Por Victoriano Martínez
Conforme la empresa Infraestructura Potosina de Carreteras, S. de R.L. de C.V., del Grupo Valoran, hace presencia en los ejidos por los que pasará la autopista a Matehuala que pretende construir genera indignación y rechazo entre los ejidatarios que cada vez cierran más sus filas para descartar aportar sus tierras al proyecto y contemplan exigir reparación de daños.
La primera denuncia de obras realizadas por la empresa sin la autorización de las autoridades ejidales se dio en el Ejido La Tapona, en cuya asamblea del pasado domingo hubo un rechazo unánime a las ofertas que los representantes del Infraestructura Potosina de Carreteras les hicieron.
Este miércoles, en el Ejido El Peyote –primero en el que se dio el rechazo y se le exigieron condiciones a la empresa que tendría que desahogar para el próximo 5 de mayo– se realizó una asamblea informativa para dar seguimiento a los temas tratados en la sesión de 5 de abril.
Entre las exigencias de los ejidatarios se encuentra la petición de demostrar que se cuenta con los permisos ambientales para intervenir un territorio que se encuentra en zona de influencia del Área Natural Protegida Reserva Estatal Real de Guadalcázar
Los datos que surgieron durante la asamblea informativa del día de ayer dejaron aún más mal parada a la empresa que encabeza el proyecto carretero.
Silvano Acosta, secretario del Comisariado Ejidal les informó que acudió a las oficinas de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en San Luis Potosí para consultar los trámites iniciados por la empresa para la realización de la autopista, especialmente en lo que respecta a su Ejido, y la respuesta es que no existe ninguno.
El dato no sólo desmiente a los representantes de la empresa, quienes a principios de abril aseguraron que se habían realizado, sino que da cuenta de las intenciones abusivas por parte de los empresarios: durante la asamblea informativa dieron cuenta del hallazgo de exploraciones con barreno dentro de su territorio.
Igual que en el Ejido La Tapona, en El Peyote la empresa invadió el territorio y provocó daños sin tomar en cuenta a los ejidatarios con un punto más de gravedad. El uso de barrenos para explorar el territorio no se limitó al área por donde se tiene contemplado el trazo de la autopista, sino en zonas alejadas.
Los ejidatarios midieron la profundidad de las perforaciones y estimaron que llegan hasta los diez metros de profundidad, lo que les hace considerar que la empresa realiza estudios de suelo, prospección de materiales y prospección de puentes.
Las muestras tomadas en áreas alejadas del trazo de la autopista despiertan la sospecha de que la empresa no sólo pretende afectar su territorio con la carpeta asfáltica, sino que además buscarán aprovecharse y extraer materiales sin importar el daño que le provoquen a su territorio ni los daños ecológicos que representen.
Los actos abusivos de los que se informó a la asamblea que fueron cometidos por parte de la empresa provocaron un acuerdo unánime entre los presentes para cerrar filas para no dejar pasar la autopista a menos que se cumplan con todas las autorizaciones, de la propia asamblea y las de carácter ambiental, y se presente un proyecto que proteja el tema hídrico y ecológico.
Entre los argumentos para adoptar una actitud de rechazo total se encuentra el reconocimiento de que la carretera afectará sus corrientes de agua, su tranquilidad y su seguridad, porque entregarla sería para siempre y se trata de una obra cuya naturaleza no permite un entorno de infraestructura en beneficio de los pobladores de esa zona.
Durante la asamblea se dieron testimonios de personas de ejidos que han pasado por una situación similar, vendieron sus tierras, recibieron el dinero y, con el tiempo, se arrepintieron.
Mario Gaytán Salas, presidente del Comisariado Ejidal, advirtió que no van a regalar su territorio porque están conscientes de que no se trata de una ocupación temporal y los daños que enfrenten serán para siempre, por lo que no bajarán la guardia.
Entre los asistentes se dieron diversos comentarios sobre la necesidad de estar preparados para contrarrestar las estrategias que suelen tener los empresarios para dividir a las comunidades. “Aquí se van a enfrentar con un muro”, dijo uno de los asistentes.
Infraestructura Potosina de Carreteras, del Grupo Valoran, ha pretendido convencer a los Ejidos de aportar sus tierras a la autopista en sus intervenciones en las asambleas, pero se ha saboteado con sus acciones que anticipan el poco respeto que le tienen a la dignidad de los ejidatarios y al medio ambiente.
La extraña urgencia por comenzar a construir la autopista los ha convertido a ellos mismos en su peor enemigo.