Una nueva batuta para la Orquesta Sinfónica de SLP

María Ruiz

La muerte del maestro José Miramontes Zapata marcó un punto de inflexión para la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí (OSSLP). Más que una pérdida institucional, significó la despedida de una figura que durante décadas formó, guió y acompañó a una comunidad musical que hoy se prepara para elegir su nuevo rumbo.

Con la intención de rendir homenaje a ese legado, pero también con la necesidad de construir una nueva etapa, la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí en conjunto con la OSSLP lanzó una convocatoria internacional para seleccionar a la nueva o nuevo director general artístico de la OSSLP, abierta hasta el próximo 23 de junio.

No obstante, este proceso no es cualquier procedimiento administrativo. Es, en palabras de sus impulsores, un acto profundamente democrático y participativo que coloca a los músicos al centro de la decisión.

“Lo fundamental de la decisión es hacer una convocatoria y un proceso totalmente transparente, equitativo y certero. Yo agregaría: democrático”, explica Eduardo García Barrios, músico director invitado de la OSSLP y gran amigo personal del maestro Miramontes.

García Barrios fue uno de los primeros en reunirse con la orquesta para hablar del proceso. Lo hizo, como él mismo dice, desde la responsabilidad y el respeto que merece la comunidad artística.

“Me reuní con toda la orquesta, expuse mi posición, que ya había sido consensuada con el secretario de Cultura, y respondí a todas las preguntas y dudas. Percibo que la Orquesta está muy contenta de saber que van a ser actores fundamentales en esta decisión”.

La convocatoria no será decidida desde los escritorios. La OSSLP tendrá un papel protagónico. En la primera etapa, un comité de selección compuesto por 13 músicos principales de la orquesta y dos artistas externos invitados con trayectoria nacional e internacional, evaluará los perfiles postulantes y definirá a cuatro finalistas.

Posteriormente, cada finalista dirigirá a la orquesta en sesiones abiertas. Será ahí, frente a frente, donde la OSSLP decida su destino.

“En la última etapa, que es presencial, cuando los y las directoras vienen a dirigir, el voto es único de la orquesta. Esa decisión es de ellos y ellas”, afirma García Barrios.

¿Qué busca la OSSLP?

No se trata solo de técnica o currículum. El nuevo perfil debe ser integral. Así lo describe García Barrios:

“Es fundamental que sea una persona con experiencia profesional al frente de orquestas sinfónicas, con alto nivel de conocimiento musical, empatía con la orquesta, carácter, formación, capacidad de escucha. Y algo muy importante: saber ensayar, que es todo un arte. Saber montar una obra es tan valioso como dirigirla”.

Pero también, el perfil deberá tener visión institucional:

“Tiene que comprender que a toda acción artística le corresponde una acción administrativa. Debe ser alguien que logre equilibrio entre la creación, la gestión, la institución y los músicos. No es sencillo, pero es indispensable”.

El nuevo o nueva directora no solo debe mirar hacia dentro, sino hacia la sociedad.

“Tiene que tener conciencia social. ¿Para qué existe una orquesta? ¿Cómo acercarse al público, a las infancias, a las juventudes? ¿Cómo lograr un repertorio balanceado, abierto, diverso? ¿Cómo dar espacio a compositoras históricamente olvidadas? Eso también forma parte de una dirección artística contemporánea”.

Es que hoy, la OSSLP se encuentra en un momento de madurez que le permite dialogar con sus públicos, sus músicos y su entorno. La nueva batuta no marcará solamente el tempo de una sinfonía. Marcará el rumbo de una comunidad.

Los retos: confianza y corresponsabilidad

Uno de los desafíos más urgentes, señala García Barrios, es el de crear un entorno de confianza al interior de la orquesta:

“La orquesta tiene que estar sana y hay que brindarle confianza, pero también responsabilidad. Participar también implica asumir compromisos. Por eso se formará un comité artístico que trabajará junto con el nuevo director o directora en el diseño de las temporadas”.

Este comité ayudará a equilibrar ideas de repertorio, conciertos didácticos, programas institucionales y proyectos sociales. En todos ellos, la voz de la orquesta será clave.

Por su parte, el secretario de Cultura, Mario García Valdez, subraya la importancia de esta etapa como una oportunidad para renovar sin perder lo construido:

“El maestro Miramontes tenía una predilección por cierto tipo de repertorio. Si ahora llega alguien formado en Estados Unidos, Europa o México, traerá otra dinámica. Y nosotros como autoridades debemos ser muy respetuosos de eso. Porque no somos nosotros quienes vamos a convivir con el nuevo director: son los músicos”.

También destacó que esta convocatoria representa una oportunidad para fortalecer la presencia femenina en los espacios de dirección:

“Nos gustaría mucho que la participación de las mujeres también fuera muy relevante. Hay ya directoras en el país, y ojalá se presenten a esta convocatoria”.

El espíritu de esta convocatoria no es sustituir un legado, sino continuarlo con respeto y abrir la puerta a una nueva época. La OSSLP no será la misma sin José Miramontes, pero la comunidad musical que él formó está lista para decidir su futuro.

“La orquesta es la que suena. Y ahora es también la que elige”, concluye García Barrios.

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