Abelardo Medellín
Trabajadores de la delegación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en San Luis Potosí reportaron a la Federación el conflicto que se ha presentado entre dos autoridades delegacionales que han puesto en riesgo la operatividad del instituto en el estado.
A través de un oficio firmado por 159 trabajadores del instituto y entregado el pasado viernes 2 de diciembre al director general del ISSSTE, Pedro Mario Zenteno Santaella, los firmantes denunciaron una serie de irregularidades provocadas por la “desorganización, prepotencia y soberbia” de las autoridades delegacionales, Marcelina Oviedo Oviedo y María Guadalupe Vázquez Corona.
Según lo narrado por los trabajadores, el conflicto comenzó a mediados de 2022, cuando ambas autoridades subdelegacionales tomaron sus cargos y emprendieron “una lucha de poder que ha dificultado la operatividad de nuestra Institución en el Estado de San Luis Potosí”.
Los trabajadores del ISSSTE señalaron que la falta de organización entre Oviedo Oviedo y Vázquez Corona ha provocado que la institución haya estado en riesgo de no surtir los insumos médicos de los pacientes debido a que no pueden agilizar trámites, ni entregar los materiales a tiempo, porque “buscan la manera de ponerse el pie una contra la otra”.
De acuerdo con los firmantes, las subdelegadas han iniciado una enemistad interna que las ha llevado a buscar formar grupos al interior del instituto, para lo cual han tenido que despedir injustificadamente a ciertos trabajadores, para sustituirlos con sus “amigos”, quienes no tienen la preparación para ocupar dichos puestos.
Los firmantes aseguraron que uno de los problemas operativos que se ha advertido es que se ha asignado a personal sin experiencia en áreas administrativas, además de que ventilaron el caso del nombramiento que se dio este año al interior de la clínica “Dr. Pedro Bárcena Hiriart”, sobre el cual comentaron:
“[La clínica] se encuentra en manos de la doctora Lucero Jocelyn Velázquez Loera, quien según registros consultados, apenas en 2020 obtuvo su cédula profesional a nivel licenciatura como médico cirujano, por lo que es de preverse que no cuenta con las habilidades administrativas para encabezar tales trabajos, hecho que creemos no es lo más indicado para una clínica que tiene el deber de atender a una población de más de 140,000 mil derechohabientes”.
Además de los despidos y los nombramientos criticables, los trabajadores afirmaron que la enemistad interna entre autoridades ha traído consigo acoso laboral contra personal de áreas tan diversas, como mantenimiento o especialidades médicas.
De igual manera, apuntaron que hay trabajadores suplentes que también han sufrido de abusos, pero optaron no expresar su inconformidad por miedo a que se tomen represalias contra ellos y no puedan defenderse por su “situación precaria de contratación”.
Los trabajadores recordaron que esta no es la primera vez que padecen el abuso de autoridad por parte de subdelegados del instituto.
Narraron que, previamente, habían sufrido un problema de acoso contra trabajadores en la clínica “Pedro Bárcena Hiriart”, perpetrado por el doctor Emmanuel Bautista Perea, quien hoy ocupa el Departamento de Atención Médica Integral en la Delegación Estatal, sobre quien expresaron:
“Por sus actitudes prepotentes ya había tenido problemas en una clínica del Estado de México en donde laboraba, pero ahora y por el tema enfrentamiento de las subdelegadas de administración y médica que aquí se comenta, el acoso, el hostigamiento y el clima laboral se ha deteriorado en todas las unidades donde ellas han metido mano para hacer sus movimientos de personal, acomodo de ‘su gente’ en agravio de trabajadores que ya cuentan con años de experiencia”.
Los trabajadores afectados por la pugna interna de las subdelegadas, dijeron estar a la espera de que las autoridades federales intervengan y tomen medidas contra las involucradas con los abusos.
