María Ruiz
La incertidumbre se acabó para la familia Viramontes Cruz, quienes este 15 de febrero fueron informados por la Fiscalía General del Estado (FGE) acerca de la detención de Guillermo Castillo, prófugo de la justicia desde 2014 y sentenciado por los delitos de feminicidio y secuestro simulado, en contra de una de sus hijas, Lupita.
Hoy la promesa que alguna vez le hizo Susana Cruz González a su amada hija Lupita Viramontes Cruz se ha cumplido, luego de que su feminicidio y las investigaciones en torno a este hecho estuvieron colmadas de irregularidades y que la obligaron a ella y a su familia a emprender una lucha en contra de la impunidad, para que uno de los principales responsables de su feminicidio pise por fin las rejas y cumpla con su sentencia.
La historia de Lupita Viramontes se enunció en el año 2019, cuando su hermana Sofía se manifestó por primera vez frente a la Fiscalía en medio de la movilización por el Día Internacional de la Mujer. A través de un mensaje potente y a su vez doloroso, compartió los hechos que le habían arrebatado la vida a su compañera de juegos y conversaciones, en aquel 29 de junio de 2012.
Ahora su voluntad, resistencia y búsqueda de la verdad, así como su reclamo por la justicia como familia, parece ser que se hace presente, pues Guillermo, quien desafió los límites de las autoridades y evidenció la falta de voluntad institucional hace más de nueve años, ya se encuentra en prisión.
“El que él estuviera prófugo nos daba incertidumbre, pero ahora solamente pedimos que se haga solamente lo que se merece. Nunca pensamos que iba a llegar el momento y la Fiscalía hizo lo que les correspondía, queda un camino más largo y difícil, y es hacer que la sentencia se cumpla como corresponda”, indicó Susana Cruz.
Una labor en la defensa de sus derechos humanos como víctimas colaterales del feminicidio de Lupita, que les requirió valor para dar seguimiento al rastro de una persona prófuga que acabó con la armonía de una familia.
“Ha sido un camino muy largo y de mucho tiempo, tal vez ese camino no se debiera recorrer en tanto tiempo para lograr la justicia. Nos gustaría que para otras familias fuera un proceso mucho más fácil, menos doloroso y largo, porque lo que nos mantuvo ahí era justo esa promesa que habíamos hecho, no importa cuánto tiempo pasara, pero algún día se tenía que cumplir y el hecho de haber decidido cada día levantarnos y luchar fue parte importante de ello”.
Por ello, hoy más que nunca la familia Viramontes Cruz dará seguimiento a las acciones de las autoridades impartidores de justicia, para que la condena de Guillermo se efectúe y se realice la debida reparación del daño y no repetición.
“Queremos que las autoridades lleven a cabo los procesos correctos, con personas preparadas, puesto que no es una sentencia sencilla. Recordemos que el ahora detenido era menor de edad cuando sucedieron los hechos y cuando fue sentenciado, también”.
Cruz Rodríguez señaló que la sentencia que se le dictó a Guillermo Castillo en el año 2014 fue una de las más altas que se le dictó a un menor en aquel momento, ya que le otorgaron 17 años de prisión. Por ello debe de haber preparación, conocimiento, seguimiento y especialización de parte del Poder Judicial del Estado, de la Fiscalía y de todas las personas involucradas dentro del proceso, para que no se repitan situaciones como la que vivió su familia.
“Yo solo le puedo decir a aquellas madres, a aquellas familias que enfrentan una situación similar, que nunca desistan de su lucha, que se habla de una justicia pronta y expedita, pero cuando vivimos un hecho tan lamentable, el camino es muy difícil y complicado. Debemos perseverar y abrir las puertas para que las autoridades te escuchen y seguir exigiendo el derecho al acceso a la justicia”.
