Estela Ambriz Delgado
La renovación del parque acuático Tangamanga Splash prioriza la espectacularidad mediática y política sobre la sostenibilidad del recurso hídrico, además de que desvía la atención de lo que realmente requiere la capital del estado: infraestructura resiliente para abastecimiento, eficiencia, captación, reutilización y garantía del derecho humano al agua, considera el Consejo Hídrico Estatal (CHE).
En relación al reciente anuncio del gobernador Ricardo Gallardo Cardona del proyecto de una renovación completa y expansión del parque acuático ubicado en el parque Tangamanga I, el presidente del CHE, Jonathan Abraham Quintero García, estimó que llega en un pésimo momento para el acuífero, ya de por si sobreexplotado.
Refirió que el Valle Metropolitano enfrenta una crisis hídrica severa caracterizada principalmente por la sobreexplotación del acuífero 2411, el acaparamiento del agua por parte de grupos privados, un mercado irregular, fallas constantes en las fuentes de abastecimiento, desigualdad en el acceso, y una gobernanza fragmentada que ha sido documentada ampliamente por la comunidad científica.
El también investigador del Colegio de San Luis (Colsan) señaló que, en este contexto, invertir en un proyecto recreativo de alto consumo de agua —que incluye albercas de olas, toboganes, pasto nuevo y zonas con arena de mar— resulta técnicamente cuestionable e incongruente con las necesidades urgentes de la población y los ecosistemas.
“El destinar recursos, agua, y energía, a un complejo de entretenimiento envía un mensaje contradictorio y poco responsable mientras una gran cantidad de comunidades aledañas a la mancha urbana carecen del recurso, colonias populares reciben agua por tandeo, o la compran de su propio bolsillo a un alto costo mediante pipas, y la infraestructura hidráulica presenta fallas críticas”.
Quintero García apuntó también que la decisión se presentó sin estudios públicos de impacto hídrico o ambiental ni procesos de consulta ciudadana, lo que refuerza la percepción de débil gobernanza y de toma de decisiones sin criterios técnicos.
Además de que, aunque el parque se prometa autosuficiente económicamente, su huella hídrica es pública y recae sobre un sistema ya en estrés.
Asimismo, precisó que esta renovación prioriza la espectacularidad mediática y política sobre la sostenibilidad.
Para concluir hizo mención que, en tiempos de escasez, las políticas públicas deben ser coherentes, responsables, y alineadas con el bienestar socioambiental de la población, la restauración, y conservación de los ecosistemas.


