Carlos Rubio
“Yo creo que fue uno de los intentos más escandalosos de defraudar al patrimonio municipal”, así es como el notario público y analista político, Eduardo Martínez Benavente, recuerda el contrato firmado entre la empresa Panavi S.A. de C.V. y el gobierno municipal encabezado por Mario García Valdez, con el que se pretendía endeudar a San Luis Potosí durante 15 años con la cantidad de mil 301 millones 931 315 pesos con 35 centavos.
En entrevista con Astrolabio Diario Digital, Martínez Benavente compara las licitaciones llevadas a cabo por las administraciones de Mario García Valadez y Xavier Nava Palacios, respectivamente, para la compra de luminarias que intentarán sacar de las penumbras a la capital potosina. Además un repaso por la trama del caso Panavi, y la aparición de la “gallardía” y su lamentable desenlace.
Panavi, una deuda eterna
El 27 de abril de 2015, Mario García firmaba el Contrato de Prestación de Servicios para el Cambio y Mantenimiento de Luminarias LED en el Alumbrado Público del Municipio de San Luis Potosí, con la empresa Panavi S.A. de C.V., la cual entraba en convenio con Lámparas Ahorradoras de Estado Solido S.A. de C.V. y Centro de Distribución Energético S.A. de C.V. Curiosamente esta unión fue la única que “calificó” para una licitación nacional, por lo que fue elegida sin ningún contratiempo.
Para Martínez Benavente la convocatoria a la licitación “estuvo llena de trampas y sobre todo dirigida, por los requisitos y las descalificaciones que hubo para que nadie participara más que ellos”.
Luego de que se diera a conocer a fondo el contrato firmado entre la empresa y el Municipio, la opinión pública se volcó en contra de quienes pretendían gastar mil 301 millones 931 315 pesos con 35 centavos, por 47 mil luminarias LED. Destacaba también que dicho pago se haría en 180 mensualidades; las primeras serían de más de cinco millones y medio, pero al cabo del mes 73 serían de siete millones y finalmente al mes 169 se estarían pagando casi nueve millones de pesos mensuales por concepto de instalación, operación y mantenimiento de luminarias, prometiendo un ahorro de 62 por ciento en el gasto de energía eléctrica.
El precio unitario de cada lámpara era de 27 mil 700 pesos, mientras que, en el municipio vecino de Soledad de Graciano Sánchez, se habían adquirido 16 mil lámparas, al precio de 10 mil pesos cada una. Todo apuntaba a que el ex rector de la UASLP había adquirido lámparas con un inimaginable sobreprecio.
La empresa se comprometió a instalar las 47 mil luminarias antes del 24 de agosto de 2015, sin embargo la salida de García Valdez de la Presidencia Municipal y la llegada de un tercer actor, indujo el caso en una pesada incertidumbre para los potosinos. Al cabo de un año apenas se habían instalado cuatro mil lámparas.
Gallardo Juárez, el candidato y el presidente
En el año 2015, Martínez Benavente escribía para Proyecto Tabano: “El candidato que resulte electo como presidente municipal de la capital debe entrevistarse de inmediato con el alcalde Mario García Valdez para pedirle que detenga el inicio de las operaciones para el cambio y mantenimiento de las más de 47 mil lámparas”.
En aquel tiempo, la “gallardía” cimbraba su fuerza en Soledad de Graciano Sánchez y buscaba esparcirse hasta la capital potosina. Ricardo Gallardo Juárez era el candidato del Partido de la Revolución Democrática y sus contrincantes eran Manuel Lozano y Xavier Azuara.
A través de una entrevista radiofónica llevada a cabo el 16 de junio de 2015, Gallardo Juárez amenazaba con la cancelación del contrato con Panavi y lanzaba una consigna directa contra Mario García Valdez, asegurándole que no le temblaría la mano en denunciarlo.
“Yo quiero comentarles a los radioescuchas y el mensaje también es para Mario García Valdez: que no siga endrogando al Municipio y que le pare, pues en un momento dado a la licitación de la luminarias. Esa licitación está chueca, está mal, y de seguir con eso no me va a temblar la mano, y desde ahorita se los comento ya de una vez para que no haya malos entendidos”, decía un eufórico Ricardo Gallardo que buscaba más que nunca la aprobación de la capital para quedarse con el poder.
Sin embargo, una vez electo y con el control del erario en sus manos, cambió radicalmente su postura. Panavi dejó de ser un problema para él y se convirtió en una necesidad.
El 13 de mayo de 2016 se autorizó en sesión de Cabildo la modificación del contrato celebrado entre el Ayuntamiento y la empresa Panavi. Dicha modificación contemplaba la exoneración a Panavi por el incumplimiento del contrato al no terminar la instalación de las luminarias en el tiempo acordado y, además, se acordaba aumentar el pago de mil 301 millones 931 mil 315 pesos a mil 512 millones 104 mil 380 pesos.
