Oaxaca, México (02 de mayo de 2016).- A los niños triquis, alumnos de la Academia Indígena de México (AIM), la práctica del basquetbol les ofrece una realidad diferente a la que iban a heredar. Para la cantera que se forja en las canchas de la Montaña de Oaxaca, las historias de venganza, sangre y balas poco a poco pasarán.
Este año se cumple la primera década de cuando varios chicos llegaron descalzos a la Unidad Deportiva del Movimiento Unificador de Lucha Triqui (MULT) en San Juan Copala a practicar el baloncesto y aprender un oficio; hoy son jóvenes reconocidos a nivel mundial por su talento, desempeño deportivo y actitud ante la vida.
“Mi vida antes de jugar basquetbol era de sufrir día a día para comer, trabajar duro con mis padres en el campo y salir adelante”, recuerda Bernabé.
Efrén comenta: “antes de entrar a este proyecto, la escuela no me llamaba mucho la atención, al entrar aquí vi que la escuela va a formar mi futuro y jugando basquetbol me va a abrir puertas”.
Las niñas y niños triquis basquetbolistas, reconocidos como los Gigantes de la Montaña, tienen entre seis y 15 años, mientras que el cuerpo de entrenadores lo integran al menos 200 jóvenes de 16 años en adelante, exjugadores del equipo fundador de los campeones descalzos de la Montaña.
Los jóvenes entrenadores deportivos también estudian bachillerato y perfilan su carrera profesional a titularse en la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos (ENED), teniendo como ejemplo al director técnico, Sergio Zúñiga, el “profe Zúñiga” como le dicen.
Fuente: Excélsior.