UASLP: reclamos reales, respuestas de apariencia

Por Victoriano Martínez

La comunidad universitaria es tan grande que, ante los problemas de violencia criminal con rachas en las que se desborda como ocurrió el pasado fin de semana, difícilmente podría estar ajena, de manera que, si los actos delictivos tocan directamente a su puerta, resulta obligada una mayor participación de la perspectiva académica en el análisis de la creciente incidencia delictiva.

Más aun cuando para los universitarios se reproduce el esquema que coloca a toda la población a dos fuegos: de un lado como potencial víctima de la delincuencia en tanto del otro como blanco de promesas incumplidas por parte de las autoridades responsables de garantizar la seguridad de todos.

La criminalidad mata, desaparece o lesiona, pero también lo permite la actitud politiquera de las autoridades que en casos como las manifestaciones de este jueves en las facultades de Derecho y Contaduría y Administración de la UASLP ven que las crisis siempre traen oportunidades… pero oportunidades para hacerse propaganda, aunque no resuelvan nada.

Durante la tarde de este jueves, en diversos portales de internet y páginas de Facebook comenzó a circular la versión del alcalde Enrique Galindo Ceballos sobre su encuentro con los estudiantes en la Facultad de Derecho con el boletín de prensa CSA_1497, cuyo encabezado dice “con la toma de acuerdos en materia de seguridad, Gobierno de la Capital resuelve crisis universitaria”.

Se trata sólo de la promesa con etiqueta de compromiso, forzada por la actitud reactiva de la autoridad ante la desaparición de la estudiante Yezenia Cervantes, así haya pasado de desaparecida a no localizada.

No hay mucha diferencia con el caso de la muerte de una menor que cayó en una alcantarilla abierta en el ejido La Libertad que tuvo por respuesta el programa Fuga Cero.

La tragedia de la población como oportunidad para lograr un impacto propagandístico sin soluciones efectivas y en espera de que el siguiente hecho lamentable les vuelva a dar material para promoverse como salvadores de la situación, aunque no dejen de ser parte del problema y de la causa de su repetición.

Con la comunidad universitaria no es la primera vez que “solucionan” con promesas los problemas de inseguridad. En marzo pasado ocurrió tras la agresión a un estudiante de la Facultad de Contaduría y Administración, es decir, en las misma zonas aledañas en las que desapareció Yezenia.

Un mes después, en la misma zona, otro reclamo por un hecho violento del que fue objeto una alumna a las afueras de la misma Facultad, cuando el viernes 1 de abril fue agredida por dos sujetos al dirigirse a sus actividades escolares, exhibió que la autoridad no recibió todas las peticiones, pero sí hizo algunas promesas.

La tercera fue la vencida, y para este jueves las promesas se convirtieron en solución automática en la versión oficial del Ayuntamiento. Si basta prometer para dar las cosas por resueltas, se sigue que de inmediato las olvidan para seguir en busca de otras oportunidades de promover su imagen porque su politiquería sólo les alcanza para gobernar con propaganda y no con actos de gobierno.

Poco importa que la vigilancia se limite a la aparición esporádica de patrullas por la zona sólo para la foto y con ella reportar que sí se vigila. Tampoco importan las quejas de las estudiantes que, para colmo, son víctimas de acoso por parte de los propios elementos de las corporaciones que son enviados a protegerlas.

Tan deficientes resultan sus recorridos de vigilancia, que los elementos de la policía municipal no se han percatado del abandono e invasión que hay en la finca que fuera sede de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental, en la que se alojan personas que, de acuerdo con los vecinos, han cometido delitos en la zona.

Poco les va a importar a esas autoridades enviciadas con la propaganda triunfalista y politiquera que un estudiante haya sido víctima de la delincuencia fuera de los espacios universitarios, como ocurrió con Jesús Alejandro Bravo Ramírez, estudiante de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, una de las víctimas de la masacre del viernes 30 de septiembre en la Industrial Aviación.

¿Habrán leído el comunicado de los estudiantes de esa Facultad o esperarán a que se manifiesten como ocurrió este jueves en las facultades de Derecho y Contaduría y Administración para aprovechar para otra fotografía y otro comunicado de soluciones de propaganda?

Un panorama entre apariencias de mostrar voluntad de resolver los problemas e intenciones por guardar las apariencias de una buena relación entre autoridades civiles y universitarias que tienen como efecto que se omita la defensa de la autonomía de la UASLP y, por ejemplo, se reclame el regateo de los recursos públicos retenidos irregularmente por el Estado.

¿Hasta dónde estarán dispuestos a llegar las autoridades universitarias y los universitarios todos para exigir, defender y preservar la integridad de la institución a la que se le merma en su autonomía presupuestal y en la seguridad física de quienes a ella pertenecen… y de paso generar conocimiento para que esas situaciones transiten a soluciones de fondo?

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