Martínez Benavente considera este movimiento propiciado por Gallardo Juárez como una de las tantas “pillerías” que llevó a cabo durante su administración.
“No solamente lo criticó primero y después estuvo de acuerdo, la administración de Gallardo todavía tuvo el cinismo y descaro de sumarle otros 200 millones de pesos al contrato”, comenta con frustración el analista político al recordar el vergonzoso episodio por el que pasó la capital potosina durante aquellos años.
Luego de ser aprobada en Cabildo, la petición de Gallardo Juárez fue enviada al Congreso del Estado, en donde, en un primer momento, fue aprobada por las comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales, después se sumergió en un abismo.
Era el turno de votar en el pleno el dictamen que incrementaría en 210 millones 172 mil 64 pesos el contrato iniciado por Mario García Valdez con la empresa Panavi. Sin embargo, parecía que nadie quería hacerlo. “Extraños” sucesos provocaban que no se incluyera el tema en la Gaceta Parlamentaria o que simplemente se suspendiera su discusión.
La solicitud cumplió un año en manos del Poder Legislativo. El caso Panavi se encontraba congelado por los diputados locales. El rechazo de la sociedad y la presión política crecían descontroladamente, y mientras tanto San Luis Potosí seguía manteniendo un grave problema de iluminación.
Oportunamente, el líder de la bancada priista en el Congreso del Estado, Fernando Chávez Méndez, dejaba al descubierto la “compra de voluntades” por parte de la empresa Panavi hacia los diputados locales.
El bochornoso capítulo de la trama Panavi parecía atravesar una catarsis cuando se informó que el gobierno capitalino daría marcha atrás a la modificación del contrato original.
Xavier Nava, la nueva licitación
Rescindir el contrato con la empresa Panavi le costó a la actual administración, encabezada por Xavier Nava Palacios, 64 millones 800 mil pesos, los cuales, según informaba en entrevista el día 16 de octubre de 2019, el tesorero municipal, Rodrigo Portilla Díaz, se tendrían que haber liquidado hasta antes del 31 de diciembre de 2019.
Luego de este inmenso y tropezado camino que debió recorrerse, pareciera que finalmente la capital verá la luz al final del túnel. El 14 de abril de 2020, Xavier Nava llevó a cabo la firma del contrato por Renovación del Alumbrado Público en Diferentes Zonas del Municipio de San Luis Potosí, celebrado con la empresa Trafficlight de México S.A. de C.V., por la cantidad de 395 millones 500 mil 059 pesos con 32 centavos.
En palabras del analista político Eduardo Martínez Benavente, esta será “la obra más importante de esta administración y la más útil (…) además va a contribuir para dotar a la ciudad de mayor seguridad, precisamente porque van a estar las calles de la ciudad iluminadas y eso provocará que haya menos robos, menos asaltos”.
El notario público califica esta obra como “trascendental” y “prioritaria”, ya que no se contempla únicamente la adquisición, sino que por ese precio se instalarán y se les dará mantenimiento a 50 mil luminarias, tres mil más de las que se tenían contempladas en aquel contrato de pagos a 180 meses y con una diferencia abismal de 906 millones 431 mil 256 pesos.
En el sistema de luminarias destaca, sobre todo, el prometido ahorro del 60 por ciento de energía eléctrica para el Municipio, el cual se buscaba desde hace cinco años y no había llegado.
Habría que recordar que en la licitación para las luminarias de 2015, Panavi se quedó sin competencia y prácticamente se le adjudicó la obra de forma directa; hecho que contrasta con la licitación llevada a cabo en este periodo, en la cual estuvieron en competencia cinco empresas, participando dos y dos en conjunto, y una en solitario, la cual resultó ganadora.
Martínez Benavente considera que, aunque el tema de la pandemia de coronavirus Covid-19 abarca la mayor parte de la cobertura informativa, cuando la obra esté terminada y la situación normalizada, los potosinos se darán cuenta de la importancia de que esto se llevara a cabo.
Las matemáticas de Gallardo Cardona
Acerca del reciente video subido a redes sociales por el diputado federal Ricardo Gallardo Cardona, el notario público cree que “cualquier persona que no sea fanático de él entiende inmediatamente que está lleno de mentiras, lleno de falsedades, inclusive puede ser hasta merecedor de una denuncia por difamación y calumnias”.
En el video, Gallardo Cardona dice que Xavier Nava Palacios está cometiendo un fraude debido a que las luminarias adquiridas no tienen un costo de 395 millones de pesos. Además, asegura que con ese dinero se podrían construir 100 pozos de agua o 400 calles de un millón de pesos. “Acabaríamos con los baches”, asegura el diputado.
“Queda claro para los potosinos que estuvimos pendientes de estos asuntos, que las pillerías las intentaron cometer ellos (los Gallardo)”, sentencia Martínez Benavente.
Aunque el caso Panavi quede cada vez más lejos, nunca se desvanecerá aquella cifra de diez dígitos que acompañará el nombre de quienes la defendieron.