Estela Ambriz Delgado
El arquitecto Claudio Aldrete consideró necesario que se consulte a los ciudadanos sobre las obras que se pretenden realizar en el Barrio de San Miguelito, y advirtió de la importancia de vigilar el manejo y uso que se le dará al adoquín, dado que por su valor económico ha sido botín de anteriores administraciones.
El experto urbanista coincide con los habitantes del Barrio de San Miguelito en que el Gobierno del Estado debió informarles del proyecto y consultarles, pues el derecho a la ciudad requiere que se tenga la capacidad de diseñar el entorno a la medida de las necesidades de la ciudadanía, y por lo tanto la participación de la misma en estos procesos.
“Todos celebran que se hagan estas intervenciones, nadie puede negar que las calles están en mal estado, pero partir del derecho de que estén informados y de poder emitir una opinión y que sea tomada en cuenta”.
Asimismo, el arquitecto reiteró que el adoquín es parte del patrimonio de los potosinos y sin duda debe ser preservado, ya que forma parte del paisaje arquitectónico, tiene mayor calidad y beneficios que el concreto, además de un valor económico importante.
“Tiene un valor económico el adoquín sin duda. Sabemos que ha sido botín de muchos políticos y administraciones en el pasado, y precisamente por eso debemos tener cuidado”.
De igual forma, destacó que algunos de los beneficios de recolocar el adoquín, es que este material mejora la temperatura del ambiente, pues absorbe menos calor a diferencia del concreto, es más permeable por lo que permite una mejor filtración en la absorción del agua, y en general es de mayor calidad que el concreto.
Por otra parte, Claudio Aldrete dijo que es importante que en el proyecto se incluya también las redes de drenaje, ya que si pretende colocar una carpeta de concreto y no se arreglan las mismas, o se soterran los cableados aéreos, se tiraría mucho dinero a la basura porque para arreglarlo se tendría que romper la calle y se gastarían más recursos.
