(VIDEO) Unirse en colectivo y clamar por justicia; familias buscadoras del bajío se reúnen en SLP

Texto y fotografías de María Ruiz

La desaparición de una persona trae graves consecuencias. Los familiares deben sobrellevar el estigma y prejuicio que desfavorecen las investigaciones, y hacer frente a las autoridades de justicia que carecen de objetividad y eficacia para atender la problemática.

Estas fueron las palabras de Javier Espinosa Granados, integrante del colectivo Buscando Personas, Verdad y Justicia de Aguascalientes, y padre de Francisco Javier Espinosa Almanza, desaparecido junto con otras ocho personas en abril de 2007, durante la “VII Reunión Regional del Bajío, de Familiares de Víctimas, Colectivos de Búsqueda y Organizaciones Civiles con Autoridades”, la cual se realizó por primera vez en San Luis Potosí el pasado 7 de octubre.

En este encuentro también participaron colectivos de Aguascalientes, Guanajuato, Baja California, Colima, Ciudad de México, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Sinaloa, Tamaulipas, Veracruz y Zacatecas.

Buscar desaparecidos, un mecanismo de resiliencia

En esa reunión en la que al menos 18 colectivos de familias buscadoras, fiscalías estatales y comisiones de búsqueda se dieron cita, Javier Espinoza explicó que la desaparición forzada de personas o su no localización es un problema de larga data que no se ha atendido oportunamente en México; tampoco se ha reconocido el derecho a la verdad y justicia, pronta y expedita, que tienen las familias víctimas indirectas de este delito.

Por este motivo, en la reunión se expusieron las demandas y necesidades de las familias víctimas que como Javier, buscan que las autoridades de cada estado se involucren en los casos y sumen esfuerzos eficaces, para que la información y respuesta de atención se humanice y empatice con sus demandas y necesidades.

“Estamos en esta VII Reunión para instar a las autoridades que se sumen y firmen convenios con los colectivos para hacer realidad los esfuerzos, pero sobre todo, atiendan nuestras necesidades. Hay temas prioritarios en donde percibimos que hay mucho trabajo por hacer, sobre todo por aquellas personas que desaparecen en tránsito y donde ninguna fiscalía se quiere hacer cargo de las investigaciones”.

Javier Espinoza recordó cómo su hijo fue desaparecido en abril del año 2007, cuando se realizó el secuestro y la desaparición de al menos ocho personas fuera del antro Maverick, en Aguascalientes, por parte de un grupo de la delincuencia organizada.

Javier Espinosa Granados integrante del Colectivo Buscando Personas, Verdad y Justicia de Aguascalientes y padre de Francisco Javier Espinosa Almanza, desaparecido junto con otras ocho personas en abril de 2007.

Javier explicó que su hijo se encontraba ahí para después ser trasladado y llevado en contra de su voluntad al estado de Zacatecas, un momento que enfatizó debido a que las autoridades no aplicaron los principios rectores de una búsqueda e investigación oportuna, ya que nadie quería hacerse cargo, revictimizándolo como padre víctima y peor aún, dando respuestas insuficientes para la pronta localización de su hijo.

Hoy, después de 16 años, estos hechos se repiten con los mismos errores, actitudes y prácticas cotidianas, en las que no priorizan el diálogo con las familias víctimas.

“Sí revictimizan a las personas desaparecidas, a los familiares, entonces queremos que con esta reunión que ya se apeguen al Protocolo Homologado de Búsqueda, también que cuando haya restos se entreguen de manera digna y también detonar las búsquedas de manera inmediata. Esta reunión es un mecanismo de resiliencia, porque somos escuchados y pedimos atiendan nuestras peticiones”.

También remarcó que para que otra familia no enfrente el abordaje irrespetuoso de las autoridades al momento de realizar una denuncia por desaparición o no localización, es imprescindible que se realice una búsqueda efectiva en la que se mantenga la presunción de vida y se respeten sus derechos humanos.

“Ha sido muy difícil, no existen las condiciones para que las autoridades atiendan las exigencias de las víctimas, como todos hemos hecho fuerza para exigir que trabajen, porque quienes están en su mayoría a cargo es una comisión, no saben cómo es este problema, no tienen nociones, y lo peor, no tienen empatía”.

Espinoza Granados aseguró que si existe un camino en donde medianamente se ha implementado una estructura de búsqueda de personas, es gracias a las familias que buscan a sus desaparecidos, quienes con su vasta experiencia han sabido también formar a las autoridades para que hagan su trabajo.

“Todos aprendimos con las trabas. Nos enseñamos a decirle al ministerio público cómo levantar la denuncia por un familiar que desapareció. Tuvimos que exigir nuestros derechos y levantar la voz y así darle seguimiento a una carpeta de investigación. Es un camino que hemos tenido que andar a golpes”.

México, un país de personas desaparecidas

“México se ha convertido en un territorio en donde la impunidad es casi absoluta. Un país donde un mandatario prefiere darle la mano a la madre de un capo, que a la madre que llora a su hijo desaparecido”, con esta frase, Edith Pérez Rodríguez, presidenta de Voz y Dignidad por los Nuestros SLP A.C. y madre de Alexis y José Arturo Domínguez Pérez, desaparecidos el 14 de agosto de 2012, cerca de Ciudad Mante, Tamaulipas, sentenció y recriminó el estado actual de la crisis de inseguridad y violencia que convulsa al país y que parece recrudecerse día con día.

