Estela Ambriz Delgado
El puma es un animal muy adaptable que se extiende desde Canadá hasta La Patagonia, y prácticamente por todo México, pero esto no significa que se encuentre fuera de peligro.
Como muchas otras especies, también se ve amenazada por el hombre y el crecimiento urbano, por lo que es de vital importancia conservar sitios como el Área de Protección de Flora y Fauna Sierra de San Miguelito, donde se han encontrado su presencia, como lo manifestó la bióloga Rocío Viridiana Ruíz.
En la plática “El puma en los ecosistemas”, que fue parte de las actividades del Ecosábado organizado por el colectivo Mujeres Naturalistas, Senderistas y Aventureras, la exponente puntualizó que el hecho de tener un animal tan grande en el APFF, es una muestra de que el ecosistema se encuentra saludable, pues hay suficientes presas para su subsistencia.
En este sentido precisó que el puma se alimenta principalmente de ungulados o animales que tiene el pezuña como el venado y el pecarí, aunque también se puede alimentar de animales más chicos; mamíferos como liebres, conejos o aves, ocasionalmente reptiles. Sobre todo cuando son cachorros cazan lagartijas o pequeñas serpientes mientras aprenden a cazar.
Señaló que entre las diversas formas en que se han podido identificar rastros de puma en la Sierra de San Miguelito, además del fototrampeo, que es costoso por las cámaras y requiere de personal que las coloque, se revisan senderos que utilizan normalmente animales para transportarse, y también los hechos por humanos, pues en ocasiones son usados para buscar huellas, rasgaduras en los árboles donde afilan sus garras, así como sus excretas.
La bióloga destacó que a pesar de ser un carnívoro grande, al que como muchas otras especies les ha afectado el crecimiento urbano y la fragmentación de su hábitat, el puma tiene una gran adaptabilidad, por lo que es uno de los carnívoros que están más extendidos en el continente americano.
En el territorio mexicano tienen presencia desde Baja California hasta la península de Yucatán, a excepción de una pequeña área en Veracruz y en Ciudad de México por el grado de urbanización. Sin embargo, no hay un censo poblacional mediante el que se pueda asegurar que se encuentra fuera de peligro de extinción, lo que es probable dado que sólo tiene de dos a tres crías por camada, de las que comúnmente sobrevive una o ninguna por la gran dependencia que en inicio tienen a su madre.
Ante la posibilidad de que personas que se dedican a la crianza de ganado, pudieran verse amenazados por la presencia de puma en la Sierra de San Miguelito, Viridiana Ruiz consideró que la pérdida de estos puede evitarse a través de allegarse de la información necesaria sobre las especies en la zona, para la protección de ganado y gallinas con cercos o el pastoreo a determinadas horas.
En este sentido, la bióloga hizo mención de la importancia de continuar con la protección de la Sierra de San Miguelito y su ecosistema; si ya se tiene conocimiento de que existen pumas en la zona y hay personas que dediquen a la crianza de ganado, es necesario aprender sobre la convivencia con estas especies.
A pesar de que se vea muy lejana la presencia de este felino en la ciudad, se debe recordar que durante el incendio ocurrido en la sierra en 2019, venados, gato montés y pumas fueron reportados cerca de la zona metropolitana.
Se tiene que considerar que, en la medida en que se mantenga su hábitat natural y las especies de las que se alimenta, el puma difícilmente bajará a los potreros o a los alrededores de las ciudades a comerse los animales, como recientemente sucedió en Monterrey.