Por Victoriano Martínez
Hay reuniones en el actual sexenio que sólo se dan para la foto y en tanto el objetivo de una de las partes únicamente es lograr la imagen como instrumento de proyección de intenciones que en los hechos no están dispuestos a cumplir, no son más que simulaciones que el tiempo se encarga de desenmascarar.
El 9 de noviembre de 2021, el gobierno estatal se encargó de difundir una fotografía en la que aparecía una reunión entre la representación del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado, encabezada por Bernardina Lara Argüelles, y funcionarios estatales encabezados por el gobernador Ricardo Gallardo Cardona.
El mandatario estuvo en la reunión sólo el tiempo estrictamente necesario para hacer la fotografía, pero suficiente para proyectar la imagen de tener voluntad para “tener un acercamiento formal y un diálogo ameno”, según expusieron en el comunicado oficial.
“El comunicado oficial solo acredita declaraciones del secretario General de Gobierno, J. Guadalupe Torres Sánchez, y no hace mención de lo que en la reunión expuso la dirigente de los trabajadores”, describió entonces Antonio González Vázquez.
Al día siguiente, el 10 de noviembre, Gallardo Cardona aseguró que habían acordado el retiro del plantón del sindicato mayoritario. Lara Argüelles lo desmintió, lo que fue acreditado por muchas semanas más de permanencia del plantón de los burócratas.
Para el mes de febrero de 2022 tocó el turno de una fotografía con representantes del Sindicato Independiente de Trabajadores y Trabajadoras del Gobierno del Estado (SITTGE). Encabezados por Francisca Reséndiz Lara difundida por Gallardo Cardona en Facebook con la siguiente afirmación:
“Para jalar juntas y juntos al nuevo San Luis Potosí, nos reunimos con líderes sindicales. Trabajaremos de la mano en mesas de trabajo para resolver problemas sindicales. La meta es clara: el bienestar de la gente trabajadora de San Luis”.
Ni mesas de trabajo, ni acciones enfocadas en la clara meta del bienestar de la gente trabajadora de gobierno estatal.
El pasado 5 de febrero, J. Guadalupe Torres Sánchez, secretario de Gobierno, se reunió con Victor Suárez Carrera, Procurador Agrario Nacional, y representantes de los ejidos El Pellote y Peotillos, para acordar un acompañamiento por parte de la dependencia federal a los ejidatarios en las negociaciones sobre la compra de sus tierras para la autopista a Matehuala.
Una reunión más para una foto que, en su cuenta de Facebook, Torres Sánchez presumió sin hacer ninguna referencia a lo tratado en la reunión con relación al proceso de ocupación de tierras ejidales en el trazo carretero, para el ocho días después asegurar que esa reunión sirvió para dar por atendidos los asuntos de El Peyote.
Un gobierno que a base de fotografías pretende proyectar una presunta realidad de resultados cuando el tiempo lo desmiente, y sus propias acciones lo contradicen, como sus maniobras confabuladas con a la concesionaria de la carretera a Matehuala.
Este martes 2 de septiembre le tocó el turno a Alejandro Zermeño Guerra, rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), convocado por Torres Sánchez sin que se le informará sobre los temas que se tratarían.
“Él me citó. Supongo que tiene los temas. Yo he expuesto la situación financiera, es un conocimiento público, ya lo sabía él. Si toca el tema, con mucho gusto lo tocaré. Y si hay algún otro que él quiera tratar, y yo tenga los argumentos para sustentarlo, lo haré”, dijo Zermeño antes de la reunión.
Torres Sánchez en su cuenta de Facebook y la Coordinación de Comunicación Social del gobierno estatal informaron que con ese tipo de acciones “el Gobernador Ricardo Gallardo Cardona impulsa un diálogo permanente para consolidar una educación superior sin límites” y la reunión fue para “fortalecer a la institución y atender las necesidades que enfrenta la comunidad universitaria”.
De tal manera impulsa Gallardo Cardona el diálogo que fue incapaz de asistir él mismo a la reunión. Vamos, en esta ocasión no le alcanzó ni para un “pasaba por ahí” y posar para la foto, como ocurrió con Lara Argüelles en noviembre de 2021.
Tan opaco fue el contenido de la reunión que en el caso gubernamental no resulta extraño un comunicado de 180 palabras que no informa nada, en tanto que del lado del rector no informar de inmediato contrasta con la intención expresada en la sesión del Consejo Directivo Universitario del pasado viernes de tener al tanto de la situación a los universitarios y a la sociedad.
Lara Argüelles desmintió de inmediato a Gallardo Cardona. Suárez Carrera informó de inmediato a los ejidatarios de El Peyote y Peotillos los acuerdos tomados con Torres Sánchez. Zermeño Guerra, ni la UASLP, han dado señales de informar sobre lo que se trató en la reunión.
Del gobierno estatal ya es normal su opacidad con tono propagandístico. Lo lamentable es que Zermeño Guerra adopte una actitud opuesta a la manifestada apenas cuatro días antes, y dé la espalda a quienes el viernes convocó a estar atentos a la situación… a menos que hoy se esfuerce por dar a conocer con detalle lo tratado en esa reunión. La autonomía lo obliga.