posibilidad de que por segundo año consecutivo actúen con tal desaseo que la selección pueda ser suspendida por un juez federal.
De darse el caso, una vez más desde una posición supernumeraria se asumiría el cargo de numerario. En este caso sería Claudia Elizabeth Gómez López, quien aparece –extraoficialmente– en la lista de aspirantes a ser nombrada comisionada. Como Solis Ramírez hace un año, juega doble.
Los diputados hasta ahora han mostrado que, como hace un año, juegan a hacer como que cumplen con el proceso de selección. Finalmente cumplir la ley y la convocatoria les resulta irrelevante cuando lo único que les importa es cumplir con la instrucción que reciban desde el Palacio de Gobierno.
