El poderoso 57

Octavio César Mendoza

Por este San Luis Potosí de mis amores y desamores, cruza la carretera más importante del país, cuyo numeral que la identifica es el 57. En 1857, el estado potosino estaba dividido en cuatro grandes demarcaciones: Venado, San Luis Potosí, Rioverde y Tancanhuitz; casi como lo que son hoy las regiones Altiplano, Centro, Media y Huasteca, por orden nominativo y por como se aprecia en el mapa de dicho añejo. En ese ciclo de cambios inicia la llamada “Guerra de tres años” y el preclaro Ponciano Arriaga, abogado, político, parlamentario, periodista y militar potosino, se convierte en el principal redactor de la reformista y liberal Constitución de 1857.

Un siglo después, erigido sobre la incandescencia, despega de los desérticos suelos del municipio de Charcas el cohete “Física I”, primero en su tipo lanzado en territorio nacional mexicano, y antecedente del proyecto “Cabo Tuna”, liderado por el Instituto de Física de la entonces moderna y visionaria Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Cinco meses antes, en la Ciudad de México, un temblor hacía caer a la Victoria Alada, más popularmente denominada como “El ángel de la independencia”, y ya más para acá, los dorsales del pantaloncillo y la tabla de la camiseta de “Lucho”, la mascota del Club San Luis, están rotulados con el mítico 57.

Es importante hacer notar que la simbología de poder del número 57 traspasa las lindes del asombro cuando entendemos que, en la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de San Luis Potosí, el Artículo 57 es como los rayos de Zeus, que pueden destrozar montañas y matar Titanes, y fueron creados y dados por los cíclopes al Dios de Dioses romano después de que él los liberó del Tártaro, que es el lugar a donde se envía a los pecadores según el Libro VI de la Eneida de Virgilio, quien lo describe como un foso gigantesco rodeado por el llameante río circular “Flegeonte”, el cual, además, está cercado con tres murallas; sí, como los tres candados de “La puerta negra” de “Los Tigres del Norte”. Amazing!

Resulta que el antedicho Artículo 57 permite “Erigir, suprimir y fusionar municipios tomando en cuenta criterios de orden demográfico, político, social y económico, así como, en su caso, (las comas son mías) consultar a la ciudadanía de los municipios interesados a través de plebiscito” (XXVI). El Poder Legislativo también tiene la autoridad, “por acuerdo de al menos las dos terceras partes de sus integrantes, suspender ayuntamientos, declarar que estos han desaparecido y suspender o revocar el mandato a alguno de sus miembros, por alguna de las causas graves que prevenga la Ley Orgánica del Municipio Libre, dándoles la oportunidad para que rindan pruebas y aleguen en su defensa, con pleno respeto a la garantía de audiencia y legalidad” (XXVII), además de dividir territorios y nombrar Concejos Municipales (XXVIII), entre otros actos de autoridad fundamentales para mantener o crear gobernabilidad –my point of view.

Qué argumento constitucional más razonable fue establecido para suspender (disolver o desleír me parecen sinónimos más bellos) un ayuntamiento que un vínculo criminal, una asociación delictuosa, una articulación de personas con finalidades malignas, como se presume del que gobierna Matehuala; y, en oposición, qué maravilloso privilegio constitucional este que faculta la creación de nuevos municipios cuyos habitantes desean ser sus propios amos y dejar de vivir bajo el vasallaje colonialista de la Capital del Sí, como lo desean cumplir los habitantes de Villa de Pozos. Y no me vayan a prender a los habitantes de “El Saucito” para fundar “Nuevo Charcas” en el antiguo territorio de “El Encinillo”.

Bajo dicha óptica, la iniciativa para modificar la fecha de inicio del proceso electoral, aprobada por el Congreso del Estado, resulta inexpugnable porque cumplió con todas las formalidades del proceso legislativo; pero también por dos aspectos esenciales: uno de forma, y otro de fondo. El primero, porque la iniciativa cumplió con el procedimiento legislativo, ya que fue analizada y votada en la Comisión de Puntos Constitucionales y parlamentada y aprobada en el Pleno del Congreso del Estado; y el segundo, porque los defensores del proyecto expusieron que esto no es inédito (Estado de México y Coahuila son los ejemplos más inmediatos, pues iniciaron su proceso electoral en enero y las justas democráticas sucedieron en junio de 2023) por lo que gastar energías en patadas de ahogado no vale la pena. Ya hasta Oscar Vera se dio cuenta, y vaya que él sabe lo que es evitar la fatiga.

Dese aviso a los legisladores de Acción Nacional del Potosí de que ahí mismo ejercieron su derecho a la deliberación parlamentaria, y durante el desarrollo de la misma se hizo valer el respeto a la pluralidad de fuerzas políticas al interior del Poder Legislativo, y que en ningún momento expusieron una razón justificada para votar en contra de la iniciativa, minimizando, a su vez, a la autoridad legal y moral que representa la doctora Paloma Blanco López, presidente del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, quien señaló que dicha iniciativa no afecta la operatividad del organismo electoral. Dese aviso también, como sabiamente lo sugieren las Historias Paralelas, de no tratar de interferir en la conquista del destino de Villa de Pozos, y de no tratar de defender lo indefendible, en el caso de Matehuala.

Una cosa es la lealtad, otra la abdicación del ejercicio autocrítico, y otra la confabulación, amigas y amigos panistas. Léanse “Los derechos del hombre deben ser escuchados”, del preclaro Ponciano Arriaga. Hay una bella versión editada por la Cámara de Diputados en su LXII Legislatura, del año 2015, perteneciente a la Biblioteca del Pensamiento Legislativo y Político Mexicano. Es emancipador.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Nació en San Luis Potosí en 1974. Actualmente es director de Publicaciones y Literatura de la Secretaría de Cultura, y también dirige la Casa del Poeta Ramón López Velarde y la Editorial Ponciano Arriaga. Ganó el Premio Nacional de la Juventud en Artes en 1995 y el Premio 20 de Noviembre en 1998 y 2010. Ha publicado siete libros de poesía y uno de cuento. Fundador de las revistas Caja Curva y CECA, también colaboró en Día Siete, Tierra Adentro, entre otras. Asesor de Marcelo de los Santos Fraga de 1999 a 2014, siendo él presidente municipal, gobernador y director de Casa de Moneda de México.

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