Sonar fuerte… y bien

Por Victoriano Martínez

Sonar implica, entre otras cosas, hacer o causar ruido y producir determinada impresión en el ánimo de quien oye.

No hay lo uno sin lo otro.

Para sonar, efectivamente se tiene que romper el silencio.

Fue a lo que convocó Xavier Nava Palacios en campaña, paradójicamente, con un instrumento y un acto individualmente silencioso, el voto, pero escandalosamente ruidoso en su resultado.

Una ventaja de 153 mil 892 votos contra 89 mil 894 de su contrincante reeleccionista Ricardo Gallardo Juárez, quien ya presumía su triunfo en espectaculares regados por la ciudad, propinaron a la gallardía una estruendosa derrota.

Roto el silencio, lo lógico es sonar.

Y más en política, donde cada acto causa ruido y provoca impresiones.

Hasta antes del momento del cambio de gobierno municipal, sonar fue un acto de una sociedad que efectivamente con su voto reconoció que por tres años se refugió en el silencio ante el avasallador ruido de una administración municipal proclive a chantajes, extorsiones y una larga colección de corruptelas.

Con el anuncio de su gabinete el viernes, y los primeros actos ya iniciada su gestión, la administración de Xavier Nava Palacios comenzó a sonar y a producir una impresión que podría resultar disonante con el sonido de las urnas.

La protagónica presencia de viejas personalidades del PAN que, en su paso por la alcaldía y el único gobierno estatal panista de la historia, no se caracterizaron mucho por hacer valer los principios que enarboló Salvador Nava Martínez, ponen algunos tonos discordantes.

La administración municipal de Xavier Nava Palacios ha comenzado a sonar. Es la consecuencia natural tras romper el silencio.

El riesgo son esos ruidos discordantes que con desplantes protagónicos se vieron durante su toma de protesta, representados emblemáticamente por el paseíllo de Marcelo de los Santos al lado del gobernador Juan Manuel Carreras López.

“Tu hiciste que una Legislatura antes de irte te aprobara una deuda por mil 500 millones de pesos, ya acabo de lograr que una Legislatura antes de irse me aprobara una deuda por más de mil 225 millones de pesos”, bien pudo ser el comentario empático de Carreras a De los Santos.

Cosas que hacen ruido, pero que si comienzan a sonar fuerte pueden dar al traste con la expectativa creada por el lema seleccionado para la administración municipal naciente.

San Luis Suena Fuerte.

“Nunca más una sociedad con miedo, los ciudadanos con nuestro esfuerzo y valor, rompimos el silencio y dijimos ¡no, ya no, nunca más!”.

”Gracias a todos ustedes, esa gestión corrupta terminó”.

Esas dos frases pronunciadas por Nava Palacios en su discurso inaugural marcan la línea en que San Luis debe sonar fuerte.

Nunca más miedo y sobre todo no más corrupción, en cualquiera de sus modalidades… así sea con ruidos discordantes en las primeras impresiones.

San Luis Suena Fuerte.

Más que un lema o eslogan, es un reto para alinearlo con el sonido de las urnas.

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