Detectan nuevas modalidades para realizar fiestas clandestinas en la capital

María Ruiz

El alcalde de la capital, Enrique Galindo Ceballos, informó que las autoridades municipales han detectado nuevas formas de convocatoria y organización de fiestas clandestinas, que se realizan cada fin de semana en distintos puntos de la ciudad y que representan un serio riesgo para los jóvenes y para la seguridad pública.

De acuerdo con el alcalde, aunque no hay cifras exactas, se ha identificado un aumento en la frecuencia y en la sofisticación de estas reuniones.

“Prácticamente cada ocho días tenemos fiestas de este tipo. Es muy preocupante porque, después de lo que sucedió con el Rich, yo hice un compromiso de que eso no se debería repetir. Y sí, ya no ocurre en lugares establecidos, pero ahora pasa en sitios clandestinos, lo cual es más grave”, advirtió.

Galindo explicó que los organizadores utilizan redes sociales y aplicaciones de mensajería para convocar a los asistentes, modificando constantemente la hora y el lugar del evento para evadir la detección de las autoridades.

“Las invitaciones inician en grupos de WhatsApp, pero siempre terminan en Instagram, TikTok o Facebook. Ahí se comparten los detalles finales, como la dirección y el costo de la entrada, apenas una o dos horas antes de comenzar la fiesta”, detalló.

Estas fiestas también cambian la forma en la que se presentan: muchas veces se anuncian como celebraciones familiares o privadas —como cumpleaños, bodas o XV años—, pero en realidad son eventos con DJ, cobro de entradas y venta de alcohol.

“Nos ha pasado que llegamos a un salón y el dueño nos dice que era una boda o unos quince años, y en realidad era un rave”, señaló.

Las autoridades han detectado que estos eventos se desarrollan en una amplia variedad de espacios, entre ellos salones de eventos que se rentan con un giro distinto al autorizado; casas particulares con jardines grandes, donde se instalan luces, bocinas y barras de alcohol sin control; terrenos baldíos o bodegas abandonadas, que se acondicionan de forma improvisada para recibir a decenas de jóvenes; hasta clubes deportivos y empresas que se rentan bajo otros pretextos, pero acaban como sedes de fiestas clandestinas.

“Hay una desventaja para la autoridad, porque no sabemos dónde es ni en qué condiciones está el lugar. No hay permisos, no hay baños, no hay medidas de seguridad ni autorización de Protección Civil. No sabemos qué tipo de alcohol se vende ni hay control de entrada para menores; es mucho más delicado”, afirmó Galindo.

El alcalde destacó el trabajo de la ciberpolicía municipal, que a través del ciberpatrullaje monitorean las redes sociales en busca de convocatorias o publicaciones sospechosas.

“Están constantemente auditando las redes. A veces las convocatorias son por WhatsApp, pero siempre se difunden en Instagram o TikTok, y ahí es donde la Policía Municipal detecta, avisa a Comercio y a Protección Civil, y se actúa antes de que empiece la fiesta”, explicó.

Gracias a esta estrategia, las autoridades logran intervenir los eventos antes de que se consuma alcohol o ingresen menores, evitando incidentes.

“Comercio llega a tiempo para impedir que la fiesta siquiera inicie. Ese trabajo ha sido muy efectivo”, señaló.

Cuando se detecta un evento de este tipo, la primera medida es la clausura inmediata del lugar.

“Por eso es muy importante que el dueño del lugar revise qué tipo de evento se va a realizar y que se cumpla con las normas. Si no lo hacen, enfrentan sanciones e incluso denuncias penales”, puntualizó.