Un Congreso irresponsable, una oportunidad perdida

Por Victoriano Martínez

Si algo exhibe la determinación de los diputados de repetir para el 2019 las mismas cuotas y tarifas 2018 en el servicio de agua potable es que nunca entendieron lo que verdaderamente estaba a debate, y actuaron con tal negligencia que tomaron una decisión de lo más irresponsable.

Si bien la propuesta del INTERAPAS planteaba la salida fácil a la crisis en que se encuentra por la vía de sacrificar a los usuarios cumplidos, sin tocar a los incumplidos –que no eran mencionados ni en la iniciativa ni en el dictamen–, la necesidad de un incremento existe, pero no necesariamente en las proporciones propuestas.

El 39.85 por ciento puede registrarse como la cifra que desvió la atención de los puntos importantes del asunto: que se planteara una estrategia integral de rescate del organismo operador del servicio de agua potable en la ciudad.

Tanto desvió la atención, que todos los organismos operadores del estado corrieron la misma suerte. Así de irresponsable fue la actuación de los diputados.

Como presidente de la Junta de Gobierno de INTERAPAS, Xavier Nava Palacios poco abonó para que se abriera el debate al limitarse a la afirmación de que la fórmula prevista en el decreto 594, del 14 de septiembre de 2006, daba como resultado un aumento del 39.85 por ciento.

Al margen de las omisiones de la Comisión Estatal del Agua, que debió actualizar la fórmula cuando menos en 2011 y 2016, para el propio decreto no todo son los números fríos e insensibles.

“Para la determinación de las cuotas y tarifas se deberá tomar en cuenta los niveles de eficiencia física, comercial, operativa y financiera de los prestadores de los servicios”, dice el artículo 4º del decreto.

Si aferrarse al aumento del 39.85 por ciento sin hablar de los deudores equivalía a una confesión de que la negligencia en la cobranza continuará, que el decreto hable de eficiencia comercial abre la opción a exigirle al organismo mejoras en ese aspecto para moderar la tarifa.

La ventaja de que no se aprobara el incremento es que ahora el INTERAPAS está obligado a echar mano de medidas alternativas de saneamiento.

La desventaja de que se hayan aferrado únicamente al frustrado incremento es que esas medidas alternativas las pudieron utilizar para que la tarifa fuera un elemento más de apoyo, aunque se hubiera registrado un aumento moderado. Una oportunidad que se perdió.

El INTERAPAS omitió esa posibilidad. Mal.

Pero también mal que los diputados de la Comisión del Agua del Congreso del Estado no hayan sido capaces de enfocarse en el verdadero tema del debate y, en lugar de eso, tomaran la comodina salida de ganar aplausos antes que resolver problemas.

Nadie ganó. Todos perdimos.

La crisis del INTERAPAS continuará y habrá que exigir a sus directivos que no tomen este resultado como el pretexto para justificar un mal servicio.

La crisis del INTERAPAS seguirá y hay que dejar registro de que la irresponsabilidad de los diputados impidió que se abriera un camino para su posible solución.

La crisis del INTERAPAS ahí está, y quienes fueron de los principales responsables de que se agravara –la Gallardía– debería ahorrarse sus videos y flyers triunfalistas que sólo exhiben aún más el cinismo que les caracteriza. ¿Alguien vio llegar al Congreso del Estado las 50 mil firmas?

Lo dicho: la sociedad les importa poco.

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