Cerca de 14.000 niños cuyas escuelas fueron destruidas o gravemente dañadas en los dos terremotos de Nepal están teniendo clase en centros temporales de aprendizaje por primera vez en cinco semanas, utilizando materiales y kits educativos, de ocio y de primera infancia proporcionados por el Alto Comisionado de Naciones Unidaspara la Infancia (Unicef) y otros aliados.
“Dado el nivel de destrucción que escuelas y centros educativos sufrieron en los distritos más afectados, este es un primer paso para garantizar la educación de estos niños”, apunta la institución, que remarca los “esfuerzos adicionales para promover de forma urgente la vuelta a la escuela de muchos más niños”.
“La evidencia muestra que los niños que dejan de ir a la escuela durante periodos prolongados de tiempo tras un desastre, tienen cada vez menos probabilidades de volver alguna vez a las aulas”, explica Tomoo Hozumi, representante de Unicef Nepal.
Más de 100 equipos de ingenieros de estructuras están trabajando en los distritos afectados para reunir datos sobre el grado de los daños e identificar las aulas seguras e inseguras. Ya se han realizado evaluaciones estructurales en más de 1.230 bloques escolares.
Además, se han creado 137 centros de aprendizaje temporales(TLC), que benefician a unos 14.000 niños en los 16 distritos más afectados por los dos terremotos.
‘La vuelta a la escuela’
El 58% de los ocho millones de dólares en suministros de emergencia de educación planificados ya están listos para ser enviados por Unicef y, como parte de la campaña en medios de comunicación, se han emitido mensajes clave sobre “la vuelta a la escuela” centrados en la importancia de la educación en situaciones de emergencia y referentes a la seguridad, el acceso universal, y el papel de los padres y las comunidades.
Una madre consuela a su hija en Bhaktapur. | REUTERS
Unicef remarca, sin embargo, que aún queda mucho por hacer para llegar a los 985.000 niños que no podrán regresar a clase hoy, y que enfrentan un elevado riesgo de abandonar la educación. En total, 32.000 aulas fueron destruidas y 15.352 aulas resultaron dañadas después de los dos grandes terremotos.
“Estamos comprometidos con seguir estableciendo espacios de aprendizaje temporales tan rápido como nos sea posible para que ningún niño se quede fuera de la escuela. Al mismo tiempo, estamos alentando a las familias a enviar a sus hijos a las escuelas que han sido designadas como seguras, e instando a las comunidades a prestar su apoyo a la campaña de Vuelta a la Escuela”, informa Hozumi.
“La educación no puede esperar -especialmente en el período inmediatamente posterior a los desastres naturales como los terremotos ocurridos en Nepal”, dijo.
“Si bien la reconstrucción de miles de escuelas es, sin duda, una prioridad en la fase de recuperación, si no somos capaces de proporcionar al menos una solución temporal inmediata, corremos el riesgo de perder muchos niños que de otra manera podrían beneficiarse de nuestros esfuerzos para construir de nuevo mejor el sistema educativo”, concluye.
El Mundo