Parásitos panzones

Por: Eduardo Delgado

 

“¡Diputados huevones, por eso están panzones!”, se escuchó en voz de una mujer en la sala de plenos del Congreso del Estado, como preludio al exhorto planteado por Oscar Vera Fábregat en asuntos generales, cuando instó a sus compañeros a ponerse a trabajar.

Y eso que esta vez sí se vio al panista Enrique “Sentado” Flores ponerse de pie para manifestarse en pro de dar por suficientemente discutido un asunto. En otro apenas despegó su trasero de su cómodo asiento.

La mujer, mayor de 60 años, llegó al recinto legislativo como parte del contingente de comerciantes informales inconformes con el alcalde capitalino, Ricardo Gallardo Juárez. Los protestantes irrumpieron en la sala de sesiones encabezados por un hombre que entró gritando mientras los representantes populares estaban en asamblea.

“¡No queremos represión, exigimos solución!”, gritaron repetidamente mientras la presidenta del Congreso del Estado, Josefina Salazar Báez, les solicitó guardar silencio. “En un momento los atiende una comisión, si me permiten continuar con la sesión”, añadió.

Sin aguardar el silencio de los inconformes la legisladora instruyó al Secretario proseguir con la lectura de correspondencia de Ayuntamientos. El “Gallardista” J. Guadalupe Torres Sánchez acató la indicación y mientras éste reportaba las primeras líneas uno de los líderes de los ambulantes alzó la voz: “Compañeros, vamos a respetar, vamos a sentarnos”, indicó.

Los “Gallardistas”, Sergio Enrique Desfassiux Cabello y Dulcelina Sánchez de Lira, junto con Gerardo Serrano, José Luis Romero Calzada y Manuel Barrera Guillén, integraron la comitiva de legisladores que atendió en la sala Francisco González Bocanegra a los líderes de los comerciantes informales.

Josefina Salazar, en la sala de sesiones, declaró un receso que se prolongó más de una hora. Durante ese inter, apenas unos cinco minutos después de la suspensión de la asamblea, la señora levantó la voz: “¿A ver a qué horas?… ¿A poco ya se cansaron?”.

Percatado de la presencia de maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, un comerciante exigió a los legisladores del Partido Nueva Alianza: “¡Saquen los chocolates!”. El líder de los maestros disidentes, Felipe de Jesús Cervantes, intervino: “Dicen que ya Melo”.

“¡Vaya!”, exclamó otra mujer cuando vio salir a la sala de plenos a Esther Angélica Martínez Cárdenas y Fernando Chávez Méndez, acompañados por Daniel Ortiz, para juntarse con el panista Héctor Mendizábal.

Concluida la reunión de diputados con los inconformes, estos se retiraron de la sede del Poder Legislativo y los congresistas reanudaron su sesión. En asuntos generales Oscar Vera subió a tribuna para pedirles a sus compañeros que se pongan a trabajar, porque “no estamos cumpliendo y eso es cosa muy seria; es nuestra obligación resolver las iniciativas. ¿Qué va a pasar con las que ustedes con tanto esmero presentan?… a los seis meses se van a la congeladora”, les advirtió.

Les refirió que según la ahora Oficial Mayor, Beatriz Eugenia Benavente Rodríguez, diputada durante la LIX Legislatura, “antes (los congresistas) se peleaban para ocupar las salas de reuniones en el edificio “Presidente Juárez”, ahorita están desocupadas porque no trabajamos”.

Dijo haber expuesto antes su “preocupación” en la Junta de Coordinación Política y “si no hay respuesta no es por mí; tenemos que trabajar iniciativas por el bien de nosotros, porque si no todo el esfuerzo de ustedes se desecha”.

A su parecer algunas comisiones legislativas “le han echado ganas y otras no”, por lo que en resumen les instó a “sacar el trabajo, que para eso nos pagan”. Le faltó completar “y bastante bien”.

Enseguida de Oscar Vera subió a tribuna el priista José Luis Romero Calzada, para recordar que cuando mostró interés en llegar a ser diputado, le preguntó “a un ex legislador de la legislatura pasada (sic)”, de la razón por la que “todo mundo” pelea una curul.

“Porque puedes andar libre, puedes no chambear y hacer lo que tú quieras”, le contestó el ex diputado cuya identidad no reveló.

Dijo que ahora que ocupa el cargo ha constatado que lo dicho por el ex diputado “no era cierto”, porque en menos de tres meses “hemos trabajado duro” y les agradeció a sus compañeros que, según él, trabajan incasablemente “para que las cosas salgan bien por San Luis Potosí”.

“El diputado (Oscar Vera) dice que no chambeamos pero yo veo que todos andan en friega, pa’ rriba y pa’ bajo, desde que amanece hasta que anochece. Todavía me los topo a las diez en el Congreso…yo creo que sí estamos trabajando”. Expuso con la finalidad de que el público asistente no se vaya con “la falsa” idea de que son unos auténticos huevones ni parásitos de la sociedad.

Antes de que Calzada Romero concluyera su alocución, Oscar Vera levantó la mano para pedir el uso de la palabra y fue entonces cuando instó a sus compañeros: “No nos engañemos”.

Expuso que en época de Navidad es tiempo de reflexionar y de perdonar. Y en ese tenor se debe conceder el perdón a los legisladores holgazanes, pero expuso que los números, como el clima de este jueves, “son muy fríos” y “no mienten”.

Precisó que en menos de tres meses acumulan 88 iniciativas pendientes de resolución, 10 aprobadas, sin aprobar ninguna e improcedente ninguna. Por esa razón “Al pueblo de San Luis le pido que en época de Navidad perdone a los diputados”.

Finalmente el diputado “Gallardista”, Sergio Desfassiux subió a tribuna para sostener que hoy en día las cosas han cambiado y que el papel de los legisladores no es hacer leyes. “Vengo a defender mi postura y que no les gusta a muchos, en relación a que al diputado no le toca sólo legislar”.

En tono de reclamo, preguntó a sus compañeros cuántas veces han regresado a sus respectivos distritos e insistió en que el diputado “no sólo sirve para hacer leyes…sirve para ayudar, para gestionar y para darle al distrito lo que necesita”.

Porque, adujó, “los tiempos, maestro Vera, han cambiado”, soltó con aplomo. “Ahora la gente cree que ya hay suficientes leyes en México, que simple y sencillamente no se aplican; estamos y estoy cansado de escuchar que venimos a hacer leyes y que para eso nos pagan”.

“Estamos aquí para regresar con nuestra gente y ayudarla, para gestionarle lo que necesite, porque ese es el legislador que la gente quiere”, aseveró.  En otras palabras, según el perredista, bien se pueden comprar su traje de Santa Claus para irse a repartir juguetes a los niños y no requieren fingir que son panzones.

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