María Ruiz
En los últimos años, en San Luis Potosí se tienen registrados al menos tres casos de violencia química contra mujeres a través de ataques de ácido, de acuerdo con Carmen Sánchez, sobreviviente de violencia química y presidenta de la Fundación Carmen Sánchez, la primera asociación civil en Mexico que tiene el objetivo de defender a mujeres sobrevivientes de ataques con sustancias químicas.
Señaló que si bien en San Luis Potosí el Congreso del Estado aprobó la armonización de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para catalogar el uso de sustancias corrosivas o tóxicas como violencia física, aún hacen falta modificaciones en el Código Penal para que estos ataques sean tipificados como tentativa de feminicidio.
Una lucha social por la que Carmen Sánchez ha trabajado durante los últimos diez años y gracias a la cual en mayo de este año, logró que el Estado de México castigara a su agresor con 46 años y ocho meses de prisión, vinculado por el delito de tentativa de feminicidio, siendo esta la primera sentencia en México y América Latina que reconoce los ataques con ácido y con otras sustancias en esta tipificación.
“Nosotros acompañamos a mujeres sobrevivientes de violencia química, y la verdad es que hasta hace un par de años este tipo de violencia no era reconocida ni para la sociedad ni para las autoridades, a pesar de que son casos de violencia más extremos y más crueles”.
Carmen Sánchez remarcó que a nivel mundial el ataque químico o de ácido contra mujeres son de los casos más invisibilizados, por lo que la Fundación Carmen Sánchez lleva a cabo un registro de víctimas, en el que han contabilizado en los últimos 30 años un total de 44 casos de violencia química en México, tres de ellos se ubican en San Luis Potosí.
La activista explicó que se tratan de casos de mujeres sobrevivientes a la violencia química que se han atrevido a denunciar.
“En San Luis Potosí solo tenemos tres mujeres identificadas y solo hemos tenido contacto con dos y estamos en espera de que se pueda realizar en cada uno de los estados ese registro tan necesario, porque cifras oficiales no existen”.
Reiteró que violencia química debe ser considerada en el Código Penal de cada estado como una tentativa de feminicidio, pues se trata de un acto despiadado que persigue y estigmatiza a las mujeres, y que de alguna manera las mantiene sujetas a las violencia de su agresor.
“Estamos hablando de una sustancia letal que derrite tu piel en segundos y no te da la oportunidad de ser auxiliada, entonces por eso es que nosotros hablamos de un tipo de violencia feminicida y así es como estamos buscando se tipifiquen”.
Sánchez subrayó además que este tipo de violencia comúnmente es ejercida por parejas, exparejas o personas allegadas a las víctimas, y en su mayoría la ejercen como un acto de venganza feminicida.
“Nosotras queremos sentirnos seguras de camino a casa, al trabajo, tener espacios seguros. Los ataques de violencia química lo hacen con la total intención de aniquilarnos”.
En este sentido, Carmen Sánchez indicó que desde su Fundación se ha registrado incluso casos de mujeres que han sido torturadas con ácido antes de ser víctimas de un feminicidio, un ejercicio de violencia que revela una antesala de su muerte.
“Claro que buscamos desde la regulación de venta de estos químicos, hasta la modificación de los códigos penales de cada estado, porque los hombres cada vez están violentando a las mujeres de una forma más cruel y sádica”.
