María Ruiz
De los más de 3 mil usuarios detectados originalmente que no contaban con contrato de agua en Villa Magna, solo restan alrededor de 650 viviendas por regularizar ante el Interapas, gracias a la campaña extraordinaria de formalización de tomas que se extendió hasta junio.
El director del organismo operador, Daniel Hernández Delgadillo, señaló que la resistencia de algunos usuarios por regularizarse es evidencia de una falta de cultura cívica y jurídica respecto al uso del agua.
“Villa Magna va muy bien. Ya solamente nos quedan como 650 usuarios por contratar, empezamos con más de 3 mil. Esperamos que en este mes y medio que resta del programa podamos cerrar completamente el padrón”, explicó Hernández Delgadillo.
Según estos datos, durante los últimos meses de regularización el organismo habría logrado regular las tomas del 89 por ciento de los usuarios de este sector.
El funcionario subrayó que la Junta de Participación Ciudadana de la colonia se ha comprometido a interceder con los vecinos para acelerar la regularización, lo que podría permitir cerrar con éxito este esfuerzo, cuya extensión a seis meses fue una medida inédita por parte de Interapas.
Sin embargo, el director reconoció que este rezago en la formalización del servicio refleja una problemática más profunda.
“Algunas personas no entienden que más allá de recibir el servicio, hay que asumirlo como una responsabilidad familiar. El agua no puede ser gratuita para unos y de pago para otros”.
Además, Hernández explicó que el Interapas no puede actuar de manera punitiva por sí mismo, sino que requiere establecer un marco jurídico que permita educar antes de sancionar.
“Estamos trabajando con el área jurídica en una serie de proyectos. El organismo no puede castigar por sí solo. Lo que buscamos es que la norma nos permita primero hacer recomendaciones, luego verificaciones, y finalmente aplicar sanciones solo si es necesario. Primero va la educación”, indicó.
Respecto al impacto económico para el organismo, aclaró que el proceso de regularización no tiene ningún costo para los usuarios, por lo que no representa ingresos inmediatos, aunque sí habilita la posibilidad de facturación a futuro.
“Primero es el registro, y después sí, viene la facturación. Y entonces los usuarios empiezan a pagar como corresponde”, concluyó.