Señaló que precisamente esta estructura de poder es la que motiva que colectivos de búsqueda de personas se puedan reunir con autoridades para atender la crisis con una visión crítica, anteponiendo el desarrollo personal y colectivo de las víctimas colaterales que tan solo buscan saber lo que sucedió con sus familiares desaparecidos de manera involuntaria.

“Fue el compañero Javier Espinoza quien tiene esta grandiosa idea de juntarnos para que expongamos nuestras dudas, temores, observaciones y críticas que las autoridades no conocen, o que pocas veces nos atrevemos a mencionar. Es un espacio en donde buscamos mejorar las condiciones y así seguir la búsqueda de nuestros desaparecidos”.

Pérez Rodríguez remarcó que estas reuniones revelan las condiciones que enfrentan las familias víctimas de cada estado, de los cuales algunos de ellos se han convertido en puntos álgidos de desaparición involuntaria, forzada o no localización de personas.

Edith Pérez Rodríguez, presidenta de Voz y Dignidad por los Nuestros SLP A.C., madre de Alexis y José Arturo Domínguez Pérez, desaparecidos el 14 de agosto de 2012.

Una situación que consideró revela la falta de interés del Gobierno Federal por atender, con verdadero compromiso y solidaridad, las causas que motivan a las familias el continuar la búsqueda de sus seres queridos.

“Lo que no entienden es que nosotros como familias, como colectivos, no vamos a permitir que San Luis Potosí se convierta en otro punto rojo de desapariciones. Por eso estamos trabajando y entregándonos al 100 por ciento para que no haya más desaparecidos”.

Pérez Rodríguez remarcó que la política nacional actual se ha empeñado por maquillar el tema, lo que se refleja en el aumento de cifras y en la disposición de programas como el Censo Nacional de Desaparecidos, el cual dijo carece de metodología.

“Creo que a Andrés Manuel López Obrador le falta ser un poco más humano y trabajar a favor de las familias víctimas. Se le olvida que necesitamos el apoyo a nivel nacional. Es como lo del censo, que está muy mal hecho y que hace sentir a las familias perseguidas, al menos así me sentí yo, pues servidores de la nación llegaron juntos a mi casa y preguntaron solo por José Arturo y no por Alexis, cuando los dos están desaparecidos”.

En este sentido apuntó que pese a la existencia de este censo, el presidente de la República olvida que existen familias desplazadas que no dan seguimiento a la desaparición de su familiar porque se encuentran amenazados por el crimen organizado.

“Hay muchos escenarios y este censo no contempla estas opciones; hay familias enteras que desaparecen del mapa porque son perseguidas por los ‘malos’, entonces las cifras que pretende sacar nunca va ser exacta y se aleja de la realidad que significa ser víctima”.

Buscadoras de esperanza

Guadalupe Mendiola Acosta, vicepresidenta de Voz y Dignidad por los Nuestros y quien desde hace 10 años busca a su hermano Daniel Elías Mendiola Acosta, originario de Ciudad Valles y desaparecido en Ciudad Mante, Tamaulipas, consideró que las familias víctimas nunca pierden la esperanza, lo que les ha permitido ser un referente en la búsqueda de personas, “porque gracias a nuestra lucha se ha marcado camino para la creación de instituciones como lo son fiscalías especializadas, unidades de atención y comisiones de búsqueda”.

“Sin duda creo que las familias hemos marcado un precedente en temas de búsqueda. Antes no había instituciones creadas para esto, se crearon tras nuestra existencia y ante la necesidad de atender esta crisis de inseguridad y violencia”.

Detalló además que si bien hoy día hay más coordinación con las autoridades, hace años eran las familias las que tuvieron que aprender desde cero técnicas forenses para el resguardo y levantamiento de restos, e incluso realizar las prospecciones de búsqueda para poder localizar a sus desaparecidos.

“El problema de desaparición en México es algo que desde hace décadas ha existido, es una problemática que está bien estructurada en el sistema. No es algo nuevo, pero se habla mucho de ello luego de que nosotros como familias víctimas colaterales salimos y hablamos de esto y a la par exigimos justicia”.

Por lo que Mendiola Acosta reconoció que aún hay mucho trabajo por hacer, como la imperiosa necesidad de que las fiscalías estatales y las autoridades en mando coordinen trabajos para que las personas que desaparecen en tránsito a lo largo del territorio mexicano sean encontradas oportunamente.

Guadalupe Mendiola Acosta, vicepresidenta de Voz y Dignidad por los Nuestros SLP, busca a su hermano Daniel Elías Mendiola Acosta desde hace 10 años.

También remarcó como prioritario que el trabajo posterior de diligencias se conjugue entre las áreas de justicia e investigación, para abordar la búsqueda desde una perspectiva transversal y se agoten todas las directrices que establece el Protocolo Homologado de Búsqueda.

Asimismo, indicó que esta situación violencia estructurada tiene que atenderse desde una postura humanista, en la que la prioridad sean las víctimas.

“Sabemos que aún hay mucho por hacer y para eso se realizó esta VII Reunión Regional del Bajío, de Familiares de Víctimas, Colectivos de Búsqueda y Organizaciones Civiles con autoridades. En donde integrantes de nuestro colectivo expusieron aquellas áreas que las autoridades necesitan fortalecer”.

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