Reacomodos en la ASE pasan por encima de la Ley de Auditoría

Por Victoriano Martínez

La llegada de Rocío Elizabeth Cervantes Salgado como encargada del despacho de la Auditoría Superior del Estado (ASE) estuvo precedida por un enroque en la Auditoría Especial de Fiscalización Gubernamental, de Organismos Autónomos y Organismos Descentralizados, que evitó que el cargo fuera ocupado por Daniel Mendoza Pérez.

De acuerdo con el artículo 11 de la Ley de Auditoría Superior del Estado, tras la renuncia del auditor, en este caso José de Jesús Martínez Loredo, “fungirá en calidad de encargado, el Coordinador de Auditorías Especiales y, ante la ausencia de éste, el Auditor Especial que corresponda, en el orden que señala el artículo 16 de esta Ley”.

El Coordinador de Auditorías Especiales era Abraham Reinharth Guerrero, quien salió de la auditoría unos días antes que Martínez Loredo, por lo que el cargo debió asignarse según el orden en que se mencionan los auditores especiales en el artículo 16.

Después del Coordinador de Auditorías Especiales, ese artículo menciona a la Auditoría Especial de Fiscalización Gubernamental, de Organismos Autónomos y Organismos Descentralizados, cuyo titular, según el directorio de la ASE publicado este mes de junio, era Daniel Mendoza Pérez. Ahí, Cervantes Salgado aparece como segunda al mando en calidad de Coordinadora.

Al inicio de la página dos del documento aparece Mendoza Pérez como “Auditor Especial de Fisc. Gubernamental”, en tanto que en la posición 11 de la página uno aparece Cervantes Salgado como “Coordinador de Fisc. Gubernamental, Org. Desc.”.

De acuerdo con versiones de personal de la ASE, un día antes de la renuncia de Martínez Loredo, desde Palacio de Gobierno se operó para realizar el intercambio de puestos en la Auditoría Especial de Fiscalización Gubernamental para que Cervantes Salgado apareciera como auditora especial y no como coordinadora.

En reunión con algunos diputados, Eduardo Martínez Benavente comentó esa maniobra por parte de un personaje que opera desde Palacio de Gobierno, sin señalarlo por sólo tener indicios de su posible identidad. El diputado Héctor Mendizábal, uno de sus interlocutores, asentía cual si conociera más detalles sobre la nueva intrusión en la ASE.

Se trata de indicios de un reacomodo en el que, el video escándalo de la ecuación de la corrupción, solo abre paso a un cambio de manos en el control de la ASE, sin que se resuelvan los problemas de fondo.

 

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