Luis Miguel exhibe tolerancia municipal a espectáculos públicos

Por Victoriano Martínez

¿Cuántos espectáculos ocurren en la ciudad sin que el Ayuntamiento se dé por enterado?

El caso del concierto de Luis Miguel, por impresionantemente notorio, pero también por el contraste que se dio con lo ocurrido en la ciudad de León, donde su presentación se canceló por no contar con los permisos municipales, deja ver una grave negligencia por parte de las autoridades municipales.

Sólo porque la propia autoridad municipal comunicó el mismo día del concierto que estaba a la espera de que la empresa encargada del concierto de Luis Miguel presentara la documentación para poder otorgar el permiso se puede creer que algo así ocurrió. Se quedaron esperando.

De acuerdo con el Reglamento de Espectáculos Públicos del Municipio sólo podía esperar que esa documentación se les presentara 15 días antes, es decir, el 19 de noviembre, para realizar la revisión de la papelería e inspecciones en el lugar del evento para en cinco días determinar la procedencia o no de la realización del espectáculo (artículo 17).

Desde el pasado mes de mayo inició la venta de los boletos para el concierto, como para que la autoridad municipal no estuviera al pendiente de la realización de los trámites del caso, y fuera hasta el día del concierto que se manifestara a la espera, cuando sabía que estaban vencidos los plazos.

Tan notoria era la organización del espectáculo, que además de ser noticia frecuente en medios locales, nacionales y hasta internacionales, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona repartió de manera gratuita miles de boletos con dinámicas a las que igualmente se les debió aplicar el reglamento.

Por cierto, ¿cuánto habrá invertido el gobierno estatal en esos boletos que regaló si de acuerdo con el reglamento sólo se puede autorizar como cortesías hasta un cinco por ciento del boletaje?

Un espectáculo tan publicitado como esperado difícilmente pudo pasar inadvertido para la autoridad municipal que desde el 19 de noviembre debió emitir el comunicado que hizo saber el día del concierto, y no en el tono “estamos esperando la solicitud para autorizarla”, sino en el de advertencia de que sin ese trámite no se podría realizar el espectáculo.

Una postura ridícula que exhibe que es la propia autoridad la menos interesada en que se cumpla el reglamento de espectáculos, con todos los elementos de garantías y seguridad que para el público ese trámite implica.

Baste mencionar la muerte de dos personas en un baile sonidero clandestino en el Barrio de Tlaxcala el pasado 10 de julio.

El concierto de Luis Miguel sin los permisos municipales deja ver las omisiones de las que es capaz la autoridad municipal que, si ocurren con eventos de esa magnitud, qué se puede esperar en general de los espectáculos que se realizan en la ciudad.

En la relación de recibos de entero del Ayuntamiento de San Luis Potosí, de enero a noviembre, aparecen 338 pagos recibidos por concepto de espectáculos públicos. Eso significaría que en 334 días sólo se habrían realizado 338 eventos de ese tipo, lo que en sí mismo resulta inverosímil, y sí en cambio es indicador de que el concierto de Luis Miguel es simplemente uno más.

Llama la atención que, de esos 338 pagos por espectáculos públicos, 35 los realizó el Club Atlético de Madrid Potosí, S.A. de C.V., por un monto acumulado de un millón 91 mil 40 pesos que representan el 29.36 por ciento del total cobrado por ese concepto de enero a noviembre de este año.

Un indicio de que puede ser muy elevado el número de espectáculos públicos que se realiza sin contar con los permisos correspondientes y, en consecuencia, sin las inspecciones y medidas de seguridad que garanticen a los asistentes que los inmuebles donde se realizan son seguros y que se cuenta con vigilancia que garantice su integridad.

A ese grado de tolerancia excesiva por parte de la autoridad hay que agregar la ridícula sanción que prevé el reglamento para la realización de un espectáculo sin el permiso correspondiente. La multa va de las 30 UMA (3 mil 112.20 pesos) a las 500 UMA (51 mil 870 pesos) (artículo 44).

¿Qué le saldría más caro a los organizadores del concierto de Luis Miguel? ¿El gasto del papeleo, inspecciones y demás trámites engorrosos, o pagar esos 51 mil 870 pesos?

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