Estela Ambriz Delgado
En la última reunión previa a la primera reforestación ciudadana del año en la Sierra de San Miguelito, se informaron de todos los detalles que se encuentran listos, y se explicó a los asistentes la importancia de sembrar plantas nativas, a fin de regresar al sitio a su condición natural de pastizal y matorral, pues no siempre es correcta la idea de que la vegetación tiene que ser árboles, ya que todo depende de las condiciones del sitio y el clima.
En la reunión llevada a cabo la tarde del miércoles 16 de julio, Carlos Covarrubias del colectivo Guardianes de la Sierra, hizo mención de que en días pasados estuvieron con representantes del ejido El Mezquital del municipio Villa de Arriaga, donde se realizará la actividad. Confirmaron que ya se encuentran listos y las parcelas seleccionadas, que abarcan alrededor de 2.5 hectáreas, además de que podrán extenderse por otras dos hectáreas de tierras de uso común.
Indicó también que la salida será el domingo 20 de julio a las 8:00 de la mañana, desde la 12ª Zona Militar avenida Juárez, de donde saldrán acompañados del Octavo Batallón de la Guardia Rural, junto con un grupo de ciudadanos que se ha conformado con el paso de las reforestaciones, un grupo de trabajadores, otro de personas en rehabilitación de adicciones, así como quienes quieran sumarse.
El ingeniero agroecólogo Pedro Nájera Quezada recordó que es necesario llevar ropa adecuada como pantalón grueso, y preferentemente burras o botas; al ser época de humedad, hay riesgo de encontrarse con serpientes o alacranes, por lo que siempre se lleva equipo anticrotalico.
Además, hizo mención de que es un sitio muy erosionado, por lo que en muchos casos se tendrá que romper piedra para llegar a la tierra y se requerirá herramienta más dura como barra corta y pesada, palas con punta, picos y guantes de carnaza.
Abundó en que no es un sitio totalmente deforestado, pues tiene algunas partes con plantas, por lo que el área a cubrir sería de aproximadamente una hectárea, más las dos de uso común, en la que distribuirán alrededor de mil 200 plantas, más lo que se pueda encontrar de Mezquite y nopales para sembrar también nativo tapón y rastrero, que son las especies de penca más grande y crecen bajo para poder retener bien el suelo.
En este sentido, el agroecólogo explicó que es importante no ir con la idea de que se reforestará para que sea un bosque, porque al menos desde hace cinco mil años el lugar nunca lo ha sido, era un pastizal natural o un matorral de nopales mezclado con pastizal, y lo que se busca es regresar a esa condición natural del sitio, nopalera, magueyera, por lo que también se deben respetar las partes de pastizal bien conservado.
“No siempre es correcta la visión de que la vegetación siempre tiene que ser árbol, hay ciertos estados y etapas sucesionales pero además esas etapas no siempre llegan al final. No siempre se va a pasar por arbustos, herbáceas, pasto, arbustos, árboles; a veces se va a quedar en pasto, porque la condición del sitio, el clima, solamente favorece para que sea pasto. A veces nuestras expectativas están muy sobrepasadas de las capacidades del sitio”.
Reiteró que el objetivo es recuperar su condición de matorral, de capacidad de agostadero, es decir, de la cantidad de animales puede soportar el sitio, porque es un espacio con capacidad productiva. La mejor forma de apoyar a los núcleos agrarios es favorecer sus sistemas productivos para que los habitantes sostengan la naturaleza, la cual brinda servicios ecosistémicos a la ciudad.
“No olvidemos que le gente vive del campo, y si no lo favorecemos entonces estamos orillando a que quieran vender la tierra o hacer otros usos de estos espacios, y puede ser perjudicial para la naturaleza. Nuestro mejor apoyo es favorecer sus sistemas productivos y mejorarlos (…) ellos van a sostener esa naturaleza, para que luego nos rindan a nosotros servicios ecosistémicos, como la captación del agua y la purificación del aire”.
Carlos Covarrubias subrayó que este tipo de actividades busca también cohesionar a los núcleos de población, y ayudar a evitar niveles de conflicto que se dan comúnmente, fortaleciendo el tejido social con la reforestación como una actividad que reunifica.
Dijo también que la intención es que este tipo de ejercicios se reproduzcan, pues no se está en competencia con nadie y se lleva una dinámica propia.
“Ojalá esto se hiciera en toda la sierra, en todo el estado, en todos los ejidos y comunidades, siempre y cuando se respeten los lineamientos que comenta Pedro, y los materiales y plantas adecuadas para llevarlo a cabo”.
Finalmente señaló que es falso que no se regrese a verificar el avance de las plantaciones, pues de hecho fueron por tercera ocasión a El Mezquital, a Guadalupe Victoria y La Cruz ya se fue dos veces, en Miguel Hidalgo volverán, y en San Luis Gonzaga se irá la próxima ocasión y otra al final del periodo de reforestaciones.