Plataforma Estatal de Transparencia: 52% de simulación, y la complicidad con la opacidad

Por Victoriano Martínez

En su segundo informe trimestral al Congreso del Estado, la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP) presentó los resultados de la primera evaluación del cumplimiento de las obligaciones de transparencia de 18 de los 159 sujetos obligados que permite calcular un porcentaje de simulación en la Plataforma Estatal de Transparencia (PET).

Como actividad del segundo trimestre, la CEGAIP reportó que realizó la primera evaluación del cumplimiento de la publicación de información en la PET y, entre otras cosas, constató “que la información esté completa, publicada y actualizada en tiempo y forma”, conforme a lo que señala la fracción I del artículo 101 de la Ley de Transparencia.

Eso significa que no sólo se revisó que se hayan publicado los archivos con los formatos contemplados en la PET (cumplimiento cuantitativo), sino que se revisó que efectivamente contienen la información que debe estar publicada (cumplimiento cualitativo).

Si un sujeto obligado publica un archivo Excel presuntamente con la información que la ley ordena, pero al abrirlo se encuentra vacío o el contenido no corresponde con la obligación, ese cumplimiento cuantitativo es en realidad un acto de simulación porque cualitativamente no cumple.

La CEGAIP reportó en su segundo informe trimestral los resultados de la evaluación que se hizo a una muestra de 18 de los 259 sujetos obligados, cuyo promedio de cumplimiento cualitativo fue del 48 por ciento, lo que representa que en los formatos revisados el organismo garante encontró una simulación del 52 por ciento.

Un repaso por el cumplimiento cuantitativo que reporta la PET muestra que hay sujetos obligados que publican más del 100 por ciento de los formatos que deben publicar, en tanto que otros sólo cumplen con una parte de los mismos.

La opacidad cuantitativa también ha ido en aumento, por lo que los porcentajes de cumplimiento cuantitativo hoy informados por la CEGAIP revelan que la crisis por la que atraviesa la transparencia en el Estado es mucho mayor que la que hasta ahora se ha podido cuantificar.

Entre los 18 sujetos obligados tomados como muestra para esta primera verificación por parte de la CEGAIP, el mayor simulador es el Ayuntamiento de Ébano que, aunque aparenta cumplir con la publicación del 31.25 por ciento (cumplimiento cuantitativo), la CEGAIP detectó que ninguno de los formatos publicados cumple con el contenido requerido. Es decir, todo lo simula.

En el otro extremo, el Museo Casa del Rebozo y el ayuntamiento de San Martín Chalchicuautla no disfrazan su actitud de ser totalmente opacos: no publican ni un solo formato. Son completamente opacos y, al serlo, por lo menos no simulan como el resto.

La buena noticia es que la CEGAIP ha detectado y reporta al Congreso del Estado el grado de simulación de transparencia que se da en la PET; la mala es que de nada sirve en tanto que no se toman las medidas necesarias para que tal ocultamiento de información se corrija.

En el propio segundo informe trimestral se da cuenta de dos acciones realizadas entre abril y mayo de este año relacionadas con “medidas de apremio derivadas del incumplimiento a las Obligaciones de Transparencia de los sujetos obligados que no cumplieron con el porcentaje mínimo aprobatorio, que en el caso de las verificaciones 2019”.

También se da cuenta de “la integración de 27 expedientes por parte de la Unidad de Verificaciones para la aplicación para aplicación (sic) de medidas de apremio derivadas del incumplimiento a las Obligaciones de Transparencia de los sujetos obligados que no cumplieron con el porcentaje mínimo aprobatorio, que en el caso de las verificaciones 2020”.

Algo así como que será hasta 2026 cuando se comiencen a integrar los expedientes para aplicar medidas de apremio contra la simulación del 52 por ciento en la publicación de la información que debe difundirse de oficio.

Si algo ha exhibido la CEGAIP a lo largo de sus 19 años de existencia es cómo se ha convertido en tapadera de sujetos obligados que encontraron en sus comisionados a los mejores aliados para simular transparencia y hacer imperar una opacidad impune.

Hoy, con los datos que exhibe en su informe trimestral comienzan a surgir detalles sobre la forma en que se pueden documentar los mecanismos de complicidad de los comisionados David Menchaca, Ana María García y Alfredo Solis con los sujetos obligados, que saben que, si incumplen y les detectan el incumplimiento, no va a pasar nada.

¿De qué sirven ese tipo de verificaciones si no se atiende al principio de oportunidad y se obliga a un cumplimiento real de manera expedita? Vale que se insista en la corrección de la información mal publicada en años anteriores para lograr que la PET cuente con información completa, pero hasta ahí, porque el verdadero servicio a los sujetos obligados opacos ya está prestado.

Se trata sólo del caso de las obligaciones de transparencia. Faltaría por desmenuzar los mecanismos de complicidad en otros aspectos como le vigilancia en las respuestas a solicitudes de información y la forma en que se tramitan los recursos de revisión o quejas por falta de respuesta o respuestas incompletas, en los que se han documentados violaciones a la ley por parte de los comisionados.

Se trata del segundo informe trimestral, ese que se estableció en la ley para que la CEGAIP diera señales de vida cada tres meses y que, en su segunda presentación, da cuenta de que se reactivaron las evaluaciones en la PET… pero también da señales –seguramente involuntarias– de su complicidad disoluta con la opacidad.

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